El ambroxol es un medicamento que pertenece a un grupo denominado mucolíticos, se utiliza en procesos bronquiales. Está indicado para tratar los síntomas y afecciones agudas y crónicas de las vías respiratorias, actúan disminuyendo la viscosidad de las secreciones bronquiales para ayudar a expulsar el exceso de mucosidades acumuladas, principalmente en bronquios, evitando así que se almacenen en los alveolos pulmonares.
El ambroxol está indicado para tratar las enfermedades de las vías respiratorias como:
En ocasiones, se pueden presentar efectos secundarios como:
Existen algunas contraindicaciones para el uso del ambroxol, como:
El Ambroxol puede administrarse con antibióticos orales como tratamiento de infecciones de las vías respiratorias, como son la amoxicilina, azitromicina, cefuroxim, doxiciclina, eritromicina, etc. Pero también su uso eleva la concentración del antibiótico en el tejido pulmonar. Se debe tener precaución con los antitusivos por el riesgo de acumulación que se forma al reducir los reflejos de la tos.
No existen interacciones si se administra con otros bronquiolíticos, corticoides o diuréticos.
El ambroxol puede administarse por vía oral mediante solución, jarabes, tabletas y gotas pediátricas, y vía intravenosa por medio de ampollas.
Sí, se puede por ejemplo si se está tomando Amoxicilina u otros antibióticos similares en conjunto con el ambroxol, hay una mayor penetración de estos medicamentos en las secreciones de los bronquios y tejidos pulmonares, lo que pudiera ser beneficioso para el paciente.
El ambroxol no debe administrarse en niños menores de 2 años, ya que está contraindicado.
El tiempo que debe durar el tratamiento de ambroxol debe ser pautado por el médico, ya que depende de la afección que tenga el paciente. Se suele pautar durante 5 días y, si no existe mejoría lo recomendable es acudir al médico para nueva valoración médica.
Actualmente no se ha descrito ningún caso por intoxicación grave por sobredosis con Ambroxol. En estudios preclínicos, se han descrito tras una sobredosis extrema aumento de la producción de saliva, náuseas, vómitos y bajada de la presión arterial. En general, no está indicado tomar medidas como la provocación del vómito o el lavado gástrico, y solo se deberán considerar en casos de sobredosis extrema. Por consiguiente, en todos los casos de sospecha de una sobredosis, se recomienda instaurar tratamiento sintomático y de apoyo.
La dosis y pautas de administración dependen de la edad del paciente, de la patología y del criterio médico, para así obtener una mayor eficacia con el tratamiento, se suele indicar dos o tres veces al día. Se recomienda no administrar con las comidas y se debe ingerir un vaso de agua después de cada dosis y abundantes líquidos durante el día mientras dure el tratamiento.