También conocida como HTA, presión arterial alta, la hipertensión es una afección que se produce por un aumento del bombeo de la sangre del corazón, así como un estrechamiento de las arterias provocado por diferentes causas. Suele aparecer a partir de lo 45 años y pertenece a la especialidad de medicina familiar, siendo considerada una enfermedad de tipo leve.
La hipertensión se divide en dos tipos según el origen que la cause:
La hipertensión se produce porque la sangre hace demasiada presión sobre las paredes de las arterias, lo que ocasiona que el corazón tenga que bombear más sangre y las arterias se vuelvan más estrechas. Así se genera la hipertensión.
La causa de la hipertensión puede ser fruto de una enfermedad no diagnosticada, del consumo de drogas, alcohol o medicamentos sin estar recetados, o incluso puede desarrollarse durante años sin existir causa aparente.
En la mayoría de los casos la hipertensión el paciente no presenta síntomas hasta que la presión arterial está elevada a niveles graves. Sin embargo, en algunos casos sí que hay síntomas, cuando aparecen los principales son:
Para tratar la hipertensión el paciente deberá mejorar su estilo de vida, cuidar su alimentación, dejar los malos hábitos y practicar deporte.
Además, para reducir la presión arterial deberá tomar medicamentos, los cuales son diferentes para cada persona según su historial clínico, por lo que deben ser recetados por el médico.
Para diagnosticar si el paciente sufre hipertensión se realizará una entrevista a la vez que se revisa el historial médico del paciente de manera que se busca si existen causas de enfermedad, toma de medicamentos, estilo de vida, etc, que puedan ocasionar esta enfermedad.
Después se mide la presión arterial del paciente mediante el tensiómetro colocando un manguito en el brazo, el cual debe estar a la altura del corazón, las piernas han de estar descruzadas. A continuación, se insufla aire para obtener dos valores: la presión sistólica y diastólica, sabiendo así la presión arterial del paciente.
La hipertensión puede aparecer de golpe como síntoma de otra enfermedad o después de haberse desarrollado poco a poco con el paso de los años.
Por tanto, los factores desencadenantes de una hipertensión pueden ser tanto una enfermedad, como la afectación del tiroides, el consumo de drogas o el paso de los años, sin una causa justificada.
El desarrollo de la hipertensión está relacionado con una serie de factores de riesgo que influyen a la hora de que un paciente tenga más tendencia a sufrirla. Estos factores de riesgo son:
La hipertensión debe ser tratada y puesta en diagnóstico por el médico de cabecera del paciente, perteneciendo así a la rama médica de medicina familiar.
Algunos de los alimentos recomendados para la hipertensión son: los lácteos, pescados, huevos, cereales, carnes con poca grasa, frutas, legumbres, patatas, aceite de oliva y muchos líquidos.
120/80 mm Hg, en la medida de milímetros de mercurio o más comúnmente se dice 12/8.
Entre 60 y 100 pulsaciones por minuto.
La presión que realiza la sangre contra la pared del vaso sanguíneo cuando el corazón está en diástole (en reposo entre un latido y otro sin bombear sangre). Mide la tensión mínima.
Para la tensión baja algunos alimentos recomendados son: chocolate negro, cafeína, teína, embutidos, lácteos, frutos secos, huevos, pescados y regaliz.