Un taponamiento cardíaco es la compresión del corazón provocada por acumulo de sangre o líquido en el espacio entre el miocardio (músculo del corazón) y el pericardio (saco exterior que cubre el corazón) y que produce un severo trastorno hemodinámico, a consecuencia de un incremento en la presión intrapericárdica.
Es una urgencia médica ya que impide que el corazón pueda ejercer su función normal de bombeo de la sangre evitando que se llene correctamente, lo que produce una disminución del gasto cardíaco y shock cardiogénico. Ocurre aproximadamente en 2 de cada 10.000 personas. Es una afección grave que debe tratarse de emergencia y de forma adecuada para evitar la muerte de la persona que lo padece.
No se conocen variantes de esta enfermedad.
En esta afección, se acumula sangre o líquido dentro del saco que rodea el corazón. Esto impide que los ventrículos se expandan completamente. El exceso de presión del líquido impide que el corazón trabaje normalmente. Como resultado de esto, el cuerpo no recibe suficiente sangre. El taponamiento cardíaco puede ocurrir debido a:
Los síntomas de un taponamiento cardíaco pueden incluir:
Es importante detectar la causa que ha provocado el taponamiento cardíaco y tratarla. En cualquier caso, el taponamiento cardíaco es una situación de emergencia médica que requiere tratamiento hospitalario urgente para drenar lo antes posible el líquido (sangre o líquido inflamatorio) que se encuentra alrededor del corazón.
Para este drenaje del pericardio se utiliza una aguja, mediante un procedimiento de punción y aspiración que logre extraer el líquido acumulado alrededor del corazón. Este procedimiento se llama pericardiocentesis.
Otra opción de tratamiento que se puede plantear es una operación para extirpar parte de la membrana del pericardio que envuelve el corazón. Este procedimiento se llama pericardiectomía quirúrgica o ventana pericárdica.
Además, se debe administrar tratamiento de soporte y mantenimiento de las funciones vitales. Por ejemplo: aportar oxígeno y líquidos intravenosos que logren mantener la presión arterial y llegada de sangre oxigenada a los tejidos, para mantener a la persona con vida hasta que se haya drenado y resuelto el taponamiento.
En el diagnóstico del taponamiento cardíaco, además de la historia clínica y exploración física, se realizan estudios con pruebas complementarias de forma urgente, como son:
No se conoce un factor en específico que pueda desencadenar el taponamiento cardíaco.
Estos factores aumentan la probabilidad de desarrollar esta afección:
Las complicaciones de un taponamiento cardíaco pueden incluir:
Muchos de los casos no se pueden prevenir.
El taponamiento cardíaco pertenece a la especialidad de cardiología. La cardiología es la especialización de la medicina que trata las enfermedades del corazón.
La triada de Beck identifica tres características clínicas típicas del taponamiento cardíaco. Estas tres señales clínicas son:
Tener líquido en el espacio del corazón podría ser indicio de pericarditis (inflamación del pericardio), derrame pericárdico o de un taponamiento cardíaco.
Un hemopericardio es la colección de sangre en la cavidad pericárdica. Casi siempre suele ser debida a una lesión cardíaca, con rotura de su pared, bien traumática o tras un infarto de miocardio. Si es de magnitud y rapidez suficiente puede dar lugar a un taponamiento cardíaco.
La pericarditis es la inflamación y la irritación del pericardio, la membrana delgada con forma de saco que rodea el corazón. A menudo, la pericarditis causa dolor en el pecho y, a veces, otros síntomas. El dolor agudo en el pecho asociado a la pericarditis se produce cuando las capas irritadas del pericardio se frotan entre sí.
Es un derrame pericárdico que consiste en la acumulación de una cantidad excesiva de líquido en la estructura de dos capas, similar a una bolsa, que rodea al corazón (pericardio). Pero si el pericardio está enfermo o lesionado, la inflamación que se produce puede generar un exceso de líquido.