El flutter auricular es una alteración del ritmo cardíaco que se inicia en la aurícula, en ella se produce una taquicardia con aumento de la frecuencia del latido de aurícula, que puede llegar a ser de 250 a 300 lat./min. Normalmente, no todos los latidos se transmiten al ventrículo, ya que el nodo auriculoventricular no permite esta transmisión.
Se diferencian dos tipos de flutter auricular:
Las causas del flutter auricular pueden ser hipertensión arterial mantenida, enfermedad del seno (lugar de donde parte el impulso eléctrico cardiaco), valvulopatía cardíaca, alteraciones por cardiopatía isquémica (infarto o arteriopatía coronaria), hipertiroidismo, uso de fármacos e insuficiencia cardíaca.
Los síntomas principales son palpitaciones, falta de tolerancia al ejercicio, fatiga, disnea y, en casos más importantes, puede presentar mareos e incluso pérdida de conocimiento.
El tratamiento de flutter auricular es médico o intervencionista.
Las pruebas complementarias en un flutter auricular son:
El factor desencadenante del flutter auricular es la alteración de la conducción eléctrica cardiaca por la variación de reentrada en la aurícula.
Son factores de riesgo para el flutter auricular la hipertensión arterial, las valvulopatías, la insuficiencia cardiaca, el daño isquémico cardiaco y el hipertiroidismo.
La complicación más frecuente del flutter auricular es la insuficiencia cardiaca, producida por la alteración de la función de la bomba cardiaca. También puede dar lugar a trombosis arteriales, esto hace que en muchos casos sea necesaria la anticoagulación del paciente, dado que es normal que se formen trombos en la zona de la aurícula que pueden pasar al ventrículo y desde ahí, dirigirse a una arteria.
La prevención del flutter auricular es el control de enfermedades de riesgo como hipertensión cardiaca, valvulopatías, insuficiencia cardiaca y alteraciones cardiovasculares como aterosclerosis.
El flutter auricular debe ser controlado por el especialista en cardiología.
El flutter en el corazón es la taquicardia auricular o ventricular que se produce por un aumento del número de latidos cardíacos. En el caso de aurícula, los latidos auriculares pueden ser de entre 205 y 300 por minutos. En el caso de flutter ventricular, se produce un aumento de los latidos ventriculares de hasta 300, esta situación es de riesgo vital para el paciente, debe ser revertida de forma rápida para evitar la muerte del paciente.
La arritmia cardíaca es el latido de corazón que no se produce de forma periódica. En general, el corazón late a unos 60 latidos por minuto, esto quiere decir 1 latido por segundo. En el caso de las arritmias cardíacas, el corazón no tiene 1 latido por segundo, sino que, a veces, está a 1 segundo y otras a 3, o a 2.
Las arritmias pueden ser rápidas cuando hay más de 120 latidos por minuto, se conocen entonces como taquicardia o, por el contrario, ser más lentas de lo normal, en cuyo caso, están por debajo de 40 latidos por minuto y se conocen como bradicardias.
Las arritmias cardiacas se pueden clasificar según su lugar de origen en arritmias auriculares, si se originan en las aurículas, o arritmias ventriculares, si se originan en los ventrículos.
Según la frecuencia, se pueden clasificar en bradicardias, cuando hay menos de 40 latidos por minuto o taquicardias, cuando hay más de 120 latidos por minuto.
El ritmo de paro cardiaco puede ser la taquicardia ventricular, cuando el corazón supera los 300 latidos por minuto a nivel del ventrículo, provocando que la función cardiaca de bomba no se realice y dando lugar a un paro cardíaco si no se logra revertir.
La disociación electromecánica es una actividad eléctrica recogida en el monitor, pero cuando el paciente no tiene pulso, es lo típico que aparece en la taquicardia o flutter ventricular.