La dieta Pronokal es un programa personalizado de pérdida de peso basada en una dieta proteinada, que es aconsejada por diversos médicos y nutricionistas y que se debe realizar bajo su control. Es una dieta a la que se denomina proteinada, no aumenta el consumo recomendado de proteínas, sino que lo mantiene. Lo que sí reduce de forma muy importante durante la dieta es el consumo de grasas, carbohidratos y el consumo de calorías total.
El programa reduce la ingesta de azúcares y grasas, manteniendo la cantidad de proteínas necesarias para el organismo. La pérdida de peso se realiza a expensas de la masa grasa.
El método se divide en tres etapas: la activa, la adaptación fisiológica y la de mantenimiento.
Los pacientes que hayan logrado un nivel de actividad física adecuado son los que mayores probabilidades tienen de conseguir el objetivo a largo plazo.
La dieta Pronokal es un programa de adelgazamiento indicado por algunos médicos y nutricionistas, y que se realiza bajo su seguimiento y recomendación médica. Se indica especialmente a casos de obesidad media o alta, es decir, un índice de masa corporal (IMC) superior al normal, siempre que no haya contraindicaciones en su utilización.
A día de hoy no hay en las bases de datos científicas ensayos clínicos en humanos que hagan referencia al método PronoKal®. La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición señala que no existe fundamento científico para esta dieta. El consenso FESNAD Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, señala que las dietas de muy bajo contenido calórico, como es la primera fase de la dieta Pronokal, presenta un mayor riesgo de efectos adversos que las dietas de bajo contenido calórico. Así, las dietas muy bajas en calorías (aquellas que sólo cubren el 30.5% de las necesidades energéticas), se han asociado a muerte súbita por arritmia cardíaca, inflamación hepática, fibrosis portal y cálculos biliares.
Por otra parte, la dieta Pronokal en las primeras fases, al tener una disminución del aporte calórico importante junto a la casi total eliminación de los hidratos de carbono en la dieta, lleva al organismo a un estado llamado cetosis. En este estado, el organismo al no tener glucosa en sangre disponible para realizar las funciones fisiológicas activa un proceso llamado neoglucogénesis para fabricar glucosa a partir de proteínas y lípidos del organismo. La cetosis puede hacer que aparezcan náuseas, cefaleas, vómitos…
Además, al igual que otras dietas, puede traer como resultado el temible efecto rebote una vez finalizada la misma.
Antes del inicio de la dieta, el paciente es valorado por un médico y nutricionista quienes le realizarán una exploración para determinar sus valores antropométricos, así como la realización de una analítica de sangre para valorar el correcto funcionamiento del organismo. Es el médico quien valora la indicación del uso de la dieta estudiando la situación del paciente y las patologías que pueda presentar y que puedan contraindicar o no el inicio de la dieta.
Según el Estudio Pronokal, la pérdida de peso que se consigue con el Método PronoKal® a los 15 días es de 5,31 kg frente a los 2,34 kg de la dieta hipocalórica, mientras que a los 2 meses esa pérdida es casi tres veces mayor (13,69 kg vs. 4,88 kg).
Es la primera etapa de la dieta Pronokal, llamada Etapa Activa, cuya duración varía según el peso que se precisa perder. Se describe una pérdida de peso de hasta el 80% gracias a la combinación de los productos PronoKal® (sobres, batidos, etc. que contienen proteínas de alto valor biológico) junto con los alimentos permitidos.
En esta etapa el paciente entra en un estado de cetosis, en el que el cuerpo gasta la energía de reserva debido al bajo aporte de grasas e hidratos de carbono, y pierde peso a expensas de la masa grasa. Es la más difícil de todas las fases.
Los productos utilizados en la primera fase de la dieta como batidos, cremas, aperitivos, etc, están compuestas, según la empresa que los realiza, PronoKal®, con proteínas de alto valor biológico.
Dentro de estos productos, hay preparados dirigidos para los pacientes que no pueden tomar gluten porque padecen celiaquía. Además, el resto de los alimentos que forman parte de la dieta del paciente, deben seguir la máxima de estar ausentes de gluten. Para ello, es importante que el paciente informe sobre su patología al médico o al nutricionista prescriptor para que puedan diseñar un plan dietético específico.
No es recomendable ya que inhiben la cetosis y aumentan la deshidratación del cuerpo. Cuanto mayor es la graduación de la bebida y su contenido en azúcares, mayor es la capacidad de inhibir la cetosis.
Como todas las dietas en las que se restringe la cantidad de calorías aportadas, se puede disminuir el peso si se realiza esa restricción dietética.
Durante el embarazo no se deben hacer dietas hipocalóricas, ya que éstas pueden producir un aumento de cuerpos cetónicos que pueden producir daño en el feto. La dieta durante el embarazo debe ser equilibrada, tanto en cantidad como en calidad, para conseguir mantener un buen estado nutricional.