La descompresión axial es un sistema no invasivo de tratamiento tanto para las protrusiones discales (se entiende por protusión discal cuando la almohadilla o disco entre dos vértebras se desplaza sin tocar raices nerviosas) como para las hernias de disco (se entiende por hernia de disco cuando el disco intervertebral se desplaza y toca sobre la médula espinal o una raíz nerviosa).
Es pues, un tratamiento no quirúrgico en el que se trata de rehabilitar dicha zona de forma pasiva.
El tratamiento se realiza en una camilla en la que se fija una parte de la espalda con un arnés y el resto se fija a un sistema que será el que produzca la tracción de las vértebras, de esta forma se procederá a producir la tracción vertebral sin producir un espasmo vertebral asociado.
La descompresión que se alcanza es de unos -150 milímetros de mercurio muy superior a los – 40 que se produce con métodos tradicionales.
Esta tracción permite mejorar el aporte de fluidos y la hidratación del disco intervertebral mejorando la aportación de nutrientes y por tanto dando una mayor oportunidad a la recuperación del disco intervertebral.
Está indicado en pacientes cuyas hernias discales están produciendo mucho dolor y no sean subsidiarias de cirugía, o bien en aquellos pacientes que presenten dolor y quieren probar tratamientos que mejoren el mismo sin recurrir a cirugía.
También se pueden usar en casos de ciertas lesiones de las caras articulares de las vértebras como la estenosis foraminal o la artrosis facetaria.
Se realiza en especial por ser una alternativa no quirúrgica, con lo cual los riesgos se van a minimizar mejorando, generalmente, a los pacientes de sus procesos inflamatorios y del dolor.
Los riesgos son mínimos si se realizan en pacientes bien elegidos; no se deberán someter a este tratamiento las mujeres embarazadas, los menores de quince años, ya que su crecimiento no está terminado y la osificación puede no estar completada, las personas con osteoporosis por el riesgo de fractura asociada, las personas con malformaciones congénitas de la columna como puede ser la espina bífida (La espina bífida es una malformación congénita que se produce cuando las vértebras no se fusionan de modo correcto) y en las espondilolistesis (la espondilolistesis es cuando una vértebra se adelanta sobre la inferior no guardando una correcta alineación).
En los casos bien elegidos no presenta complicaciones en el tratamiento.
En los casos de hernias lumbares se le fijará a la camilla mediante un arnés en el tórax en su zona fija mientras que en la zona móvil se procederá a fijar la pelvis por medio de sujeciones; será esta zona la que se manipule por medio del programa determinado por el fisioterapeuta.
En el caso de las vértebras cervicales el paciente se tumbará igualmente en la camilla, pero esta vez se actúa sobre la zona del cuello de forma que esta será la parte móvil del sistema, la parte fija será la cabeza del paciente y las tracciones se ejercerán de forma controlada.
La recuperación es buena, si bien el paciente durante el periodo de tratamiento debe de mantener una hidratación buena y realizar ciertos ejercicios y evitar posturas que hagan retroceder en los avances que ya se hayan logrado.
Los ejercicios consisten en la mejora de la musculatura y el posicionamiento. Deberán de mantenerse tras el tratamiento durante al menos un mes, pudiendo hacer sesiones posteriores para el mantenimiento del proceso.
Los resultados serán buenos siempre y cuando el paciente cumpla los requisitos explicados en el apartado de recuperación.
Al ser un proceso no quirúrgico sino rehabilitador, la recuperación es fácil y rápida. Las sesiones están pensadas de forma que el paciente no tenga agotamiento de la musculatura vertebral y se realizan durante unos treinta minutos. Tras ella el paciente puede seguir realizando su vida normal.
Las sesiones suelen costar unos 80 euros siendo importante realizarla en centros de rehabilitación, y controlada por fisioterapeutas y rehabilitadores expertos en esta técnica.
La descompresión axial de columna vertebral lumbar es la tracción de la columna lumbar por medio de la camilla que permitirá mantener fija la zona dorsal y producir tracción sobre la pelvis con diferentes fuerzas que se irán cambiando a lo largo de las sesiones, que serán unas 20 en frecuencia de unas dos semanas cada una.
La hernia de disco es la degeneración del disco intervertebral que se encuentra entre dos vértebras, a medida que ese disco se degenera y se deshidrata el núcleo interno del mismo va a moverse; hablamos de hernia discal cuando el disco que protruye sobre una raíz nerviosa y da lugar a la irritación de ésta. También puede estrechar el canal medular y producir daño sobre la médula espinal a ese nivel.
La cirugía de hernia discales es una cirugía mayor que, por tanto, precisa de anestesia general. Aunque hay diferentes técnicas la mayoría tratan de extraer el disco intervertebral: