La diálisis es un tratamiento mediante el cual se realizan las funciones de depuración de la sangre cuando los riñones no son capaces de realizar dichas funciones.
La diálisis peritoneal es un tipo de diálisis que, para producir la depuración de la sangre, emplea como filtro una membrana del cuerpo humano que cubre las vísceras del abdomen llamada peritoneo y un líquido específico que se introduce dentro del abdomen, y que se vuelve a sacar con las sustancias de deshecho. Se llama intercambio a cada proceso en el que se mete y se extrae el líquido de diálisis para realizar la depuración de la sangre.
Para que esa membrana anteriormente mencionada (peritoneo) se puede usar como filtro depurador de los elementos que deben eliminarse del organismo, se debe colocar al paciente un catéter (como un tubo pequeño) dentro del abdomen, mediante una cirugía menor. Por ese catéter se introduce un líquido llamado líquido de diálisis, que permanece dentro de la cavidad abdominal durante un tiempo determinado (varias horas). Desde los múltiples vasos sanguíneos que tiene esa membrana, el peritoneo, el líquido de diálisis es el encargado de atraer a las sustancias tóxicas y de desecho de la sangre que atraviesan la membrana. Posteriormente se extrae ese líquido introducido junto con las sustancias de deshecho a través del mismo catéter por el que se introdujo.
La diálisis peritoneal se suele realizar en el domicilio. Para ello, en las unidades de diálisis de los hospitales se forma a los padres de los niños enfermos de forma precisa para que puedan llevarla a cabo. Los cambios del líquido de diálisis se hacen de forma manual, unas 4 o 5 veces repartidas al largo del día con intervalos de varias horas.
En ocasiones, se realiza por medio de una máquina automática que permite programarla para que los distintos intercambios se puedan hacer a lo largo de la noche mientras el niño duerme. Si se realiza así, el número de veces que hay que renovar el líquido peritoneal es mayor y el tiempo que este líquido permanece dentro del abdomen es menor.
La diálisis peritoneal a veces se puede instaurar como tratamiento puntual en patologías que desencadenan la mala función de los riñones, hasta que éstos se recuperen y vuelvan a funcionar.
También se puede usar como tratamiento en otras patologías en las que es importante hacer una depuración más rápida y efectiva del organismo. Por ejemplo:
Otras veces se usa como paso anterior hasta que se pueda realizar un trasplante de riñón.
Por último, en determinados pacientes se debe usar durante toda su vida porque padezcan enfermedades renales que provocan su mal funcionamiento y que no se pueden revertir. Son pacientes con insuficiencia renal crónica en estadios muy avanzados.
Se realiza cuando es necesario hacer una filtración de las sustancias de deshecho y líquido que el organismo debe eliminar, y se necesita porque la patología que se padece requiere de un “riñón externo” que lo realice.
Los posible riesgos o complicaciones que se pueden dar son:
Durante el tratamiento el nefrólogo les irá indicando a los padres cómo debe de ser la dieta que realice el niño, el número de proteínas que debe tener y las calorías según la situación clínica del paciente. Debe ser baja en sal y potasio, y con una ingesta controlada de los líquidos que ingiere. Todo eso será revisado en cada consulta de control por el nefrólogo, que pauta las correcciones que haya que hacer en la dieta e indicará los tratamientos farmacológicos que debe tomar el paciente.
A pesar de las limitaciones que se pueden tener por el hecho de necesitar realizar el proceso de intercambio varias veces al día, en situaciones de tratamiento crónico y domiciliario, permite desarrollar una vida al niño prácticamente normal.
Con la diálisis peritoneal se realiza una función fundamental para la supervivencia: conseguir eliminar sustancias que deben ser eliminadas del organismo y mantener una adecuada concentración de sales y líquidos en la sangre.
Es un método de depuración artificial de la sangre, como un riñón artificial mediante el cual, la sangre que se extrae del cuerpo pasa a través de una membrana encargada de filtrarla, lo que hace con ayuda de un líquido especial llamado líquido de diálisis. Una vez filtrada se hace que regrese al cuerpo de nuevo. Este proceso se lleva a cabo con la realización de una fístula o comunicación arteriovenosa en el cuerpo del paciente por donde se le extrae la sangre a filtrar y se le devuelve ya filtrada, o por medio de un catéter (tubito) venoso que se coloca en el paciente.
Los tipos de diálisis son:
Hemodiálisis.
Diálisis peritoneal:
La hemofiltración es una técnica de depuración extrarrenal de la sangre que se suele realizar cuando los riñones no funcionan y el paciente está inestable o grave. Se realiza de forma continuada y por medio de un proceso de ultrafiltración: se lleva la sangre corporal fuera del organismo de una forma constante y se le hace pasar a través de un filtro o membrana en el que la depuración de agua y sustancias se lleva a cabo por un proceso bioquímico llamado convección. Esta técnica de depuración no utiliza líquido de diálisis.
La diálisis es un procedimiento cuyo fin es sustituir a los riñones cuando estos no son capaces de realizar sus funciones de purificar y limpiar la sangre.
Es la diálisis peritoneal automatizada, una diálisis que se lleva a cabo por máquinas llamadas cicladoras, y que se utilizan, sobre todo, para realizar los procesos de diálisis mientras el paciente duerme.