El test del aliento o test de urea en el aliento, es una prueba diagnóstica no invasiva y sencilla, utilizada para el diagnóstico de una infección gástrica producida por una bacteria llamada Helicobacter pylori en adultos y niños mayores de 5 años.
Esta prueba se utiliza en pacientes que tienen síntomas como molestias o dolor en la
región central y superior del abdomen, continuo o intermitente, a veces empeorado tras la ingesta, sin mejoría con la deposición ni alteración del ritmo intestinal (Dispepsia), cuando no hay síntomas de alarma que indiquen la realización de una endoscopia. También en familiares de primer grado de pacientes con cáncer gástrico, en pacientes con déficit de vitamina B12 no explicable por otras causas, en pacientes con anemia con déficit de hierro de causa no aclarada, que no responden al tratamiento con hierro oral, o en pacientes con Púrpura trombocitopénica idiopática (enfermedad de la sangre en la que puede haber sangrado y hematomas por disminución de las plaquetas).
Existen otras maneras de diagnosticar la infección por Helicobacter pylori mediante métodos invasivos (obtenidos mediante endoscopia oral o mediante una analítica de sangre), o por medio de un análisis de heces (test de detección de antígenos de Helicobacter pylori en heces).
El test del aliento se basa en la capacidad de la bacteria de producir una reacción química mediante la que descompone la urea (sustancia orgánica tóxica, resultante de la degradación de sustancias nitrogenadas en el organismo), que, como consecuencia, produce una liberación de amoniaco y CO2. Este último pasa a la circulación sanguínea general y es expulsado por la respiración en la exhalación. Para hacer el test se le administra al paciente urea marcada con C13, que será el elemento presente en el CO2 espirado por el paciente que se detectará en la prueba.
El test se realiza de forma ambulatoria en el centro de salud o en la consulta de digestivo por personal de enfermería. El paciente debe estar en ayunas al menos 8 horas y sin fumar, habiendo seguido todas las recomendaciones previas. El test tiene varias fases:
No se han descrito efectos adversos o complicaciones de este tipo de prueba. El único problema que puede existir es que, debido a que el paciente no haya seguido las recomendaciones previas a su realización, el test tenga un resultado falso negativo.
Los resultados del test se obtienen en el momento del análisis de las dos muestras de aire espirado. Una vez el profesional de enfermería corrobora el resultado, le puede informar al médico solicitante del mismo para que así, si es positivo, el médico paute el tratamiento antibiótico indicado o en su caso, o, si es negativo, continúe con el estudio del paciente para llegar al diagnóstico exacto de la dolencia que éste padezca.
El médico le explicará al paciente el tratamiento y el test del aliento de control que debe realizar una vez terminado el mismo, para asegurar su efectividad y éxito en la erradicación de la bacteria, a las 4 semanas de su fin.
Si el médico sospecha que el resultado puede ser un falso negativo, es posible que le pida al paciente que se le repita la prueba.
Es una bacteria considerada como el patógeno más importante en humanos. Produce lesiones en la mucosa o revestimiento del estómago, que dependen tanto de su virulencia (capacidad de producir daño), como de la respuesta que tienen las defensas del organismo frente a ella.
Las lesiones en la mucosa las produce por la liberación de una serie de sustancias que dañan las células del revestimiento interno del estómago. El cuerpo reacciona produciendo una inflamación en la zona muy importante que, por lo general, si no se trata adecuadamente, se convierte en una afectación crónica que puede derivar en mayores complicaciones (gastritis crónica, úlcera péptica, cáncer gástrico… etc.)
La bacteria Helicobacter Pylori tiene unas características microbiológicas únicas que le permiten sobrevivir, mantenerse y crecer en un medio ambiente extremadamente hostil como es el medio ácido de los jugos gástricos, lo que le ayuda a su supervivencia a pesar del ataque de las defensas del organismo, que no suelen ser suficientes para su destrucción, sino que más bien contribuyen a que las lesiones que produce se intensifiquen por la importante inflamación que se produce.
Pueden permanecer viables fuera del medio humano en entornos como las heces o el agua, lo que constituye su vía de transmisión entre los seres humanos. En condiciones higiénicas desfavorables se producen las circunstancias propicias para que las personas se infecten por esta bacteria.
La transmisión se produce fundamentalmente de persona a persona por vía orogástrica (besos), por contacto directo con vómitos, fómites (objetos utilizados por la persona infectada), o equipos médicos contaminados.
Se ha observado también la transmisión fecal-oral en grupos con condiciones higiénicas deficientes o en los miembros de una misma familia cuando el primer caso es un niño. De igual modo, se puede transmitir por la ingesta de agua contaminada con materias fecales.
El test de ureasa es lo mismo que test del aliento, y si es positivo quiere decir que el paciente tiene una infección en el estómago producida por la bacteria Helicobacter Pylori.
Es la inflamación del revestimiento interno (mucosa) del estómago, mantenida en el tiempo y que puede estar producida por distintas enfermedades: infecciones por Helicobacter Pylori, por virus, enfermedades del sistema inmune (autoinmunes), reflujo de bilis hacia el estómago, vómitos crónicos, aumento de secreción de jugo gástrico… etc. También por el exceso del consumo de alcohol, consumo de algunos medicamentos (antiinflamatorios) o ingestión de sustancias corrosivas o cáusticas.