La biopsia hepática es un procedimiento que consiste en realizar una punción en el hígado, para así obtener una muestra de tejido hepático para estudiarla al microscopio en busca de signos de lesión o enfermedad.
Posteriormente se realizará un estudio anatomopatológico de la muestra. Esta prueba está especialmente indicada para diagnosticar enfermedades hepáticas o enfermedades que afectan al hígado, evaluar el pronóstico y/o decidir un tratamiento.
Existen varios tipos de biopsia hepática como son:
La prueba se realiza con anestesia local, lo que significa que el paciente estará despierto pero no sentirá dolor, aunque sí puede notar una sensación de movimiento en la zona.
Antes de realizar la punción será sometido a una ecografía para evaluar el lugar más adecuado donde tomar la muestra; este punto será marcado con un rotulador.
El doctor limpiará la piel con un jabón antiséptico o con yodo. Después, le inyectará un medicamento en la piel para adormecerla, o sea, la anestesia. Se introducirá posteriormente para la toma de la biopsia una aguja gruesa, y la muestra de tejido hepático quedará alojada en el interior de ella.
Es posible que el médico le pida al paciente que en determinados momentos expulse el aire o se mantenga sin respirar. Después del procedimiento, el doctor vendará la incisión. Tras ello, el paciente necesitará recostarse sobre su lado derecho durante dos horas.
La biopsia hepática es una técnica relativamente segura y presenta una tasa muy baja de complicaciones graves. Aun así, como toda prueba médica, no está exenta de complicaciones y riesgos como son: dolor, sangrado o hemorragia interna procedente del hígado, infección local, perforación de la vesícula biliar o los intestinos, daño de los órganos cercanos al hígado, necesidad de una segunda biopsia porque la muestra cogida en la primera biopsia no fue suficiente… entre otras complicaciones.
Los resultados de la biopsia tardan entre una y cuatro semanas en recibirse. El paciente y su médico discutirán los resultados. Es posible que se le diagnostique una enfermedad hepática, o podrán establecer el nivel o estadio de la enfermedad basado en la gravedad, si es leve, moderada o grave.
Con base a los resultados de la biopsia, puede ser necesario cambiar sus medicamentos o comenzar con nuevas medicinas o nuevo tratamiento.
La hepatitis autoinmunitaria es una inflamación del hígado que se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo se vuelve en contra de las células hepáticas. No se conoce la causa exacta de la hepatitis autoinmunitaria.
El PSA es una proteína que produce la glándula de la próstata. Los niveles elevados de PSA se encuentran en los hombres que tienen cáncer de próstata. Por esta razón, la medida de PSA en la sangre se ha usado como una prueba de cáncer de próstata.
La biopsia hepática tarda entre 10 y 15 minutos. En ocasiones cuando se tiene que insertar la aguja para la biopsia más de una vez puede tardar unos 20 minutos.
La biopsia hepática es una prueba dolorosa, se realiza bajo anestesia, por lo que solo se sentirán pequeños movimientos en la zona.
Después del procedimiento es normal que el paciente sienta dolor cerca de la zona donde se realizó la biopsia o dolor en los hombros, por lo que es recomendable que los primeros días después de la prueba no se realicen actividades físicas.