Ante la situación provocada por la pandemia del coronavirus es necesario que todos los espacios públicos, ya estén al aire libre o en el interior de edificios respondan a ciertas características que aseguren unas condiciones sanitarias adecuadas que impidan la transmisión del SARS-CoV-2. En el caso de los establecimientos hoteleros, se trata de lugares en los que se produce un alto grado de interacción entre los huéspedes y los empleados, por lo que es preciso establecer las modificaciones oportunas. En este sentido, el Instituto para la Calidad Turística Española perteneciente al Ministerio de Industria elaboró una guía con recomendaciones para la reducción del contagio por el coronavirus SARS-CoV-2 en hoteles y apartamentos turísticos.
En este ámbito es necesario prestar especial atención a aspectos relacionados con el alojamiento de los huéspedes, los servicios que lo acompañan (alimentación, limpieza, organización de actividades, etc.), y las interacciones que tienen lugar específicamente en los establecimientos.
Por otro lado, las condiciones cambiantes de la pandemia en cada territorio determinarán en cada momento que las restricciones sean más o menos acentuadas en cuanto a limitar la movilidad, el aforo y otros aspectos relacionados con las estancias en los establecimientos hoteleros.
El hotel debe asumir un compromiso firme con la gestión del riesgo, liderando la implementación sistemática de medidas dirigidas a minimizarlo.
Cada hotel, sobre la base de la evaluación de riesgos y en función de sus características, elaborará un plan de contingencia que debe detallar las medidas concretas adoptadas para reducir los riesgos de contagio por COVID-19 y que debe estar a disposición pública.
Entre otras actuaciones en materia de seguridad, el hotel debe planificar las tareas y procesos de trabajo de sus empleados, de tal forma que se garantice la distancia de seguridad establecida por las autoridades sanitarias. También se debe planificar adecuadamente la organización de la circulación de personas y la distribución de espacios (mobiliario, estanterías, pasillos, etc.).
Se deben establecer normas de uso de las instalaciones y los espacios compartidos para mantener la distancia de seguridad (en ascensores, comedores, accesos y zonas comunes, etc.).
Para reducir la posibilidad de contaminación por SARS-CoV-2, las superficies de alto contacto deben limpiarse y desinfectarse con frecuencia. Las medidas de limpieza y desinfección de las zonas comunes (como aseos, salones, recepción, pasillos y ascensores) deben aplicarse como medida preventiva general. Los objetos que se tocan con frecuencia, como manijas, botones de ascensores, pasamanos, interruptores, pomos de puertas y dispensadores, deben recibir atención especial.
Además de unas rutinas constantes de limpieza e higiene, la ventilación de las instalaciones debe ser otro elemento habitual del hotel, procediendo a la ventilación, al menos diariamente y con mayor frecuencia siempre que sea posible, de las distintas áreas del establecimiento.
Si se utilizan sistemas de calefacción, ventilación y climatización, es preciso inspeccionarlos, hacer el mantenimiento pertinente y limpiarlos con regularidad. El estricto cumplimiento de las normas de instalación y mantenimiento de los sistemas de ventilación es indispensable para que resulten efectivos y seguros. Se debe prestar especial atención al estado de los filtros y, si es posible, aumentar la filtración de aire central al máximo posible.
Existe la posibilidad de controlar los niveles de dióxido de carbono de acuerdo con la normativa nacional, ya que el nivel de CO2 es un indicador aproximado de la eficacia de la ventilación y el exceso de ocupación.
Debe determinarse el aforo máximo de la zona de recepción y establecer las medias necesarias para asegurar el distanciamiento entre clientes y con los empleados.
En la zona de recepción y acogida se debe contar con solución desinfectante y se debe evitar compartir bolígrafos y, en su caso, desinfectar los prestados tras su uso.
Se debe asegurar la distancia mínima de seguridad entre clientes y fijar de manera visible marcadores de distancia para evitar aglomeraciones.
Debe fomentarse el pago con tarjeta u otros medios electrónicos en el que no sea necesario el contacto físico.
Finalmente, se recomienda la colocación de alfombras desinfectantes a la entrada de los establecimientos.
Cuando se produzca algún caso de covid en el hotel, se procurará de inmediato que la persona enferma tenga el mínimo contacto posible con los huéspedes y empleados del establecimiento. El personal del hotel deberá seguir los procedimientos del plan de acción para la COVID-19. Entre otras actuaciones, el establecimiento hotelero deberá comunicar los casos identificados de COVID-19 a las autoridades sanitarias para que procedan oportunamente con la gestión de las personas infectadas y el control e identificación de sus contactos.
Además, el plan de acción de los establecimientos de alojamiento en relación con la COVID-19 debe incluir un plan específico de limpieza y desinfección cuando haya un huésped o un empleado enfermo de COVID-19 en el establecimiento o se diagnostique COVID-19 a un huésped o un empleado a los pocos días de haber terminado su estancia en el establecimiento.
Todos los establecimientos públicos tienen la responsabilidad de poner en marcha planes de seguridad que impidan o minimicen el riesgo de transmisión del coronavirus. Sin embargo, todos estos planes no funcionarían sin la colaboración de los clientes. Una actuación responsable, siguiendo en todo momento las indicaciones sugeridas en el establecimiento (como la utilización de mascarilla en los lugares públicos) contribuirán a que la estancia en el hotel se lleve a cabo de manera segura.
Por otro lado, la única forma de asegurarse de estar libre de la COVID-19 y no suponer un riesgo para otras personas cuando viajamos o vamos a un hotel es poder realizarnos con antelación un test Covid.
Otro elemento importante para viajar con toda seguridad en tiempos de pandemia es contar con el acceso inmediato a profesionales de la salud para resolver cualquier duda o, en su caso, recibir la atención necesaria. Esto es lo que ofrecen los servicios digitales de Savia, con acceso al chat médico o a una videoconsulta con un especialista sin esperas y desde cualquier lugar.
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Bibliografía