Pocas cosas hay tan potentes a la hora de transformar el entorno laboral como un ambiente en el que las emociones se entienden y se usan como palanca para el éxito. Estrés, decepción, alegría, euforia, ira… En este contexto, la inteligencia emocional en el trabajo surge como una herramienta esencial para impulsar la productividad y fortalecer el trabajo en equipo. Si las personas aprendemos a gestionar nuestras emociones, fomentaremos un clima de confianza y colaboración que, a su vez, mejorará la toma de decisiones y nuestra capacidad para enfrentar desafíos. Descubre en este artículo la importancia de la gestión emocional y cómo ponerla en práctica en el trabajo.
La inteligencia emocional en el trabajo es la capacidad de identificar, comprender y manejar las emociones propias y las de los demás en el ambiente laboral. Se trata de un proceso que integra los cuatro componentes esenciales para una gestión emocional eficaz: la autoconciencia, la autorregulación, la conciencia social y las habilidades sociales.
Hoy en día, donde la automatización está a la orden del día, es imperativo que tanto empleados como empleadores tengan inteligencia emocional. Es, sin duda, uno de los grandes diferenciadores frente a la competencia. Además, contar con altos niveles de inteligencia emocional en las organizaciones permite mejorar la comunicación interna, manejar la presión, reducir el estrés y, por supuesto, mejorar los resultados.
Cada vez son más los artículos y los estudios que abordan la importancia de la inteligencia emocional en general, y en el entorno laboral en particular. En relación a esto último, la inteligencia emocional es un predictor significativo del rendimiento laboral, especialmente en puestos que requieren una alta interacción social. Ser capaz de gestionar emociones, además de favorecer el bienestar individual, es clave para impulsar el éxito colectivo, pero estos no son los únicos beneficios a destacar:
Daniel Goleman, psicólogo e impulsor del concepto inteligencia emocional, asegura que el éxito de una persona está representado en un 20% por su inteligencia intelectual (IQ) y el 80% por la inteligencia emocional (IE).
Desarrollar la inteligencia emocional en el trabajo implica potenciar una serie de componentes y habilidades estrechamente interrelacionadas:
No hay duda, la importancia de la inteligencia emocional en la empresa está más que justificada. El entorno laboral implica interacción con compañeros, supervisores, clientes y/o proveedores, por lo que es imprescindible tener una adecuada gestión emocional y saber cómo reaccionar con calma ante imprevistos. Al apostar por el desarrollo de competencias emocionales a través de las sesiones de Psicología de Savia, salud Digital MAPFRE, las empresas pueden alcanzar el máximo potencial y consolidar una cultura basada en el respeto, la empatía y la excelencia. Infórmate sin compromiso y descubre cómo nuestros servicios personalizados y flexibles pueden ayudarte. Tengas o no seguro médico.