Pilar tiene 52 años acude a la consulta porque desde hace un año tiene dolor en la mandíbula, cuando tiene que masticar comida sólida nota que no tiene fuerza para morder y en la visita al dentista se ha dado cuenta de que tenía limitada la apertura de la boca.
Por motivos laborales, pasa mucho tiempo frente al ordenador y tiene largas reuniones de trabajo hablando en diferentes idiomas.
Por las noches cuando duerme aprieta los dientes a la vez que mueve la mandíbula, de forma que produce un rechinar de dientes que en ocasiones le despierta.
Para realizar funciones tan vitales como hablar, comer y deglutir necesitamos que la articulación de nuestra mandíbula funcione correctamente y, si alguna de sus estructuras se altera, este equilibrio se rompe y produce síntomas como dolor, bloqueo o sobrecarga muscular.
Al proceso de apretar o rechinar los dientes le llamamos Bruxismo. En la mayor parte de los casos el bruxismo es una forma de liberar procesos de estrés. Además, si añadimos factores posturales y un sobreuso de la musculatura masticatoria, tendremos el cóctel perfecto para desencadenar síntomas en la zona mandibular.
Esto mismo le ocurre a Pilar, el bruxismo provoca que los músculos encargados de cerrar la boca estén en tensión de forma que cuando en el dentista quiere abrir la boca siente que no puede porque los músculos del cierre se lo impiden. Esta tensión muscular activa los puntos gatillo y producen un dolor difuso en las zonas cercanas a la articulación.
La postura frente al ordenador, con la cabeza proyectada hacia delante y las conversaciones en otro idioma también provocan sobrecarga muscular que se añade a todos los factores anteriores.
Lo primero que hacemos cuando comenzamos el tratamiento es explicar a Pilar que debe hablar con su dentista para que le realice una férula de descarga, de esta forma, evitaremos el roce entre sus dientes y la presión que se produce al apretar la mandíbula se distribuya entre toda la superficie de la férula, así los músculos del cierre sufrirán menos sobrecarga.
Continuamos explicando a Pilar que necesita corregir la postura en el ordenador, su cabeza debe quedar encima de los hombros y evitar tener la cabeza proyectada hacia delante.
Una vez explicadas las recomendaciones pasamos a realizar las técnicas manuales para relajar los tejidos blandos de la zona mandibular, realizamos movilizaciones de la articulación para conseguir que la boca se abra correctamente y tratamos la columna cervical con ejercicios de movilidad articular y estiramientos.
Para terminar la sesión enseñamos a Pilar, ejercicios para que los realice en casa todos los días hasta la próxima sesión.
En la siguiente sesión Pilar tiene menos dolor y puede abrir la boca con más facilidad. Sigue teniendo la sensación de que la musculatura se cansa cuando habla en las reuniones y la apertura de la boca aún sigue limitada.
Realizaremos 6 sesiones de tratamiento, una a la semana, hasta conseguir los objetivos propuestos
Artículo escrito por Patricia de Maya. (Fisioterapeuta)