El delirium tremens es un síndrome neurológico producido por la abstinencia del alcohol en una persona alcohólica con alta dependencia a esta sustancia, que produce un deterioro agudo y global de las funciones cognitivas. Es el estadío más avanzado y grave el síndrome de abstinencia alcohólica que supone una urgencia de atención médica y que suele aparecer en las siguientes 72-96 horas tras la última ingesta de alcohol. Supone el 5% de los cuadros de abstinencia alcohólica.
No hay tipos de delirium tremens, el delirium tremens es el tipo más grave de manifestación del síndrome de abstinencia. Previamente aparecen otro tipo de síntomas más leves o moderados.
La causa del delirium tremens es la suspensión brusca del consumo de alcohol en una persona con dependencia del alcohol.
El delirium tremens cursa con un síndrome confusional con desorientación, disminución del nivel de conciencia, alteración del lenguaje, alteraciones de percepción como ilusiones o alucinaciones, sobre todo visuales, que el paciente vive con gran intensidad y angustia (visión de insectos o pequeños animales). Aparece agitación intensa, inquietud, fiebre, sudoración profusa, palpitaciones (taquicardia) y posible manifestación de convulsiones. Esta situación fluctúa a lo largo del día con rachas de mayor y menor actividad.
Antes de llegar a este estado de gravedad dentro del síndrome de abstinencia, el paciente pasa por un estadío menos grave con nerviosismo, irritabilidad, insomnio, náuseas, cefalea, temblor de manos, etc.
Es preciso el ingreso hospitalario del paciente, debiendo recibir cuidados médicos exhaustivos. Se administra tiamina (vitamina B1) de forma intramuscular al menos durante 3 días. En el tratamiento de la fase de delirium tremens se utilizan fármacos neurolépticos como el Haloperidol, la Risperidona, la Olanzapina, la Clorpromazina o la Tiaprida. Además, para paliar los síntomas de hiperactividad e inquietud se administran benzodiacepinas como Lorazepam, y para disminuir los efectos de síntomas como el temblor, la sudoración y la taquicardia, pueden utilizarse fármacos betabloqueantes como el Atenolol. Para evitar la aparición de convulsiones se puede administrar magnesio. Si aparecen, estas se tratan con Diazepam intravenoso.
El diagnóstico del delirium tremens es básicamente clínico, sabiendo de los antecedentes personales del paciente y la exploración física.
Se realizan además exploraciones complementarias como:
El factor desencadenante es la interrupción brusca del consumo de alcohol sin establecer un tratamiento desde el inicio para prevenir su aparición.
En un paciente con un síndrome de abstinencia establecido los factores de riesgo que favorecen la aparición del delirium tremens son:
La mejor prevención es el no consumo continuado y prolongado previo de alcohol.
En una persona con alcoholismo establecido, cuando se decide o se produce una situación de desintoxicación en la que se interrumpe o disminuye el consumo de alcohol, se deben iniciar las maniobras terapéuticas para paliar los síntomas que pueden aparecer (Benzodiacepinas, Tiamina, etc.)
El deliriums tremens es una alteración cuyo diagnóstico, tratamiento y manejo puede ser realizado por el especialista en psiquiatría, neurología o medicina interna.
Lo adecuado es llamar a un servicio de emergencias médicas para que el paciente sea trasladado de inmediato a un centro hospitalario y así tener asistencia y tratamiento adecuados.
El síndrome de abstinencia se inicia a las 5-10 horas tras el último consumo, y alcanza su máxima expresión a los 2-3 días, cediendo en una semana.
Es una alteración producida por el consumo continuado de alcohol que produce confusión mental, deterioro de la memoria reciente, confabulación (inventar falsos recuerdos para compensar la pérdida de memoria) y deterioro de la capacidad del enfermo para incorporar información o aprender tareas nuevas.
Lo más adecuado es consultar con el médico de atención primaria. Él asesorará al paciente para indicarle si es preciso realizar una valoración por el especialista en psiquiatría quien estudia la indicación de ingreso para llevar a cabo un proceso de desintoxicación con tratamiento y vigilancia para así evitar y disminuir los síntomas del síndrome de abstinencia. A partir de ahí se establece un protocolo de tratamiento y seguimiento psiquiátrico y psicológico para el seguimiento del paciente, pudiendo estar ayudado de terapias grupales y apoyo de asociaciones y grupos de apoyo.
La abstinencia es la aparición de síntomas físicos o psíquicos al dejar de consumir una droga que provoca la vuelta a su consumo para conseguir alivio.