La terapia ocupacional es un conjunto de técnicas que se aplican a los pacientes con fines terapéuticos para prevenir y mantener su capacidad funcional, ante sus limitaciones.
Facilita y mejora el desarrollo de las personas en su actividades básicas de la vida diaria, ante las limitaciones que se le presentan por su enfermedad, potenciando su independencia y por tanto mejorando su calidad de vida.
La terapia ocupacional trata diferentes ámbitos en los que los pacientes pueden tener problemas a la hora de desarrollar las actividades de su vida diaria y por tanto perder independencia y calidad de vida, entre ellos se encarga de ayudar al paciente a mejorar:
Por tanto, el tratamiento se basa en la intervención del terapeuta ocupacional en la vida de las personas que así lo necesiten, independientemente del sexo, edad, etnia, enfermedad, discapacidad o vulneración social que el paciente tenga, adaptando el entorno a sus necesidades y realizando actividades que mejoren su rutina diaria.
Esta rama de la medicina está orientada a ayudar a aquellos pacientes que necesitan de otras personas para desenvolverse en su día a día.
Por lo tanto, cualquier persona que padezca una enfermedad, discapacidad, riesgo de exclusión social o alguna limitación constatada que le impida su independencia y reduzca su calidad de vida, está indicada para recibir la terapia ocupacional.
El desarrollo de los seres humanos tiene un aspecto tanto físico como psicológico, es por ello que la práctica de actividades incrementa las funciones motoras, cognitivas y psicológicas.
De esta forma, la aplicación de actividades de terapia ocupacional en personas con limitaciones potencia su desarrollo social, además del psicológico y físico, lo que aporta significado a su vida, a la par que incrementa la calidad de vida del paciente.
Es necesaria una evaluación exhaustiva sobre los antecedentes de accidentes o situaciones de riesgo que ha sufrido el paciente, para evitarlas y tener conciencia de ellas en los hábitos diarios, así como para adaptar su entorno.
Existen factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos a la hora de poner en marcha la terapia, siendo diferentes según la limitación de cada paciente.
Antes de que el terapeuta ocupacional comience a trabajar con el paciente, este debe ser evaluado.
Con la evaluación se fijan los objetivos y las prioridades que se quieren tratar en el paciente, para así elegir las técnicas y actividades terapéuticas que más se adapten a las necesidades que tiene el paciente.
Dicha evaluación la realiza el terapeuta, observando en un ambiente rutinario al paciente, y sometiéndole a ciertas pruebas como la del equilibrio o la memoria. Además, se tendrá en cuenta los resultados en el ambiente familiar y la información médica del paciente para completar la evaluación.
La recuperación depende de cada paciente y de la enfermedad que le provoca las limitaciones. Por tanto, no se puede predecir cuánto tardan en aparecer los primeros rasgos de mejoría en la terapia ocupacional.
Bien es cierto que poco a poco y con la colaboración del paciente se consigue una mejoría en cuanto a reducir las limitaciones diarias con las que tiene que vivir, o, por lo menos, una adaptación del entorno para facilitárselas.
La terapia ocupacional tiene como principal objetivo dar la capacidad necesaria a las personas para que puedan desempeñar sus rutinas del día a día.
De esta forma se optimiza la independencia del paciente mediante la participación en actividades físicas y psicológicas, y con la adaptación de su entorno.
El terapeuta ocupacional es un experto sociosanitario, con una amplia formación, que se encarga de evaluar a los pacientes que sufren alguna limitación en su día a día; y de establecer las actividades necesarias para ayudarle a tener una mejor calidad de vida intentado dotarle de mayor independencia.
Tras evaluar al paciente, el terapeuta ocupacional lleva a cabo con él el desarrollo de numerosas actividades, mostrándole cómo realizarlas y adaptando su entorno para que, si fuera posible, las realice el paciente. Algunas de estas actividades son:
Es la rama de la terapia ocupacional especializada en pediatría, se encarga de ver el desempeño ocupacional del niño, de forma que se va a evaluar y tratar las habilidades motoras, cognitivas y comunicativas del niño.
La evaluación se realiza mediante la ejecución de las actividades diarias básicas, el juego, la socialización y el aprendizaje, entre otros.
Rama de la fisioterapia especializada en el tratamiento y prevención de lesiones ocasionadas durante la práctica deportiva.
En el caso de la terapia ocupacional, recurrir a fisioterapia deportiva va a permitir que el paciente con una lesión física, natural o derivada de su enfermedad, pueda recuperar, dentro de sus posibilidades, las capacidades que tenía antes de su limitación mediante la ejercitación del cuerpo con el deporte.
Aquellos que hayan cursado un Grado Formativo Superior o un Grado Universitario en terapia ocupacional, adquiriendo así los conocimientos y formación necesaria para su desempeño. O acceder mediante estudios previos de la misma rama y especializarse en terapia ocupacional.