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Intolerancia a la Lactosa

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¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa, intolerancia a la leche, deficiencia de lactasa, deficiencia de   disacaridasa, o intolerancia a productos lácteos, es un trastorno en el que se produce una malabsorción del azúcar lactosa presente en la leche de los mamíferos, debido a una alteración en el intestino que provoca un déficit de la enzima que digiere este azúcar, la lactasa. Es una patología muy común, cuya frecuencia varía según la etnia de la población y la latitud en la que geográficamente se localiza. En España, un tercio de la población padece esta malabsorción. Es un trastorno que no suele comprometer la vida del paciente, aunque puede producir hasta su diagnóstico molestias abdominales y trastornos intestinales importantes e implica una limitación en cuanto a los alimentos que el paciente puede ingerir.
La intolerancia a la lactosa es debida a una malabsorción de la misma, la cual está desencadenada por la producción insuficiente de lactasa.

Tipos  y causas de intolerancias a la lactosa

Según el orígen del inicio de la intolerancia, del tipo de déficit de lactasa se clasifica en:

  • Primaria: (hipolactasia del adulto) tiene carácter hereditario, que da síntomas en el adolescente o adulto joven. El déficit de lactasa en este caso raramente es del 100% y el paciente puede tolerar pequeñas cantidades de lactosa sin producir síntomas.
  • Secundaria o adquirida: puede producirse un déficit transitorio de lactasa en un intestino que habitualmente no tiene ninguna alteración. Durante un episodio agudo de una gastroenteritis infecciosa, se produce un daño en la mucosa (revestimiento del intestino), que hace desaparecer la enzima. También puede ser producida por la toma de medicamentos como la Aspirina, antiinflamatorios no esteroideos, antibióticos…etc. Asimismo, enfermedades crónicas del intestino delgado también pueden producir la reserva intestinal enzimática de lactasa, como la fibrosis quística, el síndrome de Zollinger Ellison, enteritis por virus de la inmunodeficiencia humana… etc.
  • Congénita (alactasia): tipo muy raro de déficit de lactasa. Los síntomas se presentan desde el nacimiento cuando el bebé ingiere leche.

Síntomas de la intolerancia a la lactosa

Los síntomas más frecuentes son dolor abdominal, diarrea, hinchazón abdominal, flatulencia y vómitos tras la ingestión de alimentos que contengan este tipo de azúcar. En casos severos puede aparecer deshidratación y desnutrición.

Tratamiento para la intolerancia a la lactosa

El tratamiento se basa en la eliminación de la dieta del aporte de lactosa y, con ello, de todos los alimentos que la contengan. Hay pacientes que no tienen un déficit de la enzima que hidroliza este azúcar del 100%, por lo que en estos casos está indicado disminuir el consumo de lactosa a los niveles que puedan tolerar sin producción de síntomas, de hecho, este término es la opción más recomendada por los médicos. Si es preciso se complementará la dieta con suplementos nutricionales para asegurar el aporte de sustancias fundamentales para el organismo como el calcio y la vitamina D. Los pacientes con toma de tratamientos farmacológicos crónicos que tengan una intolerancia total, también tienen que vigilar la presencia de lactosa como excipiente de los fármacos que toman.

Pruebas complementarias del tratamiento de la intolerancia a la lactosa

Junto con el interrogatorio clínico sobre los síntomas que presenta el paciente y la exploración física, se pueden realizar los siguientes tests para confirmar el diagnóstico:

  • Test de tolerancia a la lactosa: se realiza una sobrecarga de 50 gramos de lactasa y se hacen controles de la glucosa en sangre a los 30 minutos durante las siguientes dos horas después de la ingesta. Si el nivel de glucosa en sangre no aumenta al menos 20 miligramos del nivel basal, se considera que puede haber un déficit de lactasa. Tiene el inconveniente de que la prueba se puede ver alterada por patologías como la diabetes mellitus, entre otras.
  • El test del hidrógeno espirado: se basa en la detección del hidrógeno que expira el paciente tras ingerir 50 gramos de lactosa, ya que al no poderse absorber en el intestino delgado, la lactasa pasa al intestino grueso en su gran mayoría y allí, las bacterias del intestino producen una degradación de la lactosa con aumento del hidrógeno que se absorbe en el colon y posteriormente se elimina con la respiración.
  • Determinación del pH de las heces: cuando existe una alteración en la absorción de lactosa, aumenta el ácido láctico en las heces, presentando éstas un PH ácido que se detecta para hacer el diagnóstico
  • Estudio genético: para clasificar a los pacientes como “lactasa-deficientes” o “lactasa-persistentes”
  • Por último, se puede realizar la toma de un pequeña muestra de tejido de la mucosa del intestino delgado para analizarlo y determinar la ausencia de lactasa.

Factores desencadenantes de la intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa es debida a una malabsorción de la misma, la cual está desencadenada por la producción insuficiente de lactasa (hipolactasia), en el intestino delgado, enzima que divide a la lactosa en dos azúcares más pequeños que son los absorbidos por el cuerpo.

Factores de riesgo de la intolerancia a la lactosa

  • Bebés prematuros.
  • Ser de origen asiático, africano, nativos americanos y mediterráneos.
  • Padecer enfermedades infecciosas intestinales.
  • Padecer enfermedades digestivas crónicas como la celiaquía.

Complicaciones de la intolerancia a la lactosa

  • Diarrea severa.
  • Deshidratación.
  • Desnutrición.
  • Déficit de elementos como el calcio cuando se restringe el aporte de leche en la dieta sin suplementos añadidos, lo que puede derivar en otras complicaciones como aparición de osteoporosis, entre otras.

Prevención de la intolerancia a la lactosa

  • No existe una manera eficaz de prevenir la intolerancia a la lactosa.
  • Sí se pueden evitar los síntomas y complicaciones que de ello deriva, restringiendo en la dieta los alimentos que más lactosa contienen.

Especialidades a las que pertenece la intolerancia a la lactosa

Esta patología es diagnosticada y tratada por los especialistas en aparato digestivo.

Preguntas frecuentes:

¿Cuáles son los alimentos que contienen lactosa?

La lactosa es un azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos: vacas, cabras, ovejas y en la leche humana. Existen múltiples alimentos procesados y preparados en el mercado que pueden contener lactosa, como galletas, caldos, panes, embutidos…etc.

¿Qué quiere decir “sin lactosa”?

Esa especificación que habitualmente viene detallada en algunos alimentos, hace referencia a que han eliminado de ellos el azúcar lactosa.

¿Qué produce la lactosa?

La lactosa es un tipo de azúcar presente de manera natural en la leche y los productos lácteos.

¿Cuál es la principal función de la lactosa?

La lactosa es un azúcar, el principal azúcar de la leche de los mamíferos. Cuando se ingiere es transformada en el intestino por una enzima en dos azúcares más sencillos, la glucosa y la galactosa que son absorbidos por el cuerpo. Su función, como la de cualquier azúcar, es aportar energía al organismo. Además, la galactosa desempeña varias funciones biológicas y participa en los procesos inmunitarios y neuronales. Por otro lado, la lactosa y otros azúcares de la leche también favorecen el crecimiento de bacterias en el intestino que forman la microflora intestinal. Se cree además que a lactosa podría influir en la absorción del calcio y otros minerales, como cobre y zinc, sobre todo durante la etapa de lactancia.

¿Qué es la lactasa?

La lactasa es una enzima intestinal cuya función es desdoblar la lactasa en glucosa y galactosa, dos azúcares más sencillos y más fáciles de absorber en el intestino.


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