La tendinitis es la inflamación o la irritación de un tendón (cuerdas fibrosas que unen el músculo al hueso). Los tendones transmiten la energía generada por los músculos para ayudar a mover una articulación. Si bien la tendinitis puede ocurrir en cualquiera de los tendones, es más frecuente alrededor de los hombros, los codos, las muñecas, las rodillas y los talones. La tendinitis suele ser una patología crónica que tiene una alta tasa de reincidencia una vez que se produce y que provoca dolor, además de un aumento de la sensibilidad alrededor de la articulación. Es una lesión común, que si se trata adecuadamente puede evitar daños mayores.
Los tipos de tendinitis incluyen:
La tendinitis puede ser causada por una lesión repentina, aunque es mucho más probable que la enfermedad se origine en la repetición de un movimiento en particular a lo largo del tiempo. Muchas personas padecen tendinitis porque sus trabajos o pasatiempos implican movimientos repetitivos, que tensionan los tendones. Otras causas de la tendinitis incluyen:
Los síntomas de la tendinitis incluyen: sensibilidad en la movilización del tendón, dolor que, por lo general, se describe como un dolor sordo, hinchazón leve y dolor durante la noche. La intensificación e incremento del malestar y el dolor empeora con la realización de algún tipo de actividad.
El tratamiento de la tendinitis requiere el uso de antiinflamatorios y analgésicos con el objetivo de reducir la inflamación y el dolor que causa. No obstante, en algunas ocasiones se debe realizar vendaje compresivo para darle firmeza y protección y reducir la movilidad de la articulación afectada. También suele ser necesario recurrir a la fisioterapia y ejercicios con el fin de estirar y fortalecer tanto el músculo como el tendón para que vuelva a funcionar con normalidad, además de prevenir nuevas lesiones.
Para el diagnóstico y tratamiento solo es necesario una exploración física. Es posible que el médico pida radiografías u otras pruebas de diagnóstico por imágenes si es necesario descartar otras enfermedades que puedan ser la causa de los síntomas.
No se conoce un factor específico que pueda desencadenar la tendinitis.
El principal factor de riesgo de la tendinitis es la edad. A medida que las personas envejecen, sus tendones se vuelven menos flexibles lo que los hace más vulnerables a esta enfermedad. La tendinitis es más frecuente en personas cuyos empleos implican movimientos repetitivos, posiciones incómodas o gran esfuerzo físico. El riesgo aumenta también en personas que practican deportes como: béisbol, baloncesto, golf, running, natación o tenis.
Rotura del tendón: Se trata de una afección mucho más grave que la tendinitis y que tal vez requiera cirugía.
Para prevenir la tendinitis es necesario:
La tendinitis pertenece a la especialidad de traumatología y ortopedia, es la especialidad médica que se dedica al diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y prevención de lesiones y enfermedades del sistema musculoesquelético del cuerpo humano.
La epicondilitis o codo de tenista es una lesión por esfuerzo repetitivo en el movimiento de pronación-supinación forzada, en la que se inflaman los tendones de los músculos de la cara externa del codo (los músculos extensores de los dedos y la muñeca, y los supinadores del antebrazo) con un origen común (unión) en el epicóndilo.
La diferencia entre tendinitis y epicondilitis no existe ya que la epicondilitis es un tipo de tendinitis caracterizada por la inflamación o la irritación de un tendón. La epicondilitis es la inflamación de los tendones epicondíleos, que son los que unen la musculatura del antebrazo y de la mano con el epicóndilo en la cara lateral externa del codo.
La bursitis es un trastorno doloroso que afecta a las pequeñas bolsas rellenas de líquido (bolsas sinoviales) que proporcionan amortiguación a los huesos, tendones y músculos alrededor de las articulaciones.
La tendinitis de hombro es la más frecuente, seguida por la tendinitis de codo.