La pielonefritis, también conocida como infección urinaria alta, es una infección de las vías urinarias que, generalmente, afecta al parénquima (tejido que recubre el riñón) y pelvis renal, comienza en la uretra o en la vejiga y sube hasta uno o ambos riñones. Es más frecuente en mujeres jóvenes sexualmente activas o postmenopáusicas y durante el embarazo. En hombres ocurre menos a consecuencia de hiperplasia prostática (aumento de la próstata), que dificulta la excreción de la orina a partir de los 50 años. En el caso de niños se debe a malformaciones urológicas. Es una enfermedad común y en algunos casos potencialmente grave que, si no se trata a tiempo y correctamente, puede llevar a la sepsis, fallo múltiple del órgano, causar daño permanente a los riñones, o a que las bacterias se logren diseminar en el torrente sanguíneo y provocar una infección que puede poner en riesgo la vida.
La pielonefritis se clasifica en:
Las bacterias que ingresan en las vías urinarias a través del tubo que transporta la orina del cuerpo pueden multiplicarse y desplazarse a los riñones. Esta es la causa más frecuente de infecciones renales. También las bacterias de cualquier otra parte del cuerpo pueden extenderse a los riñones a través del torrente sanguíneo.
Los síntomas de la pielonefritis incluyen:
Los antibióticos son la primera línea de tratamiento para las infecciones renales. Los medicamentos que se indiquen y el tiempo de uso dependerá del estado de salud, así como del tipo de bacteria. Por lo general, los signos y síntomas de una infección renal comienzan a desaparecer a los pocos días de tratamiento.
No obstante, es posible que se necesite continuar tomando antibióticos durante una semana o más. Si se tiene una infección renal grave, puede ser recomendable la hospitalización.
El tratamiento puede comprender antibióticos y líquidos que se reciben a través de una vena del brazo (por vía intravenosa).
La duración de la hospitalización dependerá de la gravedad de la enfermedad.
Para el diagnóstico y tratamiento de la pielonefritis se realizan pruebas como: análisis de orina y urocultivo para analizar la presencia de bacterias, sangre o pus. Ecografía. y tomografía computarizada. Un tipo de radiografía llamada «cistouretrografía miccional» que consiste en una inyección de un tinte de contraste para tomar una radiografía de la vejiga cuando esta está llena y mientras se orina.
No se conoce un factor específico que pueda desencadenar la pielonefritis.
Los factores que aumentan el riesgo de la pielonefritis:
Las complicaciones de la pielonefritis incluyen:
Para prevenir la pielonefritis es necesario:
La pielonefritis pertenece a la especialidad de nefrología y urología. La nefrología es la parte de la medicina que se encarga de la anatomía, la fisiología y las enfermedades del riñón. La urología es la rama de la medicina que maneja el sistema urinario en la mujer y el sistema genito-urinario en el hombre.
La cistitis es la inflamación de la vejiga.
La cistitis y la pielonefritis son dos tipos de infecciones del tracto urinario, coloquialmente conocidas como infecciones de orina. La cistitis afecta a la vías bajas del tracto urinario, que abarca desde la vejiga hasta la uretra, mientras que, la pielonefritis, por su parte, se da en las vías altas, desde los riñones a los uréteres y afecta la pelvis y parénquima renal.
La cistitis es causada por la presencia de bacterias como la Escherichia coli y diversas especies del género Proteus y Klebsiella pneumoniae. Otras razones son no realizar una higiene adecuada y correcta después de realizar una deposición, que debe de ser siempre desde la vagina hacia el ano, principalmente en las mujeres, ya que la entrada de la uretra de la mujer se encuentra más cerca del ano. También en las relaciones sexuales más comúnmente con el sexo anal y el uso de DIU (dispositivo intrauterino).
La cistitis intersticial o cistitis crónica consiste en la inflamación prolongada de la vejiga. Esta puede ser muy molesta y dolorosa.
Una infección de las vías urinarias es una infección que se produce en cualquier parte del aparato urinario: los riñones, los uréteres, la vejiga y/o la uretra. La mayoría de las infecciones ocurren en las vías urinarias inferiores la vejiga y la uretra.