El término laparoscopia procede del griego “laparo”, que significa abdomen, y “skopein”, que significa examinar. Es decir, la laparoscopia consiste en un examen visual de la cavidad abdominal. Aunque inicialmente fue desarrollada por los ginecólogos con fines diagnósticos, han sido los cirujanos los que la han orientado más a realizar tratamientos sobre diversas enfermedades.
La técnica se basa en introducir aire dentro de la cavidad abdominal para crear un espacio en el que se pueda trabajar. Para ello se hace una pequeña incisión a nivel del ombligo, se introduce un elemento plástico como un tubito, llamado trocar, y a través de él aire que hace expandir la cavidad. A través de este trocar se introduce un sistema óptico de visualización, es una cámara o endoscopio, conectada a un sistema de televisión externa que nos permite ver en directo lo que ocurre en el interior del cuerpo. Se realizan también varias puertas de entrada de pequeño tamaño por donde introducir el instrumental. Todas estas técnicas forman parte del concepto denominado en la actualidad cirugía mínimamente invasiva que consiste en realizar operaciones mayores a través de pequeñas incisiones, con sistemas de alta tecnología, y reduciendo al mínimo el traumatismo propio de la intervención.
A parte de toda esta tecnología también son necesarios diferentes instrumentos de trabajo. Se utilizan diversas pinzas de agarre, para sostener tejidos, tijeras, disectores, portas y agujas para realizar suturas… Los mismos elementos que se emplean en una cirugía convencional, pero de menores dimensiones. ¿Por qué son más pequeñas?, porque tienen que poder entrar a través de los trocares (instrumentos en forma de lápiz para proporcionar puertos de acceso durante la cirugía) ya que estos tienen un diámetro de pequeña envergadura.
Hoy día es considerada técnica de elección en muchos procedimientos por sus ventajas frente a la cirugía convencional. Estas ventajas frente a la cirugía abierta son varias:
Es cierto que se necesita un mayor entrenamiento y especialización porque puede resultar una técnica más compleja, pero hoy en día en casi todos los hospitales se enseñan y se entrenan para este tipo de intervenciones quirúrgicas.
La cirugía laparoscópica puede ser empleada por varias especialidades quirúrgicas en las técnicas que realizan habitualmente:
La tendencia actual de la cirugía es evolucionar hacia técnicas todavía de menos invasión. Así pues, se empieza a utilizar la cirugía laparoscópica de puerto único, es decir, a través de la incisión del ombligo se introduce un tubo con varios accesos sin necesidad de hacer otras incisiones en la piel. Otro avance un tanto curioso para la mayoría es la cirugía a través de orificios naturales (NOTES), esto quiere decir que no se hacen nuevos accesos para operar, sino que se utilizan los que ya tiene el cuerpo, por ejemplo, operar a través de la vagina, del recto o del estómago.
En conclusión, la cirugía evoluciona cada día junto con las nuevas tecnologías, hacia técnicas de menos invasión. Se puede decir que actualmente están demostradas las ventajas de la cirugía laparoscópica frente a la cirugía convencional en muchas técnicas de diferentes especialidades, siendo preciso un entrenamiento específico para el éxito de los procedimientos, el cual está cada vez más desarrollado en los distintos servicios quirúrgicos hospitalarios.