La encefalitis es una enfermedad que da nombre a la inflamación del cerebro producida por una infección en el cuerpo del paciente. Es también conocida como inflamación cerebral o del cerebro, y suele ser producida por un virus. Además, está influenciada por diferentes factores como el clima, la zona geográfica y la vacunación, entre otros. Se trata de una enfermedad de la especialidad de neurología pero de carácter leve.
La encefalitis es considerada como un síntoma que indica la presencia de otras enfermedades en el paciente, clasificándose en dos tipos:
Generalmente se desconoce el foco por el cual el paciente ha desarrollado la encefalitis, pero en el 80% de los casos, proceden de una infección vírica.
Se puede transmitir vía fecal-oral, vía respiratoria o por transmisión sexual.
Los síntomas de la encefalitis son generalmente leves, basándose en dolores de cabeza, fiebre, dolores musculares y fatiga, provocando un malestar general al paciente.
No obstante, en muchas ocasiones los síntomas pueden agravarse produciendo en el paciente temblores, alucinaciones, parálisis en zonas del cuerpo, náuseas e incluso convulsiones y pérdida del conocimiento.
Si la encefalitis no presenta gravedad, el paciente deberá mantener reposo absoluto, ingerir abundantes líquidos (sobre todo agua), y tomar antiinflamatorios para reducir la inflamación, los dolores y la fiebre.
En caso de que la encefalitis sea más grave,el paciente debe tomar antivirales para hacer frente al virus y poder recuperarse.
De cara a iniciar el tratamiento para la encefalitis es necesario realizar una resonancia magnética (diagnóstico por imagen) de la cabeza del paciente, un encefalograma (registro de la actividad del cerebro mediante electrodos), y una analítica de sangre.
En caso necesario, si el paciente no responde al tratamiento y/o los síntomas empeoran, se pueden realizar también una punción lumbar de la médula espinar (extracción de líquido cefalorraquídeo para analizarlo), y una biopsia cerebral (extracción de una muestra de tejido del cerebro).
La encefalitis suele estar producida por un virus y en algunos casos por bacterias.
Los principales virus por los que se transmite la encefalitis son el enterovirus, el virus del herpes, y virus transmitidos por las garrapatas o los mosquitos.
Los principales factores por los cuales la encefalitis puede pasar de ser leve a grave son:
La encefalitis debe ser tratada por los especialistas en neurología y enfermedades infecciosas.
Generalmente si la encefalitis no presenta complicaciones, en dos semanas el paciente estará recuperado sin lesiones.
Pero en algunos casos se produce daño cerebral, lo que puede desencadenar en problemas físicos (limitación de movimiento o parálisis), cognitivos (pérdida de memoria, lenguaje, atención) o emocionales (cambios de personalidad y comportamiento).
La encefalitis no es contagiosa, pero el virus que la produce sí puede serlo.
Que la encefalitis está causada por un virus.
Puede ser por la infección directa del cerebro ocasionada por un virus, o como respuesta del sistema inmune al haber un patógeno atacando a otra parte del cuerpo.
Primariamente el paciente presenta un cuadro clínico de dolores de cabeza, musculares y fiebre, e incluso en ocasiones síntomas más graves, como pérdida del conocimiento o convulsiones.
Tras un examen neurológico se realizan diferentes pruebas médicas, como la resonancia magnética, y se estudia el origen de la encefalitis para iniciar cuanto antes el tratamiento.