El síndrome piriforme o síndrome piramidal se refiere a la irritación del nervio ciático cuando pasa por el músculo piramidal, que es un músculo pequeño situado profundamente dentro de la región de la cadera y de la región glútea. Este conecta el sacro (la región más baja de la columna) con el fémur (hueso del muslo). Cuando la cadera está en extensión, su función es de rotador externo, sin embargo, con la articulación de la cadera flexionada, el músculo se convierte en abductor del fémur. Es una afección más frecuente en el campo de la actividad física y el deporte. Afecta más a las mujeres que a los hombres y es poco común.
La mayoría de las personas que tienen el síndrome piriforme mejoran con el tratamiento y los cambios en el estilo de vida. Si no se trata esta afección, puede causar daños permanentes en los nervios.
No hay más tipos de síndromes comunes asociados al síndrome piriforme.
El síndrome piriforme está causado predominantemente por un acortamiento o una contractura del músculo piramidal. Esto se traduce en un engrosamiento de sus fibras musculares causando una presión y atrapamiento del nervio ciático y provocando un cuadro clínico de dolor característico del nervio ciático, con irradiación al miembro inferior en el recorrido del mismo.
Las causas que generan este síndrome son:
Los síntomas del síndrome piriforme pueden incluir:
El dolor, usualmente afecta solo a un lado de la parte inferior del cuerpo. Pero también puede ocurrir en ambos lados al mismo tiempo.
El tratamiento del síndrome piriforme requiere en primer lugar suspender por completo cualquier actividad física que produzca dolor, por lo que tendrá que estar en reposo. En un primer momento se debe aplicar hielo durante 20 a 30 minutos, cada 3 o 4 horas hasta que el dolor vaya desapareciendo. En este caso, siempre que la persona presente dolor, el tratamiento debe de tratar disminuir la tensión del músculo piriforme.
Las sesiones de fisioterapia son una gran opción de tratamiento para disminuir el dolor y la incomodidad, siendo, generalmente, muy eficaces con masajes de descarga. De todos modos, es ideal que el paciente descanse y no fuerce la zona afectada.
El tiempo de recuperación, dependerá de muchos factores como la edad, estado de salud o si ha tenido una lesión piriforme con anterioridad y puede ir de 2 a 6 semanas, según la gravedad de ésta.
Además de la exploración física de la pierna y columna, las pruebas complementarias para el diagnóstico del síndrome piriforme son, la resonancia magnética y la tomografía axial computarizada (escáner).
No se conoce un factor en específico que pueda desencadenar el síndrome piriforme.
Entre los factores que aumentan el riesgo de tener el síndrome piriforme están:
Las complicaciones pueden incluir:
Para prevenir el síndrome es necesario:
El síndrome piriforme pertenece a la especialidad de la ortopedia y la traumatología, estas se encargan del diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y prevención de lesiones y enfermedades del sistema musculoesquelético del cuerpo humano. Este complejo sistema incluye los huesos, las articulaciones, los ligamentos, los tendones, los músculos.
Hace referencia a la forma parecida a la de una pera que tiene el músculo piramidal. Este está situado en la cara posterior del muslo, a nivel inferior del músculo glúteo menor. Tiene su origen en la superficie anterolateral del sacro y su inserción en el borde superior del trocánter mayor del fémur.
Se refiere a dolor, debilidad, entumecimiento u hormigueo en la pierna. Es causado por lesión o presión sobre el nervio ciático. La ciática es un síntoma de otro problema de salud. No es una enfermedad por sí sola. La ciática ocurre cuando hay presión o daño al nervio ciático. Este nervio comienza en la región lumbar y baja por la parte posterior de cada pierna. Este nervio controla los músculos de la parte posterior de la rodilla y región inferior de la pierna.
Es un músculo pequeño situado profundamente dentro de la región de la cadera y de la región glútea. Este conecta el sacro (la región más baja de la columna) con el fémur (hueso del muslo). Cuando la cadera está en extensión, su función es rotador externo, sin embargo, con la articulación de la cadera flexionada el músculo se convierte en abductor del fémur.
Los analgésicos como paracetamol o ibuprofeno que son antiinflamatorios no esteroideos (AINES). En algunos casos se utilizan inyecciones o medicación con corticoides.