La eventración, hernia ventral o hernia incisional, es la salida por orificios no naturales de cualquier víscera abdominal, que se suele producir tras un traumatismo penetrante en el abdomen o una cirugía (del 1-6% de las cirugías), y está relacionada con la obesidad, el tipo de cirugía o las cirugías previas. Pueden dar lugar a un estrangulamiento cuando las vísceras abdominales se quedan dentro del saco herniario y reciben poco aporte de sangre, y es una enfermedad de tipo leve.
Los tipos de eventración serán en función de sus características clínicas:
La causa de la hernia ventral es el debilitamiento de la pared abdominal.
El síntoma principal de la eventración es el abultamiento en una zona del abdomen. El bulto es blando cuando se toca y se puede hacer más pequeño si presionamos sobre él. En esta zona abultada se puede producir dolor, sobre todo si se hacen esfuerzos, que puede hacerse mucho más intenso en caso de que la hernia se estrangule. Si esto ocurre se debe acudir a un servicio de urgencia hospitalaria.
El tratamiento de una hernia ventral será de tipo quirúrgico. Se puede realizar o bien una hernioplastia abierta, en la que, en este tipo de cirugía, se realiza una incisión en la zona del saco herniario, se procede a colocar el intestino en su lugar y el cirujano repara el defecto de la pared, colocando, si fuera necesario, una malla quirúrgica, o bien se puede realizar una hernioplastia laparoscópica, en la que se procede a hacer pequeñas incisiones de aproximadamente un centímetro en el abdomen; por una de ellas se introduce el laparoscopio y a través de otras se introduce el material quirúrgico necesario para hacer la reparación del defecto herniario, colocando una malla quirúrgica si fuera necesario. También se puede realizar un herniorrafia, en este caso no se coloca una malla, sino que se procede a coser el agujero herniario del paciente.
Las pruebas complementarias serán una ecografía y si fuera necesario un TAC.
El factor desencadenante de la eventración o hernia ventral es el debilitamiento de la pared abdominal.
Son factores de riesgo para una hernia ventral todos aquellos procesos que produzcan un aumento de la presión abdominal, entre ellos la tos muy intensa, coger pesos excesivos, estreñimiento pertinaz, sobrepeso, esfuerzos excesivos al orinar, el embarazo y el envejecimiento. También son un factor de riesgo las las incisiones quirúrgicas previas.
La hernia ventral o eventración deberá ser tratada por un cirujano general.
Una hernia es el defecto de la pared muscular debido al debilitamiento del músculo o zonas en las que se hayan hecho incisiones quirúrgicas. Esto hace que, a través de un agujero, por el cual se sale el contenido de vísceras que hay en el interior del abdomen.
La cirugía de hernia es relativamente sencilla, puede durar entre 30 minutos y una hora, y la recuperación consistirá en 1 ó 3 días en el hospital dependiendo de si se trata de cirugía laparoscópica o cirugía abierta,ya que la recuperación de una cirugía laparoscópica será en principio mejor y más rápida que la de una cirugía abierta.
Las zonas donde puede salir una hernia son muchas, las más frecuentes son la zona umbilical y en la zona inguinal. Esto se debe a que en estas zonas los músculos son más débiles de por sí. Además, las hernias ventrales pueden salir en zonas donde haya habido cirugía previa, y suelen estar cercanas a las zonas cicatriciales, en sus bordes y a veces en las propias cicatrices. Esto se debe a que estas zonas ya manipuladas quedan debilitadas frente a otras áreas.
La hernia suele tener un dolor continuo no muy intenso que puede aumentar con ciertos esfuerzos. Es un dolor de tipo opresivo, cuando se estrangula la zona, el dolor se hace muy intenso y suele ir acompañado de vómitos. Si sobre una hernia se intensifica el dolor se debe de acudir a un centro hospitalario, ya que las hernias estranguladas precisan una atención quirúrgica urgente.