La toracotomía es la técnica quirúrgica de cirugía mayor para acceder a los pulmones a través del tórax.
El procedimiento para realizar una toracotomía incluye:
La toracotomía está indicada en casos de:
La toracotomía se realiza porque permite eliminar lesiones tumorales. En este caso se puede quitar una parte del pulmón en casos de tumoraciones benignas, o todo el pulmón en casos de tumores malignos. Se pueden tratar infecciones que no son solucionables mediante tratamiento antibiótico, y a veces se realiza para coger pequeños fragmentos de pulmón que permitan estudiar lesiones visualizadas en pruebas de imagen.
Los riesgos de la toracotomía son los de una cirugía mayor:
La preparación para una toracotomía debe de llevar:
La recuperación de la toracotomía es progresiva. En las primeras 24 horas, es normal que el paciente permanezca bajo supervisión del personal sanitario en una unidad de recuperación postoperatoria. Tras ello el paciente pasará a una planta donde estará entre 5 y 7 días.
Es normal tener dolor tras la toracotomía, por ello el médico pautará los analgésicos necesarios y que así las molestias sean las mínimas posibles.
Es normal tener dificultad para respirar de forma profunda. No obstante, le indicarán al paciente que intente respirar de esta forma varias veces al día para permitir que los pulmones se expandan correctamente, reduciendo así la posibilidad de una neumonía.
Hasta pasados al menos dos meses de una toracotomía el paciente no deberá realizar esfuerzos, por tanto la incorporación a su vida laboral estará indicada después de este tiempo.
Los resultados hay que valorarlos en función de la enfermedad de base que haya dado lugar al procedimiento.
En casos de tumores benignos, enfisemas (enfermedad pulmonar obstructiva y de carácter crónico que afecta a los alvéolos), o abscesos (acumulaciones de pus en un tejido orgánico), tras la extirpación del lóbulo pulmonar afectado, el resultado es muy satisfactorio, desapareciendo la sintomatología.
En casos de tumores malignos, será necesario realizar tratamiento de estas lesiones con quimioterapia, radioterapia o tratamiento inmunológico según el oncólogo decida.
La resección pulmonar es la cirugía por la cual se retira un pulmón o parte del mismo en el paciente. También se conoce como exéresis pulmonar y se realiza a través de una cirugía conocida como toracotomía.
La lobectomía pulmonar es la cirugía por la cual se extirpa una parte del pulmón. Esta cirugía se realiza a través de una toracotomía y suele deberse a tumores benignos, abscesos o enfisema.
Recibe el nombre de lobectomía porque los pulmones se dividen en partes conocidas como lóbulos pulmonares.
La toracotomía es la técnica quirúrgica en la cual se procede a abrir el tórax para ver y reparar su interior.
El neumotórax se produce por acumulo de aire en la cavidad pleural, este acumulo de aire puede ser debido a un proceso traumático pulmonar, una herida producida por arma blanca o algo que perfore el tórax, pero también se pueden producir por roturas pulmonares por un enfisema o el llamado neumotórax espontáneo, que tiene lugar por diferentes causas, entre las que puede estar un esfuerzo o ataques de tos muy fuerte. En estos casos es necesario reparar el pulmón para evitar que el aire siga saliendo a la cavidad pleural. Este procedimiento se realiza a través de la toracotomía
La toracotomía de urgencia se realiza cuando hay un daño pulmonar por un accidente con herida en el tórax, o bien por heridas incisas (que penetran), perforando el pulmón, el cual puede sangrar o bien se puede dar un escape de aire que produce un neumotórax.
Con este procedimiento se asegura una correcta expansión pulmonar al retirar la sangre y el aire y reparar la lesión pulmonar.
La toracotomía posterolateral es la técnica quirúrgica de abrir el tórax, en la cual la incisión se realiza en la zona posterior y lateral del tórax, es decir, desde la espalda hacia la zona anterior sin llegar a esta. La incisión suele tener entre 20 y 30 centímetros.