Las varices, también conocidas como venas varicosas o insuficiencia venosa crónica, son dilataciones venosas que se caracterizan por ser tortuosas, que no permiten el retorno venoso al corazón y que pueden aparecer en algunas partes del cuerpo pero afectan mayormente a los miembros inferiores. Es una patología muy común, siendo más habitual en mujeres que en hombres. Esta enfermedad si no se trata a tiempo puede desencadenar complicaciones más graves.
Existen diferentes tipos de clasificar las varices. El principal es:
Las causas de las varices suelen originarse por la debilidad de la pared de las venas. Las venas tienen en su interior unas válvulas que impiden que la sangre retroceda, y cuentan además con la colaboración de los músculos de las piernas que, al contraerse, ayudan a empujar la sangre, estableciendo un sentido único hacia el corazón.
Si las válvulas están débiles o dañadas, la sangre puede detenerse y acumularse en las venas. Esto hace que las venas se hinchen, lo que puede conducir a venas varicosas.
Otras causas para desarrollar varices son los antecedentes familiares o hereditarios, la tromboflebitis, en este caso son trombos, o lo que es lo mismo, coágulos, los que dificultan la circulación. Esta situación puede darse, por ejemplo, tras prolongados periodos de reposo en cama. El embarazo, las varices que aparecen durante el período de gestación son secundarias y tienden a desaparecer entre dos y tres semanas después del parto.
Los síntomas de las varices son: pesadez y cansancio en las piernas, visualización de varices con venas visibles, hormigueos al permanecer en la misma posición, calambres nocturnos, dolor, hinchazón o edema de los pies y tobillos, coloración de la piel. En fases más avanzadas de la enfermedad pueden aparecer úlceras venosas, sensación de calor o picores.
El tratamiento contra las varices va a depender de la gravedad de cada caso. En los más leves y donde la sintomatología no existe o es poca se opta por un tratamiento conservador no quirúrgico, que consiste en aliviar los síntomas y retrasar el progreso de la enfermedad.
Farmacológico, en los casos leves se pueden utilizar algunos medicamentos flavonoides que favorecen el tono de las venas y firmeza a las mismas. Por otro lado se pueden administrar analgésicos, antiinflamatorios, anticoagulantes de uso tópico etc.
Cirugía para tratar las varices, como el método tradicional o stipping, que consiste en eliminar las venas afectada seleccionandolas entre dos ligaduras realizadas en sus extremos y extirparlas por tracción.
Microcirugía, es una técnica más moderna en la que se elimina solo los trayectos venoso afectados, mediante incisiones mínimas.
Escleroterapia, no todas las varices pueden tratarse con esta técnica. Consiste en la irritación de las paredes anteriores de las venas, de manera que estas se cierren por sí misma con la cicatrización.
Las pruebas complementarias o diagnósticas del tratamiento contra las varices, después del médico realizar una historia clínica y exploración física, que ayuda a ver el problema y sobre todo el grado o tipo de varices son.
El eco-Doppler: es una técnica que combina la ecografía (para ver las venas y arterias en su trayecto y comprobar las alteraciones que puedan sufrir en su interior), que muestra el flujo venoso y sus anomalías. Está prueba debe realizarse con el paciente de pie y tumbado. es una prueba no dolorosa y que no necesita preparación previa.
Flebografia: consiste en inyectar un contraste yodado en la vena y luego realizar una radiografía. Solo se utiliza en casos muy puntuales, ya que es una prueba que suele ser dolorosa y presenta riesgos innecesarios para el paciente.
Existen factores desencadenantes que incrementan el riesgo de desarrollar varices como son la edad, que aumenta el riesgo de padecerlas, el sexo, ya que son más frecuentes en la mujer, la obesidad, el embarazo, los tratamientos hormonales, la vida sedentaria (falta de ejercicio), antecedentes hereditarios familiares y profesiones de riesgo, que son todas aquellas donde las personas tienen que estar más de 6 horas pie o sentado.
Entre las complicaciones de las varices están:
La prevención de las varices es importante cuando se tienen antecedentes familiares de varices, o existen factores de riesgo que pueden hacer su posible aparición. Para prevenir las varices es necesario:
Las varices pertenecen a las especialidades de Angiología y Cirugía Vascular. Existe una subespecialidad, denominada Flebología, que se ocupa de las enfermedades venosas, entre las que se encuentran las varices.
El especialista que trata las varices se llama flebologo, es un médico que estudia el estado de las venas.
Las varices no solo salen en las piernas, habitualmente las varices aparecen en las mismas, pero pueden surgir también en otras zonas del cuerpo como el esófago, la región anal o en los testículos.
Si existen remedios caseros para evitar las varices, como plantas medicinales con propiedades venotónicas que ayudan a la prevención y al tratamiento de las varices. Entre estas plantas están: castaño de Indias, rusco, vid roja, ginkgo biloba y hamamelis. Se suelen administrar por vía oral o aplicarse en forma de geles y cremas con efecto frío. Pero se recomienda siempre acudir al especialista y buscar una solución médica.
Sí, es verdad que son genéticas las varices. Son causadas por la insuficiencia venosa, condición que sugiere una carga genética de 97% de probabilidad de desarrollarlas.
La escleroterapia es un tratamiento mínimamente invasivo usado para tratar las venas varicosas y de araña. En el procedimiento se inyecta una solución directamente en las venas afectadas que hace que se encojan, y a la larga desaparecen.