La hernia de hiato es el deslizamiento del estómago desde la cavidad abdominal hacia la cavidad torácica, a través del hiato, que es un pequeña abertura que se encuentra en el diafragma.
El tratamiento de la hernia de hiato consiste en medidas higiénico dietéticas, farmacológicas y quirúrgicas.
Entre la medidas higiénico dietéticas se deberán evitar las comidas copiosas, con mucha grasa, los picantes, los excitantes como el café, el té y el chocolate, así como las bebidas ricas en gas. También será conveniente realizar cinco comidas al día con una menor cantidad de ingesta, disminuir de peso si se está obeso, y abstenerse de fumar y beber alcohol. No acostarse hasta dos horas después de haber cenado y elevar el cabecero de la cama unos 20 cm.
Las medidas farmacológicas recogen el tratamiento con inhibidores de la bomba de protones como el Omeoprazol, a dosis lo más bajas posibles, o bien usar antagonistas de la histamina 2 como la Ranitidina. Pueden ser necesarios los procinéticos como la Domperidona o el Cisapride, que no deben de usarse de modo continuado.
Los tratamientos quirúrgicos se realizan por lo general mediante cirugía laparoscópica. Esta cirugía se reserva para hernias muy sintomáticas que no ceden con tratamiento médico. Para ello, tras someter al paciente a anestesia general, se procede a realizar entre tres y cinco cortes en el abdomen de unos dos o tres centímetros, y tras ello se procede a introducir a través de los cortes, por una parte el endoscopio, que es una sonda flexible en cuya punta se encuentra una cámara y que mediante proyección en una pantalla nos permite ver el interior del abdomen, y por el resto el material necesario para la cirugía: bisturí, tijeras y material de sutura. Se procede a suturar el estómago alrededor del esofago creando de esta forma una válvula artificial, esto permite un cierre del esfínter inferior del esofago de forma eficaz, evitando el reflujo que se produce de material gástrico hacia el esófago, y se procede también a cerrar el hiato diafragmático parcialmente para mantener el resto del estómago en su posición anatómica.
En los casos en los que el reflujo haya dado lugar a un estrechamiento a nivel del esófago, este se va a tratar mediante endoscopia procediendo a situarse un muelle o stent tras dilatar el esofago.
El tratamiento médico y las medidas higiénico-dietéticas estarán indicados para todos aquellos pacientes que presenten una hernia de hiato.
El tratamiento quirúrgico se reserva para los pacientes que presentan un esófago de Barret, un estrechamiento del esófago, o bien presentan una hernia muy grande o muy sintomática.
El tratamiento higiénico-dietético y médico mantiene al paciente con pocos síntomas o incluso con ninguno.
En cuanto al tratamiento quirúrgico, este trata de devolver al paciente una situación anatómica normalizada, evitando el reflujo y las posibles complicaciones que la hernia puede producir.
Los riesgos de la cirugía de hernia de hiato serán los de una cirugía mayor con posibles hemorragias, infecciones, problemas respiratorios o trombosis venosas por la inmovilidad. También durante la cirugía pueden dañarse estructuras cercanas como el esófago, el estómago o el intestino. Se suele presentar dificultad para tragar los primeros días tras la cirugía que irán desapareciendo en un periodo de hasta tres meses.
La preparación será, en primer lugar, realizar las pruebas de analítica de sangre, radiología de tórax y electrocardiograma, seguidas de una cita con el anestesista.
Se debe permanecer en ayunas doce horas antes de la cirugía, así como abstenerse de fumar y beber alcohol al menos cuatro días antes de la cirugía.
Además el paciente no deberá tomar fármacos antiinflamatorios como el Ibuprofeno desde unos días antes de la cirugía, y si toma anticoagulantes deberá poner esta información en conocimiento del médico, quien le indicará la pauta a seguir.
La recuperación inmediata comienza con la ingesta de dieta líquida a las 12 horas tras cirugía. Si el paciente la tolera de forma adecuada, pasará a dieta blanda a las 24 horas, y si la tolera, se comenzará una dieta normal pasadas 48 horas. Tras una semana podrá comenzar a realizar su vida normal y pasadas tres semanas podrá reincorporarse a su trabajo, salvo que este implique que tenga que cargar peso.
Los resultados de la cirugía suelen ser satisfactorios, mejorando de la sintomatología. Tras tres meses el paciente no debe presentar dificultades para tragar ni de otra índole.
Respecto a los hábitos higiénico-dietéticos en las hernias de hiato es importante no hacer comidas copiosas, no comer exceso de grasa, no comer picantes ni bebidas gaseosas, evitar excitantes como té, café y chocolate, así como no beber alcohol.
La hernia de Spiegel es la que se produce por alteración en el músculo recto anterior del abdomen, en su borde lateral. Es una hernia muy poco frecuente y supone menos de 0,2% de las hernias abdominales. El síntoma principal que presenta es dolor, y tiene riesgo alto de complicaciones.
La hernia de Petit es una hernia de la pared abdominal posterior que se produce a nivel de la zona lumbar, en el llamado triángulo de Petit, que se encuentra delimitado por la cresta ilíaca y el músculo dorsal ancho y oblicuo externo. Es una hernia rara y con riesgo de complicaciones muy bajo.
Los tipos de hernias a nivel muscular serán:
La hernia epigástrica es la hernia de la pared abdominal que se produce en la zona por encima del ombligo y por debajo del esternón. Se da con mayor frecuencia en hombres y en edad media de la vida.