Actualizado el 29-06-2022
El estado nutricional es un aspecto esencial relacionado con la salud de las personas que se ve comprometido cuando no hay una buena alimentación. La colocación de una sonda nasogástrica es un método para poder alimentar a aquellos individuos con pérdidas prolongadas de apetito o problemas para deglutir la comida, cuando no se puede lograr la ingesta adecuada de alimentos y agua por la vía oral. Con este método se evita la desnutrición y deshidratación.
Se trata de una sonda especial que lleva alimentos y medicamentos al estómago a través de la nariz. Además de alimentar, la colocación de una sonda nasogástrica tiene otras indicaciones:
Existen diversos tipos de sonda nasogástricas. Los más utilizados incluyen:
Antes de colocar la sonda, se debe explicar la maniobra al paciente, ya que se necesita de su colaboración. Se trata de un procedimiento no doloroso, aunque puede llegar a molestar.
El paciente debe colocarse en una posición adecuada −conocida como posición de Fowler− la cual consiste en estar semisentado en la cama para relajar la musculatura abdominal y facilitar la entrada de la sonda.
Para saber la longitud de la sonda que se necesita, se suma la distancia desde la nariz al lóbulo de la oreja, y desde este hasta el final del esternón. Para un adulto, la longitud habitual es de unos 50 cm.
Se aplica lubricante en los últimos 15 cm de la sonda y se introduce por una de las fosas nasales, en la más permeable, con el paciente colocado en la posición de Fowler. Se Introduce la sonda horizontalmente, para evitar que tropiece con los cornetes. Se va empujando la sonda poco a poco, mientras el paciente realiza la maniobra de tragar.
Cuando se llega a la longitud medida anteriormente se detiene la introducción de la sonda y se comprueba si está bien colocada, insuflando 50 cc de aire al estómago con una jeringuilla, que es detectado con la ayuda de un fonendoscopio, escuchándose un sonido de borboteo característico en el abdomen.
Se puede aspirar el contenido gástrico una vez confirmada la posición y deberá fijarse a la nariz con un esparadrapo.
Es importante aprender a cuidar de la sonda y de la piel alrededor de la nariz para evitar la irritación.
Es importante tener en cuenta algunas recomendaciones:
Una de las complicaciones más frecuentes es una mala introducción de la sonda que acabe con ella en el aparato respiratorio. En estos casos habrá que reintroducirla correctamente. Esta circunstancia se puede dar en pacientes con estado neurológico comprometido y reflejo de tos disminuido.
En los pacientes que mantienen la sonda nasogástrica por un largo periodo de tiempo pueden presentarse obstrucciones y necesitar de servicios de enfermería a domicilio.
Otras complicaciones incluyen:
El uso de sonda nasogástrica tiene una duración prevista menor de 4-6 semanas. Si la necesidad de nutrición enteral va a ser superior a este plazo, se recomiendan el recambio de la sonda o realizar otros métodos de alimentación como una enterostomía.
La alimentación por sonda nasogástrica puede ser natural o enteral:
Las sondas que se introducen a través de la boca son conocidas como sondas bucogástricas o gástricas. Son poco utilizadas y están indicados cuando no es posible utilizar una sonda nasogástrica por la existencia de lesiones nasales o lesiones en la base del cráneo.