La fibromialgia es un estado inflamatorio crónico caracterizado por un síndrome doloroso crónico generalizado, localizado en el aparato locomotor en puntos predefinidos del cuello, hombros, región lumbar, caderas, codos y rodillas.
Uno de los orígenes que se ha postulado es la probable hiperpermeabilidad intestinal, activando el sistema inmune y produciendo una respuesta inflamatoria crónica a diferentes niveles que afecta principalmente a músculo y tendones. Por lo tanto, la alimentación antiinflamatoria ayuda con el manejo de los síntomas. Si quieres saber más sobre este tema, continúa leyendo este artículo.
La fibromialgia es un síndrome doloroso crónico generalizado con síntomas localizados principalmente en el aparato locomotor. Además de fatiga crónica, problemas de memoria y cambios en el estado de ánimo que afectan frecuentemente al 5% de la población, con mayor frecuencia en mujeres en edades comprendida entre 30 y 50 años de edad y, aunque no representa un riesgo para la vida del paciente, ocasiona síntomas incapacitantes que limitan la calidad de vida.
Los síntomas suelen existir con diferentes intensidades, no asociados a causas orgánicas precisas. El diagnóstico se realiza por descarte, ya que, no existe una prueba de laboratorio específica, así como tampoco existe un tratamiento curativo, sino solo para paliar los síntomas específicos del dolor.
En general, una alimentación rica en verduras, hierbas, especias, grasas saludables, fermentados y vitamina D, facilitan el proceso antiinflamatorio, aporta bacterias saludables a la microbiota del intestino y ayuda a relajar la musculatura. Algunos alimentos tienen un papel muy importante en esta alimentación:
Si tu médico de familia o reumatólogo te ha diagnosticado fibromialgia, es importante que evites estos alimentos que se han asociado con el aumento de la severidad de los síntomas:
DESAYUNO: batido de frutas con queso fresco, miel y nueces.
COMIDA: pasta de arroz con pescado al vapor y guarnición de verduras y, de postre, fruta fresca.
MERIENDA: frutos secos.
CENA: tortilla francesa con verdura y fruta.
Es recomendable comer fruta si padecemos fibromialgia, de hecho, existen ciertas frutas con propiedades especiales como el plátano maduro, que produce el factor de necrosis tumoral que combate las células anormales y, el kiwi, manzana y fresa por el alto contenido en vitamina C y antioxidantes.
La fatiga crónica tiende a acidificar nuestro organismo, por lo cual, la dieta alcalina nos ayuda a mejorar uno de los síntomas más incapacitantes de la fibromialgia, así como también disminuye los síntomas intestinales. Antes de iniciar este tipo de alimentación, debemos acudir a nuestro médico de familia para aclarar todas nuestras dudas y saber si nos encontramos aptos para realizarla.
La dieta alcalina se basa en aumentar el consumo de carnes blancas como el pollo y el pavo, omitir carnes rojas, alcohol, cafeína, ultraprocesados e incorporar a nuestra dieta alimentos alcalinos como la lima, frambuesa, sandía, melón, nectarina, brócoli, mandarina, cebolla, coles, ajo, semillas de calabaza y lentejas.