El desbridamiento es la retirada de tejido necrótico (tejido muerto por falta de aporte sanguíneo) o infectado de una herida, ya sea esta de origen quirúrgico o accidental.
El desbridamiento puede ser quirúrgico, químico o mediante terapia larval.
Dependiendo del tipo de técnica usada:
El desbridamiento está indicado para todos aquellos pacientes que presenten una base necrótica (tejido muerto) en la herida, o bien presenten infecciones en la misma que impiden su cicatrización. Este tipo de tratamiento se puede usar en heridas quirúrgicas infectadas, en heridas accidentales con procesos infecciosos, y en úlceras por presión que se producen en aquellos pacientes que se encuentran largamente inmovilizados.
El desbridamiento se realiza por que para cicatrizar una herida de forma correcta necesita tejido sano desde el que poder regenerarse. Si el tejido está necrótico (tejido muerto), no puede regenerarse e impide que la herida se cierre correctamente.
En los casos de infecciones, estas impiden el normal desarrollo del tejido sano, siendo necesario proceder a limpiar la herida por medios químicos que limpien la infección y permitan una normal cicatrización de la misma.
Los riesgos de un desbridamiento son:
La preparación del desbridamientos es en principio sencilla, ya que en general solo se somete al paciente a anestesia local. En este caso no hace falta ningún tipo de preparación.
Cuando la infección es más profunda o el acceso a la zona de la herida es complicado puede hacer falta sedación, en este caso se le dirá al paciente que permanezca en ayunas durante al menos ocho horas.
En casos más complejos asimilables a una intervención quirúrgica, se va a necesitar una analitica de sangre, electocardiogramay valoracion por el anestesista.
Los desbridamientos químicos y larvales no precisan preparación previa.
La recuperación de un desbridamiento suele ser satisfactoria.
En dos o tres horas el paciente es dado de alta, y puede volver a su domicilio si se trata de un proceso quirúrgico.
En los desbridamientos por productos químicos o larvales, el paciente permanece en su domicilio o se realiza de forma ambulatoria bajo la supervisión de enfermería, no notando ninguna variación en su situación basal.
Los resultados son satisfactorios, ya que se consigue limpiar la herida por cualquiera de los métodos empleados, y esto mejora la evolución y favorece la cicatrización. En algunos casos raros puede ser necesario repetir el proceso una segunda vez por falta de evolución de la misma.
El tejido desvitalizado es el tejido muerto, que no es capaz de regenerarse, ya sea por una infección o por falta de aporte de sangre al mismo.
Su característica es que pierde el color sonrosado y se va volviendo de un color oscuro hasta llegar al negro.
El desbridamiento autolítico es el que realiza el propio organismo, y que no necesita de aporte exterior de sustancias ni de medios quirúrgicos. Para ello la herida se deberá de mantener cubierta manteniendo un ambiente húmedo en la misma. Es un método seguro pero puede alargarse en el tiempo.
El desbridamiento quirúrgico es aquel que se hace con bisturí y tijeras. En el cual se extirpa todo el tejido necrosado o infectado dejando la herida limpia para favorecer la cicatrización de la misma. Para realizar este tipo de tratamiento será necesario suministrar al paciente anestesia local, para evitar el dolor que se pueda producir durante el mismo.
El tejido de granulación es el tejido sano de una herida, a partir de la cual se va a producir regeneración del mismo y la cicatrización correcta. Está formado por vasos sanguíneos, fibroblastos (son las células que producen la arquitectura de los tejidos blandos) y colágeno (material que mantiene las células en su sitio).
El desbridamiento oral o dental es la técnica odontológica que se realiza cuando un paciente presenta acumulo de placa dental sobre sus dientes.
Para realizar este tipo de limpieza dental se usan aparatos de ultrasonidos que rompen la placa dental y por tanto facilitan su eliminación, también se pueden usar soluciones de agua oxigenada.