La ureterorrenoscopia es un exploración endoscópica del uréter y a veces de la pelvis renal, que consiste en introducir por la uretra un endoscopio (instrumento largo y muy fino de fibra óptica y adaptado a una cámara). Mediante el cual es posible explorar el uréter y el riñón sin realizar ninguna herida.
El endoscopio llega a la vejiga, se localiza el orificio uretral por donde se introduce el ureteroscopio. Esto permite explorar diferentes lesiones que se localizan en uréter o pelvis renal.
La ureterorrenoscopia se realiza según la condición del paciente con sedo-anestesia, anestesia local (intrauretral) o anestesia general. Una vez el paciente esté anestesiado, el médico procede a introducir el endoscopio en la vejiga del paciente a través de la uretra sin realizar ninguna incisión en su cuerpo. Esta técnica se realiza con rayos X.
Se coloca el paciente en posición de litotomía (boca arriba y con las piernas levantadas y apoyadas sobre los complementos de la mesa quirúrgica). El médico accede a la vejiga a través de un cistoscopio (tubo que tiene una cámara de vídeo de reducido tamaño con una potente luz para visualizar el interior de la uretra y la vejiga), localiza el orificio ureteral del lado de la litiasis (cálculos o piedras en vía urinaria) y luego introduce un catéter uretral (sonda de fino calibre que se coloca dentro de la uretra).
Este proceso se llama una ureteropielografía retrógrada, se dibuja la vía con contraste que se ve con rayos X, para así introducir un alambre guía hasta la pelvis renal sobrepasando la litiasis. También puede dilatar el meato ureteral para facilitar la entrada posterior.
Dependiendo de la localización del cálculo, se utiliza un ureteroscopio rígido o flexible, que le permite al médico llegar prácticamente a cualquier punto dentro del riñón.
Cuando se identifica el cálculo, puede extraerse utilizando una “cesta” especial. Si el cálculo es demasiado grande para extraerlo completamente, puede ser fragmentado por medio de láser o ultrasonidos.
Puede que el médico tenga que colocar un catéter “doble J” (sonda flexible de pequeño calibre con curvatura en ambos extremos multiperforados) en el uréter para que la orina pueda fluir a través del sistema urinario. El catéter se retirará cuando el flujo de orina vuelva a ser normal. Esto puede durar entre varios días o algunas semanas, dependiendo la recuperación del paciente.
Una ureterorrenoscopia está indicada para:
Una ureterorrenoscopia se realiza para:
Entre los riegos de la ureterorrenoscopia están:
La preparación de una ureterorrenoscopia consiste en:
La recuperación de la ureterorrenoscopia es bastante rápida para la mayoría de los pacientes:
Los resultados de una ureterorrenoscopia suelen ser muy efectivos para el paciente, es una técnica de alta operatividad y perfecta visión. El mayor beneficio es para pacientes con litiasis ureteral, ya que esta se puede arreglar evitando una cirugía abierta.
Una ureterorrenoscopia, dependiendo de la causa por la que se haya indicado el procedimiento, el ureteroscopio y la anatomía del paciente, puede durar desde 30 min a 1 hora.
La ureterorrenoscopia no es dolorosa, es un procedimiento que se realiza bajo anestesia general o local. Si se realiza bajo anestesia local, es posible que el paciente sienta algunas molestias.
Sí, se recomienda que el paciente vaya acompañado a una ureterorrenoscopia si lo desea. Aunque este no se irá a casa hasta que su médico se asegure de que todo con sistema urinario está en orden.