La luxación acromioclavicular es la pérdida de relación articular (pérdida de contacto), entre la clavícula y una parte de la escápula denominada acromion, producida por una lesión y rotura de los ligamentos que unen estos dos huesos. Es una lesión que aparece sobre todo en pacientes jóvenes, varones, y durante la práctica de algún deporte. Son frecuentes en deportes de contacto representando el 8% de todas las luxaciones que se pueden dar en el cuerpo. Es una alteración traumatológica con una afectación moderada-grave por el dolor intenso que produce y la impotencia funcional para la movilización del brazo que provoca.
Las luxaciones acromioclaviculares se engloban dentro de la clasificación de lesiones producidas en la articulación acromioclavicular, siendo uno de sus grados de lesión más graves. Así se describen las lesiones según su severidad en:
Los siguientes grados de lesión corresponden por sí mismos a la luxación de la articulación en distinto nivel de intensidad, con pérdida de contacto total de la articulación:
La causa más frecuente es una caída con traumatismo directo sobre la región lateral del hombro con el brazo en aducción (pegado al tronco). También puede ocurrir mediante un mecanismo indirecto por una caída o traumatismo, teniendo el codo o la mano en extensión o cabeza humeral contra el acromion, elevandolo y pudiendo provocar diferentes grados de lesión en los ligamentos acromioclaviculares.
Aparece un dolor agudo e intenso en el hombro que aumenta con la movilización del hombro y el brazo, siendo este movimiento casi imposible en los grados más severos, y teniendo el paciente una sensación de inestabilidad del hombro importante con la necesidad de sujetarse el brazo del hombro afecto con la otra mano para aliviar el dolor y “agarrarse” el brazo (se sujeta con la mano el brazo dañado por el codo flexionado y pegado al cuerpo). Además, a la palpación del hombro se puede apreciar la tensión que la clavícula mal posicionada ejerce sobre la piel del hombro y cómo desciende si la apretamos (signo de la tecla). Así mismo, pueden aparecer signos como inflamación, enrojecimiento, edema y aparición de un hematoma en la zona.
En los grados de lesión III y IV puede plantearse un tratamiento ortopédico en pacientes con escasa movilidad y demanda generalizada (pacientes mayores). En estos grados, y siempre en los grados V y VI de luxación, se indica también un tratamiento quirúrgico para reparación de los ligamentos y recolocación de la clavícula, para que esta articule convenientemente con la escápula. Además, se utilizan tratamientos farmacológicos para disminuir el dolor y la inflamación, junto con la inmovilización durante un tiempo de recuperación.
Posteriormente se aplican medidas de fisioterapia y rehabilitación para ir consiguiendo de forma progresiva la recuperación de la movilidad del hombro de manera adecuada.
Dentro de las pruebas complementarias básicas para el diagnóstico de la luxación acromioclavicular se encuentra la radiografía de hombro.
El factor desencadenante es sufrir un impacto de alta energía sobre la articulación acromioclavicular o de forma indirecta, sobre el brazo, en una posición que fuerce el desajuste de las estructuras anatómicas de la articulación acromioclavicular.
El factor de riesgo fundamental es el desarrollo de una actividad deportiva como puede ser el ciclismo, el fútbol, el esquí, el snowboard…etc.
Esta patología es diagnosticada y tratada por los especialistas en traumatología.
Como cualquier otra afectación artrósica, se trata de la aparición de una degeneración progresiva de las superficies articulares de esta articulación, a veces favorecida en los casos de que exista previamente una luxación acromioclavicular.
El denominado signo de la tecla, es un signo físico que se objetiva en la exploración, producido por ruptura de los ligamentos que unen la escápula a la clavícula, de tal manera que apreciamos la presencia de un escalón en la articulación acromioclavicular que, si presionamos con un dedo en el extremo externo de la clavícula hacia abajo, vemos cómo se reduce este espacio y cómo se vuelve a luxar y aumentar el espacio creado por la lesión, si dejamos de hacer presión (como si tocáramos una tecla de piano que baja y sube)
El hombro en charretera es un signo exploratorio que se objetiva cuando el paciente ha sufrido una luxación anterior del hombro, donde se ha perdido el perfil redondeado del mismo y aparece una deformidad afilada porque sobresale el acromion (parte de la escápula).
Es una afectación que se produce cuando existe una luxación anterior del hombro en la parte de la escápula que articula con el húmero, con arrancamiento o desgarro de la parte anterior e inferior del rodete glenoideo (cavidad de la articulación de la escápula en forma de “c” que articula con el húmero).
Es una luxación parcial del hombro en la que la cabeza del húmero (la bola del hueso del hombro), se ha salido parcialmente de la cavidad glenoidea (parte de la escápula con forma de “c” donde encaja o articula el hueso humeral).