El herpes zóster es la enfermedad producida por la multiplicación del virus de la varicela -zóster (el mismo que causa la varicela). Se trata de un sarpullido en forma de ampollas muy dolorosas en la piel y que recorre un nervio. Cuando se encuentra en la zona intercostal, se le conoce con el nombre vulgar de culebrilla. Las infecciones por herpes zóster están en clara relación con la edad, así, el 64% de los casos se producen en personas mayores de 50 años El herpes zóster produce infecciones por encima de los 70 a 79 años con mayor frecuencia, llegando a suponer el 11,5 de casos por cada mil habitantes. Se considera una enfermedad de tipo leve.
La causa del herpes zóster es haber padecido una infección por varicela, cuyo virus queda latente en el organismo reproduciéndose en situaciones de inmunosupresión.
Los síntomas del herpes zóster son dolor, escozor y sensación de quemazón, y son previas a la aparición de las lesiones vesiculosas con líquido en su interior que aparecen en la piel y evolucionan a lesiones costrosas siguiendo una raíz nerviosa.
El tratamiento para el herpes zóster es un tratamiento con dos fármacos que pueden usarse indistintamente. El Aciclovir en dosis de 500 mg. cuatro veces al dia, y el Famciclovir de 500 mg. en dosis de tres veces al día. Junto a este tratamiento se pueden aplicar compresas de sulfato de cobre al 1 por 1.000; dichas compresas se pueden poner tres o cuatro veces al día y su finalidad es evitar la infección de las lesiones y aliviar el picor,. Puede ser necesario el uso de analgesicos del tipo Tramadol para aliviar el dolor.
El diagnóstico del herpes zóster es un diagnóstico clínico, pero en casos de sospecha de meningitis o encefalitis por dicho virus, pueden ser necesarias algunas pruebas de laboratorio para cultivar el virus y llegar a un diagnóstico preciso.
El factor desencadenante del herpes zóster será la inmunosupresión, aunque también se puede desencadenar por estrés.
El principal factor de riesgo para el herpes zóster es la inmunodepresión, ya sea por infecciones como el HIV, por otras enfermedades, o por tratamientos inmunosupresores.
Los especialistas implicados en el tratamiento del herpes zóster serán el médico de familia, el dermatólogo y en algunos casos más complicados el médico especialista en enfermedades infecciosas.
Los herpes son enfermedades contagiosas a través de lesiones en la piel que contienen el virus. En el caso de los herpes zóster la enfermedad que contagia es la varicela. El herpes zóster se puede diseminar por el propio enfermo a otras localizaciones si tras tocar dichas lesiones se toca en otra zona del cuerpo, por ello es importante extremar las medidas de higiene de manos.
La culebrilla es el nombre vulgar de los herpes zóster intercostales.
Los herpes simples son los herpes que se producen por el contagio entre personas, de los virus de herpes simples, estos son el VHS 1 que producen los herpes labiales y el virus VHS 2 que produce las enfermedades en los genitales y que se contagia por vía sexual
El virus del herpes zóster y la varicela son el mismo virus, en primer lugar produce la varicela, tras ella el virus se queda en el organismo de manera latente y en situaciones de inmunodepresión se produce el herpes zóster.
La neuropatía postherpética en realidad es una neuralgia postherpética, es por tanto un dolor mantenido en la raíz nerviosa afectada por el herpes. Es más común en pacientes ancianos. y en aquellos que reciben el tratamiento antirretroviral tras más de 48 horas del inicio del proceso, puede durar meses y algunos pacientes necesitan opioides para el control del dolor.