María tiene 35 años, trabaja en el departamento de marketing de una empresa y uno de sus hobbies es salir a correr. Comenzó a entrenar de forma más intensa hace un mes para preparar una media maratón.
Visita la consulta porque hace una semana comenzó a tener dolor en la zona glútea derecha y en la parte posterior de la pierna hasta la rodilla.
Cuando está un tiempo sentada en la oficina el dolor aumenta y la única forma de aliviarlo es desplazando el peso hacia la cadera que no le duele para no apoyar el glúteo derecho.
El Piramidal es un músculo que se encuentra en la pelvis, une el sacro con el fémur y en su recorrido pasa a través de un agujero que forman los huesos de la pelvis, junto a él, se encuentra el nervio ciático y otras estructuras vasculares. Cuando el piramidal se contrae de forma permanente aumenta su diámetro, el espacio donde se encuentra se reduce y el ciático puede verse afectado por compresión dando síntomas como los que María tiene. Es el SINDROME DEL PIRAMIDAL.
En otras ocasiones, el músculo del piramidal se contrae pero no llega a comprimir el nervio ciático, los puntos gatillo de este músculo se activan y dan síntomas similares a los de síndrome piramidal.
Imágenes tomadas del libro Travell & Simons Myofascial Pain & Dysfunction: the trigger point manual. 2002.
El síndrome del piramidal es una lesión frecuente en corredores de larga distancia que tienen una pisada pronadora, esto quiere decir que cuando el pie entra en contacto con el suelo el tobillo se desplaza hacia el interior de forma que la rodilla, la cadera y la pelvis compensan esta alteración biomecánica y cuando aumentamos la actividad física el musculo piramidal acaba sobrecargado.
Realizamos los test correspondientes para verificar que el músculo piramidal derecho está acortado y es el responsable de los síntomas que María tiene.
Antes del entreno: Ejercicios de activación muscular de los rotadores internos de cadera: cuando activamos este grupo muscular, favorecemos la relajación de piramidal.
Después del entreno: Ejercicios analíticos de estiramiento del músculo piramidal.
En esta sesión María nos cuenta que ya no tiene dolor, sólo se reproduce de forma leve cuando aumenta la intensidad del entreno. Al finalizar el entrenamiento realiza los estiramientos indicados en la primera sesión y los síntomas desaparecen.
Esto nos indica que el músculo piramidal se sobrecarga en carrera, los estiramientos sólo son un parche para aliviar los síntomas.
El estudio de la pisada confirma que María es pronadora.
Dos semanas después, María vuelve a entrenar con la misma intensidad que antes de lesionarse y sin dolor.
Artículo escrito por Patricia de Maya. (Fisioterapeuta)