La otoscopia consiste en el examen físico del oído, desde su conducto externo situado en la oreja, hasta el conducto medio y la membrana del tímpano.
Para realizar la prueba el médico necesita un instrumento llamado otoscopio.
El otoscopio, es un instrumento médico con un grosor de unos 2 cm y cabezales huecos de diferentes diámetros, que permite observar el interior del oído, mediante el examen físico de la otoscopia.
El cabezal consta de dos partes, un lado fino que es el que se introducirá en el oído; y en la otra parte una lente transparente por la cual se ve el interior.
Para realizar la otoscopia es muy importante contar con una buena iluminación, por lo que los otoscopios cuentan con luz propia para facilitar el trabajo del médico.
La otoscopia cuenta con dos fases a analizar:
La otoscopia es una examen médico que se realiza de manera común en cualquier consulta médica.
El paciente no requiere una preparación para la realización de la prueba, y no está contraindicada en ningún paciente, aunque se evita realizarla en aquellos recién operados de los oídos o con una otitis muy aguda.
La otoscopia se inicia con una exploración externa de la oreja y el conducto auditivo, de manera que el médico palpará esta zona.
Después, con el empleo del otoscopio y eligiendo el cabezal que más se adapte al diámetro del oído del paciente, explorará el conducto auditivo y el oído medio, introduciendo el cabezal, mientras tira suavemente de la oreja para facilitar la visibilidad.
Observará primero el conducto auditivo, el cual deberá tener un color rosado y poca cera, y después el tímpano, comprobando que no esté inflamado. También observará que las estructuras siguientes (apófisis, mando del martillo, umbo y cono luminoso) se mantengan en la posición adecuada. Por último mirará el otro oído para compararlos, limpiando previamente el cabezal.
Los principales aspectos a observar durante la otoscopia son:
Al tratarse de una exploración sencilla, no suelen presentarse graves complicaciones, pero bien es cierto que pueden darse algunas como:
La observación del oído externo y medio mediante la otoscopia, permite la evaluación en el momento de las posibles alteraciones que presente el paciente.
Tras la otoscopia el médico redacta un informe con las alteraciones que haya observado durante la exploración, obteniendo el diagnóstico de manera inmediata y por consiguiente el tratamiento en caso necesario.
Mediante la otoscopia se puede observar el oído desde la oreja hasta la membrana timpánica (MT), incluyendo el conducto auditivo externo (CAE).
De esta forma se pueden diagnosticar infecciones locales u alteraciones en el oído, de una forma sencilla.
Si tras la otoscopia el médico determina que es normal, significa que no hay alteraciones en el conducto auditivo ni la membrana timpánica.
De forma que el conducto auditivo externo (CAE), tendrá un color rosado y el cerumen no será excesivo, y por su parte, la membrana timpánica (MT) no estará inflamada ni enrojecida.
La otoscopia bilateral es la que se realiza en ambos oídos para comparar el estado de uno con el otro. Casi todas las otoscopias son bilaterales para tener una comparativa acorde al paciente.
El médico deberá tener cuidado, y limpiar el cabezal del otoscopio cuando pase de un oído a otro, ya que si no puede transferir la infección al el oído sano.
La otoscopia neumática se utiliza para comprobar la movilidad de la membrana timpánica (MT).
Se usa un otoscopio neumático, el cual se caracteriza por tener conectado un tubo de caucho que termina en una pera de goma, la cual permite variar las presiones en el oído al bombear aire, y así se pueden observar las vibraciones del tímpano y el oído medio.