La demencia vascular también llamado demencia multiinfarto, se define como el deterioro cognitivo secundario a lesiones cerebrales causadas por enfermedades cerebrovasculares (ECV), con intensidad suficiente para interferir las actividades de la vida diaria. Es una pérdida gradual y permanente del funcionamiento cerebral que ocurre con ciertas enfermedades. Afecta la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y el comportamiento. Es normalmente producida por múltiples y pequeños infartos cerebrales (demencia multiinfarto). En termino general los problemas con el razonamiento, la planificación, el discernimiento, la memoria provocados por el daño cerebral a causa de un flujo sanguíneo insuficiente al cerebro. La demencia vascular es la segunda forma más común de la demencia, después del Alzheimer. Es más frecuente en personas de más de 65 años. Se estima que es responsable del 10% al 20% de los casos de demencia.
Además de la demencia vascular existen más tipos de demencia, entre los cuales podemos encontrar:
Los accidentes cerebrovasculares que bloquea una arteria cerebral suelen causar una variedad de síntomas que pueden comprender la demencia vascular. Sin embargo, algunos accidentes cerebrovasculares no causan síntomas evidentes. Aun así, estos infartos cerebrales silenciosos aumentan el riesgo de sufrir demencia. Tanto en los accidentes cerebrovasculares silenciosos como en los evidentes, el riesgo de padecer demencia vascular aumenta con la cantidad de infartos que se producen con el tiempo. Los trastornos que estrechan los vasos sanguíneos cerebrales o los que les infligen daño a largo plazo también pueden provocar demencia vascular. Estos trastornos comprenden el desgaste asociado con el envejecimiento, la presión arterial alta, el endurecimiento de las arterias, la diabetes, el lupus eritematoso, la hemorragia cerebral y la arteritis temporal.
Los síntomas de la demencia vascular varían según la parte del cerebro en donde el flujo sanguíneo se ve afectado. Los síntomas suelen coincidir con los de otros tipos de demencia, en particular, los de la enfermedad de Alzheimer.
Los síntomas de la demencia vascular pueden ser más evidentes cuando se producen de forma repentina después de un accidente cerebrovascular. Algunos síntomas pueden incluir: Problemas de memoria, confusión. Problemas para prestar atención y para concentrarse. Menor capacidad para organizar los pensamientos o las acciones. Disminución de la capacidad para analizar una situación, desarrollar un plan eficaz y comunicarlo a otros. Inquietud y agitación. Progresión escalonada, con curso fluctuante y deterioros súbitos. Síntomas y signos neurológicos como disminución de fuerza o parálisis. Problemas de concentración. Depresión asociada a la demencia. Crisis epilépticas. Episodios de confusión aguda. Cambio en los patrones de sueño, como despertarse con frecuencia por la noche. Olvidar detalles acerca de hechos actuales. Entre otros síntomas.
El tratamiento de la demencia vascular, a pesar de que el daño cerebral causado por la demencia vascular no suele revertir, sí es posible lentificar su progresión actuando sobre los factores de riesgo cardiovascular como:
El diagnóstico y tratamiento se realiza mediante la historia clínica, interrogando al paciente y a un informador fiable sobre la sintomatología y situación funcional, junto con la exploración neurológica y, sobre todo, la exploración neuropsicológica (se realizan una serie de test para conocer el estado de las funciones cognitivas -memoria, atención, lenguaje, etc, que están alteradas).
Se debe realizar una analítica completa que descarte otras causas de demencia.
Las pruebas radiológicas tomografía axial computarizada craneal o resonancia magnética cerebral y de medicina nuclear ponen de manifiesto la patología vascular cerebral que apoya el diagnóstico.
Un accidente cerebrovascular (infarto) que bloquea una arteria cerebral o un estrechamiento o daño crónico de los vasos sanguíneos cerebrales son factores que podrían desencadenar la demencia vascular.
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer demencia vascular están:
Las complicaciones de la demencia vascular incluyen:
Para prevenir esta enfermedad es necesario:
La demencia vascular pertenece a la especialidad de neurología, es la especialidad médica que se encarga de la anatomía, la fisiología y las enfermedades del sistema nervioso.
Hay varias causas de la demencia y de la demencia como síntomas. Éstos podían ser debido a las enfermedades y a los desórdenes subyacentes o debido a la influencia de drogas y del alcohol. La demencia ocurre debido a la baja de la función del cerebro que ocurre con ciertas enfermedades. Puede afectar a varias funciones del cerebro tales como memoria, pensamiento, lenguaje, formulación de planes, comportamiento y juicio. Las demencias son generalmente progresivas y empeoran con tiempo, también son degenerativas y no reversibles.
La demencia es una enfermedad que provoca el deterioro de la memoria y otras capacidades del razonamiento relacionadas con el lenguaje, la percepción o el juicio. Estos síntomas, producidos por una falta de comunicación en las células nerviosas, interfieren en la vida cotidiana del paciente y, en las fases más avanzadas, lo convierten en dependiente. La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más frecuente, pero puede aparecer a edades más tempranas y sus síntomas se van agravando a medida que progresa la patología, implicando, en algunos casos, la muerte del paciente, factor que la demencia no tiene porqué conllevar.
La demencia mixta comprende un tipo de demencia donde el paciente presenta características tanto de la demencia vascular como de enfermedad de Alzheimer, incluso, en algunos casos también existen signos cerebrales semejantes a los de la demencia con cuerpos de Lewy.
La demencia por lo regular ocurre a una edad avanzada. La mayoría de los tipos son poco frecuentes en personas menores de 60 años. El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta a medida que una persona envejece.
Al principio, es posible que los únicos síntomas de la enfermedad de Alzheimer que se observen sean una mayor falta de memoria o una confusión leve. Con el tiempo, sin embargo, la enfermedad quita más memoria, especialmente, recuerdos recientes.