El pie diabético es una serie de alteraciones vasculares, neurológicas, infecciosas y en estructuras óseas que pueden presentarse en pacientes que padecen diabetes complicada, con valores de glucemia persistentemente elevados y condiciones inherentes a mala higiene de miembros inferiores, incorrecto uso de calzado, inadecuado corte de uñas o lesiones en las mismas, así como trastornos en la pisada.
Los principales factores de riesgo para presentar pie diabético son los siguientes:
El pie diabético se produce por la acción aislada o en conjunto de las siguientes complicaciones:
NEUROPATÍA PERIFÉRICA: los nervios sensitivos, motores y autonómos son susceptibles de daño por los niveles permanentes elevados de glucosa; los síntomas son progresivos e irreversibles, afectando inicialmente a las fibras de pequeño diámetro que corresponde a dolor, temperatura e información autonómica y, posteriormente, a las fibras de mayor diámetro que corresponde a la propiocepción, tacto fino y motoras.
En estados graves de neuropatía motora, se altera el control circulatorio y se impide la sudoración, tornándose la piel reseca y quebradiza y, pudiendo suceder muerte de las células de la piel y adyacentes.
La neuropatía motora es la última en aparecer, con atrofia de los músculos intrínsecos del pie y de los interóseos, produciendo protrusión de las cabezas metatarsianas con deformidad de los dedos en forma de martillo. Todos estos cambios alteran la biomecánica del pie, cambiando pisada y puntos de apoyo, por lo que se inician fricciones y callosidades que evolucionan a úlceras y se pueden infectar hasta llegar al hueso, ocasionando osteomielitis.
ENFERMEDAD VASCULAR PERIFÉRICA: enfermedad macrovascular inducida por la arterioesclerosis, produciendo una disminución progresiva del aporte sanguíneo a miembros inferiores, con la reducción del aporte de oxígeno a esos miembros. Se manifiesta como dolor a la deambulación, obligando al paciente a detenerse. Esto puede ser, en ocasiones, invalidante (claudicación intermitente), cambios en la coloración de la piel del pie, piel seca, uñas engrosadas y ausencia de la grasa plantar.
INFECCIONES: pacientes con diabetes presentan alteraciones en la inmunidad pasiva y tienen frecuencia más alta de infecciones, presentando, además, alteraciones en la cicatrización que incrementan su riesgo. La mayoría de las infecciones son polimicrobianas y propician que se desarrolle una gangrena húmeda rápida y progresía que, de no tratarse oportunamente, puede traer consecuencias fatales.
Los principales síntomas del pie diabético son:
El tratamiento principal es la prevención, esta se pone en evidencia cuando el paciente está incluido en un programa de educación diabetológica donde se reduce la aparición de este tipo de complicaciones hasta en un 35%. En este programa se explican las herramientas al paciente para controlar su glucemia y evitar o retrasar el daño micro y macrovascular, además, cuenta con personal que explica la importancia de la revisión periódica de los pies, evitar el uso de agua caliente para el lavado de los mismos, el secado con toalla suave, lubricación, uso de calcetines y calzado, cómo recortar las uñas y revisión periódica en casa.
El tratamiento es común al que debe manejarse en pacientes en reposo, consiste en un estricto control de glucemia y, se trata inicialmente la causa, que es la presión; para las úlceras, debe iniciarse con debridamiento regularmente para facilitar la formación de tejido de granulación. Si existe evidencia de infección, hay que tomar muestras de cultivo e iniciar empíricamente con antibiótico de amplio espectro que cubra infecciones polimicrobianas y, si sospechamos de la presencia de insuficiencia vascular, acudir al especialista.
Algunos consejos para el cuidado del pie diabético: