Una lente intraocular es un pieza artificial de material sintético que se coloca en el interior del ojo para reemplazar al cristalino natural dañado.
De esta forma el ojo recupera sus funciones de enfoque y visión anteriores. Es una intervención quirúrgica y suele aplicarse en la operación de cataratas.
La lente intraocular recibe el nombre común de cristalino artificial, ya que sustituye el cristalino natural para recuperar sus funciones.
Dependiendo de las necesidades del paciente se le pondrá una lente intraocular u otra, distinguiéndose 3 tipos:
La sustitución del cristalino natural del paciente por una lente intraocular que cumpla las mismas funciones está indicada en casos de cataratas, ya que el cristalino con el paso del tiempo se ha vuelto opaco y el paciente no puede ver bien a través de él.
Cada vez está más extendido su uso en problemas visuales como la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía, para corregir la refracción del ojo y evitar el uso de lentes de contacto.
Es necesario el uso de una lente intraocular ya que tras la operación de cataratas evitamos al paciente la necesidad de usar gafas con una alta graduación de dioptrías. Y porque el cristalino es una parte necesaria del ojo para mantener dividido en dos segmentos el ojo, y que desarrolle sus funciones adecuadamente.
En el caso de usarse para corregir los defectos refractivos, el paciente busca dejar de lado el uso de las gafas.
Las lentes intraoculares están hechas de un material que no provoca rechazo en el cuerpo humano. Es una intervención quirúrgica de riesgo mínimo.
Como efectos secundarios el ojo se puede infectar debido a la intervención, pero el número de casos es muy reducido.
En función del tipo de anestesia que se aplique al paciente así deberá ser su preparación.
Si la anestesia es tópica (se suministra mediante gotas en el ojo), no es necesario que se suspenda la toma de medicamentos. En caso de ser anestesia local o inyectada en el ojo, si será necesario que el paciente deje de tomar algunos medicamentos que le indicará su médico.
Generalmente se solicita al paciente acudir en ayunas y a la hora prevista. Lo más seguro es que pase ese día en el hospital.
La sustitución del cristalino por una lente intraocular es una operación que no requiere ingreso nocturno. Se realiza de manera ambulatoria y en el mismo día le darán el alta al paciente. Debe cumplir con la medicación necesaria y las indicaciones del médico.
Tras la colocación de una lente intraocular el paciente se somete a un proceso de recuperación que abarca aproximadamente un mes.
Durante la primera semana el paciente deberá evitar en todo lo posible las actividades que supongan un gran esfuerzo y puedan dañar la operación, no debe practicar deporte ni conducir. Tampoco deberá frotarse o rascarse los ojos, ni usar maquillaje.
En la segunda revisión podrá ir recuperando poco a poco su vida normal, pero hasta que no se cumpla el mes no deberá recuperarla por completo, siguiendo siempre las indicaciones de su médico.
En función del tipo de lente que se aplique al paciente y de sus necesidades, los resultados variarán.
De forma que en el caso de los defectos visuales recuperará la vista de lejos, de cerca o ambas, o incluso la intermedia.
Si el paciente se ha operado de cataratas recuperará la visión normal, al sustituir el cristalino que estaba dañado e impedía la visibilidad por su opacidad.
La cirugía de cataratas también recibe el nombre técnico de facoemulsificación.
La lente intraocular tórica es una lente intraocular con mayor potencia y longitud focal, que permite corregir el astigmatismo.
La lente intraocular multifocal es una lente intraocular que consigue corregir dos defectos visuales, al centrarse en dos focos, que son la visión de lejos (miopía) y la visión de cerca (vista cansada).
En muchas ocasiones la seguridad social cubre los gastos de la operación de cataratas, y muchos seguros médicos privados, además, también cubren operaciones de lentes monofocales.
En caso de no contar con ellos, el precio puede oscilar entre 600 € y 3.000 € por ojo.
El material por el que están compuestas las lentes intraoculares hacen que no sea necesarias cambiarlas, es decir, son para toda la vida a no ser que se presente alguna complicación.