El estrabismo se presenta en el paciente cuando uno o ambos ojos están desviados de la línea visual común, teniendo una dirección de visión distinta cada ojo. Esta alteración visual suele deberse a una falta de musculatura en los ojos, por lo que se requiere reforzar dicha musculatura con diferentes técnicas. Es también conocido como bizquera, desviación ocular, o esotropía. Suele presentarse en niños hasta los 4 años, en la edad adulta es más inusual y está relacionado con los antecedentes genéticos. Se trata de una afección que pertenece a la especialidad de optometría y es considerada de tipo leve.
Los tipos de estrabismo se clasifican según la dirección hacia la que se desvíen los ojos de la línea visual normal, pueden sufrir esta desviación uno, o los dos ojos, e incluso cada uno puede padecer una desviación distinta. Los 4 tipos de estrabismo son:
Suele desarrollarse desde la niñez, que es la manera más frecuente, por patologías derivadas de la herencia genética. Las principales causas por la que sucede el estrabismo en la edad adulta es debido a otras enfermedades como la tiroides, la diabetes mellitus, alteraciones en el sistema nervioso central o infartos cerebrales.
Los síntomas más comunes del estrabismo son:
El tratamiento a aplicar para el estrabismo va establecido en función de la edad del paciente y el grado de la anomalía visual. Puede ser un tratamiento meramente externo, por el cual el paciente debe llevar instrumentos oculares como gafas especiales o parches para conseguir corregir la desviación óptica. En casos más complejos, se requiere de una intervención quirúrgica para fortalecer o debilitar los músculos del ojo dañado y así poder tener una vista lineal.
En un primer momento el especialista realizará una recopilación del historial médico del paciente, así como de los antecedentes familiares, y le consultará al paciente cuándo apareció la anomalía visual. Después, realizará una exploración física del ojo para medir la parte sensorial (análisis de la agudeza visual, la retina, la refracción y la profundidad), y motora (grado de desviación del ojo), rotación ocular y valorará por último si existen alteraciones mayores en el ámbito cerebral.
El estrabismo puede desencadenarse por factores de herencia genética en la infancia, por anomalías sufridas en el feto durante el embarazo de su madre, ante traumatismo, o por anomalías en el cerebro derivadas de otras enfermedades, como un infarto cerebral.
El estrabismo es una enfermedad visual que no se puede prevenir, por ello, es muy importante diagnosticar esta dolencia cuanto antes para aplicar un correcto tratamiento y que se pueda recuperar la visión normal en el paciente. Para ello es necesario que desde la infancia se realicen chequeos oftalmológicos.
La especialidad encargada de estudiar y tratar el estrabismo son los oftalmólogos y optometristas.
Si. El estrabismo se produce por una diferencia de la fuerza muscular de los ojos, por tanto, la operación se basa en fortalecer o debilitar los músculos necesarios para lograr que ambos lleven la misma línea visual.
La bizquera es lo mismo que el estrabismo, es decir, tener los ojos en distintas líneas visuales.
El ojo vago en el paciente, puede deberse a dos motivos: por una pérdida de visión, o por estrabismo, por lo cual se procede a tapar el ojo sano para fortalecer los músculos del que presenta las anomalías.
Sí. Se denominan gimnasia ocular y su principal objetivo es fortalecer los músculos del globo ocular.
La consecuencia más grave para la salud que puede darse es la ambliopía, que es la pérdida de sensibilidad en la retina y por tanto reducción de la visión. También hay otras consecuencias, como la estética o la dificultad de la visión en la misma línea visual.