La masoterapia se puede definir como la combinación de manipulaciones variadas que aplican movimientos y ejercen presión sobre la piel y los tejidos del cuerpo, con el fin de producir bienestar y mejorar la salud del paciente.
Las terapias aplicadas habitualmente se realizan en una consulta con un ambiente relajado y a una temperatura óptima. El paciente se sitúa en una camilla con la zona de aplicación del masaje desnuda. Se puede utilizar la aplicación de determinadas sustancias que sirven como vehículos de ayuda en la realización de las manipulaciones precisas (aceites, cremas).
Dentro de los tipos de masajes que se pueden aplicar de forma terapéutica existen muchas modalidades (el masaje transverso profundo, el drenaje linfático, la liberación miofascial, el masaje deportivo, el crio-masaje, el masaje del tejido conjuntivo, el masaje del periostio, técnicas neuro-musculares, etc), cada uno de ellos requiere una serie de manipulaciones que el especialista aplica de forma específica en el cuerpo del paciente.
La aplicación de la masoterapia y sus distintas indicaciones depende de los objetivos que se quieren conseguir con su aplicación.
Existen numerosas técnicas posibles aplicadas bajo el concepto y las bases de la masoterapia, usadas con fines meramente estéticos, para tratamiento de patologías que afectan al aparato locomotor (contracturas musculares, tendinitis, esguinces, etc.) ayudando a la recuperación de lesiones deportivas, etc, también buscando efectos estimulantes y favorecedores del sistema de retorno venoso y linfático e incluso como tratamiento de alteraciones psíquicas como ansiedad, buscando sus efectos relajantes, etc.
El objetivo de la masoterapia es encontrar un estado de bienestar en el individuo al que se le aplican los masajes, sea cual sea el fin último que se busca en su uso, según la indicación dada (terapéutica, estética, deportiva, etc).
El mayor riesgo que se puede presentar en la masoterapia es que los tratamientos con fines curativos para patologías específicas se realicen por personas no especializadas, sin los conocimientos necesarios para poder realizar las terapias con seguridad. Para ello es necesario informarse adecuadamente de la titulación de la persona que ejecuta los masajes, ya que sólo los fisioterapeutas son profesionales sanitarios oficialmente reconocidos y preparados para aplicar tratamientos en este aspecto.
En este sentido, siempre que se quiera tratar una patología de base, son los fisioterapeutas los que podrán evaluar las contraindicaciones que puede haber para la realización de esta técnica según la patología que presente el paciente.
Tras las manipulaciones ejercidas, en escasas ocasiones se producen daños en el aparato locomotor. En ocasiones, durante y después de cada sesión el paciente puede sentir un dolor leve cuando se realiza el tratamiento de algunas patologías.
El paciente debe informar al profesional fisioterapeuta de si padece alguna enfermedad crónica o toma alguna medicación de forma habitual, así como de si padece algún tipo de alergia.
Debe acudir a cada sesión con ropa cómoda y fácil de retirar, con la piel limpia sin haber aplicado ningún tipo de crema etc.
Salvo que se produzca algún tipo de complicación, algo que es raro, habitualmente el paciente puede incorporarse a su vida habitual tras la aplicación de cada sesión de masoterapia sin ningún tipo de problemas. Ocasionalmente puede tener una leve molestia tras la manipulación de zonas afectadas por contracturas y otras lesiones de partes blandas, que habitualmente es pasajero o se resuelve con la toma de algún analgésico habitual.
Habitualmente las condiciones de mejora del estado de salud y el consiguiente bienestar obtenido tras las distintas sesiones de masoterapia se reflejan desde el inicio del tratamiento, si bien es cierto que son terapias que frecuentemente requieren de un seguimiento a medio plazo para conseguir un efecto completo.
El precio de cada sesión depende de la clínica o profesional que realice el masaje. En una sesión aplicada por un especialista fisioterapeuta el precio puede rondar los 30 euros.
Habitualmente una sesión de masoterapia no es dolorosa y puede conseguir un estado de relajación y bienestar importante en el paciente. En ocasiones se puede llegar a sentir una ligera molestia o dolor moderado en el caso de manipulaciones de lesiones concretas en el aparato locomotor (músculos, tendones, etc).
Las sesiones pueden durar entre 30-60 minutos, dependiendo del objetivo con el que se aplican y del tipo de manipulación que se realiza así como de la clínica donde se realizan.
Son las terapias manuales aplicadas sobre uno o varios grupos musculares. Se realizan distintos tipos de movimientos y presiones en el masaje de forma dirigida y específica, con el fin de relajar la musculatura que se encuentra tensa, produce dolor y limitación del movimiento corporal en la zona donde se sitúe (cervical, dorsal, etc.)
Sí, existen distintas técnicas de masoterapia según los objetivos y la finalidad con las que se quieren aplicar: masaje transverso profundo, masaje del tejido conjuntivo, drenaje linfático manual, liberación miofascial,etc.