La exostosis es el crecimiento anómalo de un hueso. Es un crecimiento benigno que puede rodearse de cartílago, conociéndose entonces como osteocondroma. Su situación es más común en los huesos largos, pero, se puede encontrar en cualquier hueso del cuerpo.
Existen diferentes tipos de exostosis:
En muchos casos, la exostosis es asintomática y solo se encuentra de forma fortuita al realizar al individuo radiología por otras causas. Cuando presenta síntomas, estos son dolor sobre la articulación en la cual se encuentra y excrecencia a modo de tumoración en la zona afectada. Puede producir también compresión de músculos o vasos en la zona afectada.
Las exostosis auditivas pueden ocasionar una pérdida de audición que será el motivo por el cual el paciente acude a la consulta.
Las exostosis múltiples tipo 1 y 2 son de origen genético, mutación en los genes EXT1 y EXT2 respectivamente, son múltiples las que aparecen y lo hacen a una edad temprana.
Las exostosis únicas, ya sea en huesos largos o palatinas, suelen aparecer en edades adolescentes y se relacionan, en algunos casos, con traumatismos, aunque también pueden ser espontáneas.
La exostosis auditiva se ha relacionado con los deportes en aguas frías, como el surf o el submarinismo, debido a las infecciones repetidas que sufren en los oídos.
El tratamiento de la exostosis es quirúrgico cuando sea necesario, procediendo a extirpar la tumoración. El tratamiento quirúrgico no siempre es necesario, ya que las exostosis no tienen por qué dañar ninguna estructura adyacente, dejan de crecer cuando lo hace el individuo, por lo que puede no ser necesaria su exéresis.
Las pruebas complementarias para llegar al diagnóstico de una exostosis son pruebas de imagen, mediante radiología simple de la parte afectada. En otras ocasiones, puede ser necesario un TAC, como en el caso de exostosis auditivas, que permita reconocer la estructura claramente. En algunos casos, puede requerir la biopsia para distinguirla de procesos malignos, aunque no suele ser necesario, ya que su imagen es bastante clara para el diagnóstico.
Son factores desencadenantes de la exostosis pequeños traumatismos e infecciones de la zona afectada.
Son complicaciones de exostosis la lesión que puede producir en la zona dañada. En el caso de las exostosis auditivas, puede producir falta de audición y, en casos de afectación a nivel articular, puede dar problemas de dolor en las articulaciones o dificultad para la movilidad.
Pueden producir compresión arterial y venosa y dar lugar a aneurismas en los vasos o fístulas arteriovenosas.
La compresión puede darse a nivel de órganos internos, cuando se trata de una exostosis que afecta a una costilla.
Hasta el 1 % de estas lesiones pueden malignizarse, aumentando al 10 % cuando se trata de exostosis múltiple hereditaria.
Con respecto a la prevención de la exostosis, la exostosis múltiple hereditaria no es previsible, salvo que se haga un estudio genético del feto por antecedentes familiares. En los casos de exostosis única, estas están relacionadas con microtraumatismos, por lo que, si evitamos esto, será menos frecuente. En los casos de exostosis auditivas, prevenir y protegerse de posibles infecciones auditivas al sumergirse en aguas frías, hará menos asiduo el problema.
La exostosis se puede dar en cualquier hueso del cuerpo, siendo más frecuentes en huesos largos, en especial la rodilla, y siendo menos habituales las que afectan a los dedos de manos y pies.
La exostosis y el osteocondroma es una denominación diferente del mismo proceso, en el cual, una masa de hueso se encuentra recubierta por una parte de cartílago que da lugar al osteocondroma.
La exostosis son lesiones difíciles de prevenir, aun cuando no son claramente hereditarias, si parece que hay cierta predisposición genética a sufrirla. En los casos de las auditivas, evitar el contacto con aguas muy frías que favorecen las infecciones dificultan su aparición.
En los casos que se producen por golpes o traumatismos, solo evitando esto seremos capaces de disminuir la probabilidad de sufrir la enfermedad.
Las exostosis múltiple hereditaria es genética y, por tanto, es prevenible.