El hemograma es la analítica de sangre periférica, que se realiza para determinar el número de células sanguíneas como los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas, y así poder determinar el estado del organismo, o alteraciones y/o efectos secundarios producidos por medicamentos.
La preparación para realizar un hemograma es sencilla, el paciente deberá acudir al servicio de extracción sanguínea, y no será necesario acudir en ayunas al menos que se pida a la vez un estudio bioquímico sanguíneo. Se deberá además informar al médico de los medicamentos que se consumen y los pacientes fumadores deben proceder a comunicarlo, ya que el fumar se alteran los contajes celulares.
Para realizar un hemograma, en primer lugar, se procede a limpiar la piel con un antiséptico tipo Clorhexidina. Posteriormente se localiza la vena donde se va a realizar la punción, que puede estar a nivel de la flexura del codo o de la mano, y se coloca un torniquete por encima del punto de punción. A continuación se procede a pinchar la vena con una palomillas y se conecta a un tubo de vacío donde se recoge la sangre, que será enviada al laboratorio para su análisis.
Las complicaciones de un hemograma se deben a la punción de la vena, ya que a veces son necesarios varios pinchazos hasta lograr canalizarla de forma adecuada. En otros casos se puede producir un hematoma en la zona de la punción, que se produce por la salida de sangre tras el pinchazo. Para evitar esto se deberá proceder a mantener la presión sobre la zona de punción durante unos minutos tras la misma.
Los resultados se van a tener en unos dos días posteriores al análisis, y en ellos podremos ver los glóbulos rojos, cuyos valores normales están entre 4,3 y 5,2 millones, los glóbulos blancos, que deberán estar entre 3.000 a 10.000, y las plaquetas, que deben estar entre 120.000 y 400.000.
Un hemograma completo va a valorar los glóbulos rojos con la hemoglobina, la hemoglobina corpuscular media, el volumen corpuscular medio, los reticulocitos que es la célula que se van a transformar en eritrocitos o glóbulo rojos, los leucocitos y, dentro de ellos, los monocitos. También mide los neutrófilos, los linfocitos y los eosinófilos, que son las distintas líneas celulares de defensa del organismo. En las plaquetas se verá el número de plaquetas y el tamaño plaquetario medio.
Hemograma 4 es el que mide hemoglobina, hematocrito, recuento de eritrocitos, índices eritrocitarios, amplitud o ancho de distribución de los eritrocitos, recuento global y diferencial de leucocitos, recuento de plaquetas y morfología celular por métodos electrónicos y manuales.
El volumen corpuscular es el tamaño de los glóbulos rojos, que deben oscilar entre 80 y 100. Cuando los valores son menores de 80 decimos que hay microcitosis, típica de las anemias ferropénicas, y si se tiene más de 100, decimos que hay macrocitosis, que es la anemia típica de falta de vitamina B12 o ácido fólico
El volumen corpuscular alto o macrocitosis se produce cuando los glóbulos rojos son más grandes de lo normal, por encima de 100. Es típico de las anemias por falta de vitamina B12 o por falta de ácido fólico, y también puede asociar a enfermedades que producen daño hepático.
El valor HCM es la hemoglobina corpuscular media, es decir, la cantidad de hemoglobina que como media tienen los glóbulos rojos. Lo normal es de 27 a 31 picogramos. La hemoglobina es la sustancia que permite el transporte del oxígeno por parte de los glóbulos rojos.