Actualizado el 03/02/2022
La eficacia y el impacto positivo de las vacunas sobre la pandemia de la COVID-19 es incuestionable, si bien existen dudas sobre la conveniencia y el tiempo de administración de la dosis de refuerzo, especialmente en personas vacunadas que han sido posteriormente infectadas por el coronavirus. Los test serológicos para conocer el nivel de anticuerpos contra el coronavirus pueden ser útiles para evaluar la respuesta inmunitaria y decidir sobre la tercera dosis.
Savia pone a tu disposición el test para comprobar la inmunidad generada por la vacuna y la infección de COVID-19.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud sobre la vacunación son incuestionables. El 89,7% de la población susceptible de ser vacunada ha recibido la pauta completa en nuestro país, lo que puede haber salvado muchas vidas. En un reciente estudio llevado a cabo por la OMS se muestra cómo las vacunas contra la Covid-19 gracias a su eficacia han salvado más de 89.000 vidas de personas mayores de 60 años en nuestro país.
En estos momentos se cumplen seis meses desde que los mayores de 50 años recibieron mayoritariamente la pauta completa de vacunación. Cuando apareció la variante ómicron −con una mayor transmisibilidad− la tercera dosis de la vacuna solo había sido administrada a los mayores de 70 años.
De este modo, la explosión de contagios provocada por ómicron coincidió en el tiempo con la administración mayoritaria de las dosis de refuerzo de la vacuna, generando dudas sobre el plazo más conveniente para la tercera dosis, especialmente entre los pacientes que habían sido contagiados recientemente.
Actualmente, la Comisión de Salud Pública recomienda a los adultos vacunados con pauta completa que hayan sido contagiados (tanto con infección sintomática como asintomática), esperar cinco meses desde que hayan superado la covid para ponerse la tercera dosis.
De igual modo, a los niños que aún no hayan recibido la vacuna, se les administrará una única inyección a las ocho semanas del contagio, en lugar de las cuatro estipuladas anteriormente. Este cambio de criterio ha sido apoyado desde el inicio por miembros de la Sociedad Española de Inmunología, que advertían justamente que la infección generaba una inmunidad que recomendaba postergar la tercera dosis.
El pasaporte covid −documento legal a nivel europeo que certifica haber recibido la pauta completa de vacunación− ha sido revisado recientemente por la Comisión Europea, limitando su validez a 9 meses, contados desde la recepción de la segunda dosis de la vacuna. De este modo, la vigencia del pasaporte que permite realizar desplazamientos por los países integrantes de la UE depende de haber recibido la tercera dosis de la vacuna contra la covid.
También se ha reducido el plazo de validez de los test de antígenos para poder viajar. Ahora es de solo 24 horas antes del viaje.
De este modo, se persigue incentivar a la población para que reciba la tercera dosis.
Tanto la OMS como la Agencia Europea del Medicamento ya han advertido que no se pueden poner dosis de refuerzo de forma indefinida. Las revacunaciones frecuentes podrían terminar siendo insostenibles desde un punto de vista sanitario y económico.
De este modo, algunos expertos consideran la administración constante de dosis de refuerzo como un “absurdo inmunológico”. Si cada vez que los anticuerpos decaen se administra una nueva dosis, su aumento probablemente cada vez sea menor. Además, la vacuna activa una cascada de células compleja que al hacerlo de forma repetitiva puede ser contraproducente para la salud, pudiendo producirse una enfermedad mediada por anticuerpos.
Además, los anticuerpos son solo una parte de la respuesta inmunitaria, siendo la respuesta celular la más importante. La vacuna −así como la propia infección− estimula el sistema inmunitario, aunque lo hace de forma controlada. Cada proceso de recuerdo de la inmunidad mejora la ya existente y hace que la respuesta sea más rápida y potente.
Para comprobar que existe una inmunidad efectiva y duradera se puede utilizar el nuevo test de Inmunidad post vacuna o post infección Covid-19.
La inmunidad natural que se produce cuando alguien se contagia es un factor protector muy potente ante futuras infecciones.
Por otro lado, después de la sexta ola, cientos de miles de personas en nuestro país tendrán lo que los expertos denominan «inmunidad híbrida». Se trata de la generada después de haber recibido la pauta completa de la vacuna y de contraer la infección por coronavirus. Además del refuerzo inmune que supone la vacuna (células B y T que actúan sobre la proteína S del virus), se añaden células que van a generar nueva memoria frente a otras proteínas víricas.
De este modo, la infección por ómicron aumenta la respuesta de células inmunitarias de memoria a antígenos víricos diferentes a la proteína S, en comparación con las infecciones tras la vacunación causadas por la variante delta, lo que implica una ampliación de la inmunidad.
La inmunidad natural cuando alguien se contagia es un factor protector importante frente a futuras infecciones que puede determinar que no sea necesaria una nueva dosis de la vacuna.
Para constatar que se ha pasado la infección se debe disponer de una prueba positiva de infección activa (PDIA) o de un resultado positivo de IgG por serología de alto rendimiento (ELISA o CLIA), independiente de la proteína detectada.
Los test serológicos están basados en la detección de los anticuerpos que producen las defensas del organismo. La inmunoglobulina M (IgM) es la primera en aparecer en cualquier infección. Posteriormente, el sistema inmunitario produce otro anticuerpo, la inmunoglobulina G (IgG), cuyos niveles aumentan a partir de haber estado en contacto con el virus o tras haber recibido la vacuna. La IgG se empieza a producir a partir de los 10-14 días desde la infección (vacunación). Esta inmunoglobulina permanece en sangre y proporciona inmunidad para proteger frente a una nueva infección. De este modo, la presencia de nieles elevados de IgG asegura la inmunidad frente al coronavirus.
El test serológico para comprobar la inmunidad contra la COVID-19 se presenta en formato kit con todos los reactivos para revelar la presencia del anticuerpo (IgG) en la sangre del paciente. Se realiza en laboratorio y ofrece resultados en unas horas.
Averigua la inmunidad que la vacuna o la propia infección de la COVID-19 ha generado en tu organismo gracias al nuevo test de Inmunidad post vacuna o post infección Covid-19.
Bibliografía