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Diuréticos

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¿Qué son los diuréticos?

Los diuréticos son un grupo farmacológico que incrementa la diuresis, consiguiendo este efecto mediante el incremento en la excreción de sodio y cloro, reduciendo el volumen de líquido extracelular del cuerpo, a través de la orina.

El uso de diuréticos durante el embarazo no se aconseja, ya que no se dispone de suficientes estudios

Se pueden dividir en varios tipos, dependiendo del sitio en el que actúan a nivel renal:

  • Diuréticos de Asa: son los de mayor potencia provocando la excreción de hasta el 25% del sodio filtrado por los riñones. Actúan en la rama ascendente del asa de Henle (glomérulo renal) inhibiendo el transporte de sodio y cloro, reduciendo la absorción de electrolitos y agua. Ejemplo de estos diuréticos son la furosemida y torasemida.
  • Diuréticos Tiazídicos: actualmente constituyen el tratamiento de primera elección en pacientes hipertensos. Su mecanismo de acción es a través del bloqueo del sistema de contransporte de sodio y cloro en el túbulo contorneado distal, produciendo en conjunto una pérdida intensa de potasio. Ejemplo de estos diuréticos son: hidroclorotiazida, clortalidona, indapamida, xipamida y altizida.
  • Diuréticos ahorradores de potasio: su mecanismo de acción se sitúa en la porción distal del túbulo renal antagonizando la aldosterona, por lo que, aumenta la excreción de sodio evitando la excreción de potasio. Usualmente  se utiliza en combinación con otros diuréticos excretores de potasio. Ejemplo de este tipo de diurético es la espironolactona, amiloride y eplerenona.

¿Para qué enfermedades se usan?

Los diuréticos están indicados para las siguientes enfermedades:

  • Primera herramienta en el manejo del paciente con hipertensión arterial
  • Insuficiencia cardiaca congestiva y estados edematosos persistentes
  • Enfermedad renal crónica
  • Pacientes con hipertensión portal, ya que presentan una condición denominada hiperaldosteronismo secundario, y los diuréticos antialdosteronicos son los de primera elección
  • En aquellos pacientes que, por otras causas, se encuentran en tratamiento con diuréticos tiacídicos, se ha observado que los mismos aumentan la densidad mineral ósea y disminuyen la incidencia de las fracturas de cadera en adultos mayores
  • Síndrome nefrótico
  • Cirrosis hepática
  • Tratamiento de la diabetes insípida

Efectos secundarios de los diuréticos

Entre los efectos secundarios o adversos de los diuréticos, se pueden encontrar:

  • Alteraciones hidroelectrolíticas: es el efecto secundario más común, y está relacionado con la intensidad del diurético. La hiponatremia (disminución del sodio en sangre), aunque poco frecuente, tiene importantes complicaciones asociadas con el sistema nervioso central; la hipo o hiperkalemia (disminución o aumento del potasio en sangre) va a depender del uso de diuréticos ahorradores contra perdedores de potasio, por lo cua,l se recomienda, al iniciar terapia diurética, medir regularmente electrolitos para evitar la descompensación del paciente.
  • También es importante prestar especial atención al uso en conjunto con otros fármacos que pueden predisponer a desequilibrios, como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (antihipertensivos), analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, heparina o trimetropin sulfametoxazol.
  • Hiperuricemia: la reducción del volumen circulante puede producir aumento en los niveles del ácido úrico, sobre todo, en aquellos pacientes en tratamiento con diuréticos tiacidicos o de asa.
  • Hipo/hipercalcemia: los diuréticos tiacidicos disminuyen la excreción de calcio y los diuréticos de asa los aumentan.
  • Mareos.
  • Dolores de cabeza.
  • Deshidratación.
  • Calambres musculares.
  • Trastornos de las articulaciones (gota).
  • Impotencia.
  • Lesiones en piel por reacciones cruzadas con las sulfamidas.
  • Ototoxicidad, mayormente relacionada con los diuréticos de Asa.

Interacciones de los diureticos con el uso de otros medicamentos.

Las principales interacciones de este grupo de fármacos se produce con:

  • Inhibidores de la enzima convertidora de la Angiotensina (IECA), en ocasiones, se produce el llamado efecto de la “hipotensión de la primera dosis”, sobre todo, en pacientes con altas dosis de diuréticos que se inicia este antihipertensivo en dosis altas, por lo cual, se aconseja iniciarlo en dosis bajas y luego ir titulando su cantidad.
  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINES): el uso simultáneo de AINES y diuréticos, puede disminuir los efectos de este último. Se recomienda, si ambos se van a ingerir de manera crónica, ajustar sus dosis.
  • Antiarritmicos: glucósidos digitalicos como la digoxina pueden potenciar su efecto y llegar a encontrarse en sangre en rango de intoxicación en presencia de hipokalemia. Es importante mantener controlados a los pacientes que ingieran diuréticos perdedores de potasio y este antiarrítmico.
  • Antagonistas de angiotensina II: cuando estos antihipertensivos se indican en conjunto con diuréticos ahorradores de potasio, puede producir hiperkalemia e hipotensión. Se recomienda control exhaustivo en estos pacientes.
  • Fármacos hipoglucemiantes: en pacientes diabéticos que usan diuréticos tiazidicos, en ocasiones, se hace necesario ajustar la dosis del hipoglucemiante.
  • Corticoides: ocasionan perdida de potasio, no se recomienda su uso en conjunto con diuréticos no ahorradores.
  • Litio: en pacientes en tratamiento con litio, no se aconseja el uso de diuréticos tiazidicos, ya que aumenta las concentraciones séricas en rango de intoxicación.
  • Amino glucósidos: su uso conjunto potencia la nefrotoxicidad y la ototoxicidad, por lo que se desaconseja su uso.
  • Fenitoina: existe reducción de la potencia de los diuréticos de asa un 50%, en aquellos pacientes bajo tratamiento con fenitoina, es necesario ajustar la dosis.

Formas de administración de los diuréticos

Los diuréticos se pueden administrar por vía oral en formas de comprimidos o tabletas y vía parenteral en ampollas.

Preguntas frecuentes

¿Puedo ingerir diuréticos embarazada o lactando?

El uso de diuréticos durante el embarazo no se aconseja, ya que no se dispone de suficientes estudios. De todos los diuréticos, la amiloride se considera que no entraña riesgo para el feto. En relación a la lactancia, los diuréticos reducen la producción de leche y además se excretan por la leche materna, por lo que no se recomienda su uso; aunque la clortalidona, espironolactona e hidroclorotiazida se excretan en concentraciones demasiado pequeñas para producir efectos farmacológicos importantes en el lactante.

¿Debo dejar de tomar el diurético cuando mejore mi tensión arterial o mi edema?

Es importante que el paciente internalice que solo con el uso continuado de este tratamiento, obtendrá resultados óptimos; al normalizar sus cifras de tensión arterial o mejorar su edema, no debe suspender su tratamiento sin antes consultar con su médico.

¿Debo ingerir mayor cantidad de agua para no deshidratarme?

El uso de estos diuréticos en la dosis adecuada no ocasiona deshidratación. Es importante seguir las recomendaciones médicas en cuanto al cumplimiento de tratamiento e ingesta de líquidos para un mejor control de la enfermedad de base. Ante la presencia de mareos, sudoración, palpitaciones, se debe acudir inmediatamente a urgencias para que sean valorados los electrolitos.

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