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Verdades y Mentiras de los Alimentos Ecológicos
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Verdades y Mentiras de los Alimentos Ecológicos

Los términos “eco”, “orgánico”, “bio”… están de moda, los encontramos fácilmente en cualquier supermercado y nos remiten a una idea de agricultura o ganadería sostenible . Sin embargo, no todas estas menciones están aceptadas, ni significan lo mismo. La normativa europea establece las pautas que se deben cumplir para poder considerar que un alimento es ecológico, y sólo los productos que las siguen pueden indicarlo en el etiquetado. Los consumidores tendemos a identificar los alimentos ecológicos con características que no siempre se corresponden con las que establece la legislación. Un alimento o producto ecológico no tiene por qué ser sostenible, de proximidad (km 0) o de temporada. ¿Qué es un alimento ecológico? Un alimento ecológico (o biológico u orgánico) es el producto agrícola que se produce bajo un conjunto de procedimientos denominados “ecológicos que, en general, se basan en evitar el uso de productos sintéticos, como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales. [] Actualmente, la agricultura ecológica es una industria fuertemente regulada, que en países como Japón, Canadá o la Unión Europea requiere de certificaciones especiales para poder comercializar sus productos. La agricultura ecológica y la ganadería ecológica son la base de producción de los alimentos ecológicos y se basan en premisas muy básicas que las diferencian de la agricultura y ganadería convencionales. Una de estas premisas es el cuidado del suelo , al considerarlo como un organismo vivo que hay que alimentar de forma adecuada para mantener la vida del subsuelo que permite que las plantas crezcan sanas. La ganadería ecológica se distingue por primar el bienestar animal mediante buenas prácticas ganaderas que previenen enfermedades producidas por hacinamientos y la utilización de medicamentos y practicas invasivas. Según la normativa, sólo pueden denominarse ecológicos los productos agrarios vivos o no transformados (los animales y cultivos), los transformados destinados a la alimentación humana (carne, hortalizas…), los piensos y las semillas. ¿Cómo distinguir un alimento ecológico? Todos los alimentos ecológicos deben incluir en su etiquetado la palabra “ecológico”, “orgánico” o “biológico” . El etiquetado es obligatorio y en él debe figurar la entidad que avala que se han seguido los estándares exigidos para la producción ecológica. Este logotipo es el utilizado para toda Europa, y facilita que los consumidores de cualquier país miembro puedan reconocer con facilidad el origen ecológico del producto. Para alimentos ecológicos extracomunitarios el logo es voluntario; la norma exige que deberá especificarse el país de origen y la entidad que certifica que se trata de un alimento ecológico. ¿Los alimentos ecológicos son más saludables? Con respecto a si los alimentos ecológicos tienen unos beneficios para la salud que no proporcionan los convencionales, es importante señalar que no hay consenso sobre el valor nutricional de los alimentos ecológicos frente al resto.  Tras revisiones sistemáticas (investigación de alta calidad) entre 2009 y 2012 se concluyó que no hay evidencias en la calidad nutricional entre los alimentos orgánicos y los convencionales, pero el consumo de alimentos ecológicos podría reducir la exposición a pesticidas. Otras revisiones sistemáticas en 2014 y 2016 concluían, en cambio, que sí hay diferencias significativas en la composición entre alimentos orgánicos y convencionales. Tanto las concentraciones de  vitaminas, minerales y antioxidantes  como los polifenoles serían más altas en los ecológicos, y contendrían menos residuos de pesticidas. Pero más que el contenido en nutrientes, el criterio realmente interesante a la hora de elegir un alimento ecológico sería conocer su impacto sobre la salud comparado con alimentos no orgánicos, y sobre esto todavía no hay estudios. ¿Los alimentos ecológicos son más seguros? Sobre la seguridad de este tipo de productos, el control sanitario debe ser el mismo que el de un alimento convencional, ya que están sujetos a las mismas normas de seguridad . Son seguros, si cumplen con los controles exigidos, exactamente igual que los alimentos convencionales. Por ello, además de los controles generales que deben pasar todos los alimentos, los ecológicos cuentan con una legislación específica que intenta simplificar y ajustar los controles en función del riesgo y el control del fraude. ¿Ecológico es igual a mejor garantía? El logotipo de alimento ecológico no garantiza que éste contenga más nutrientes , ya que esto depende de muchos factores, y los requisitos para usar el sello “eco” no lo garantiza. Tampoco que tenga mejor sabor, esto dependerá del tipo de alimentación de los animales y, en el caso de vegetales, de cuándo se recolectan (punto de maduración). Algunos de ellos pueden darse en la producción ecológica, pero la legislación no lo garantiza, no existe un criterio o indicador que los haga más “ricos”. No garantiza una mayor seguridad alimentaria ni un menor impacto ambiental. No hay ningún indicador que mida este impacto. No se conoce cómo se gestionan los residuos, qué combustibles se utilizan, los valores de emisiones de CO 2 … Tampoco hay datos sobre el transporte, el impacto de la producción o la conservación . El criterio de proximidad (km 0), compra local, de temporada (respetando la estación del año) quizá debería primar ante el criterio de estar en posesión de la certificación ecológica.
Dieta Para Una Piel Sana
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Dieta Para Una Piel Sana

La salud de la piel parece estar siempre relacionada con tratamientos cosméticos o dermatológicos costosos, lo que vincula el cuidado de la piel a un cuidado externo. Aunque estos remedios pueden ser buenas opciones según el caso, es muy importante que también se tomen medidas desde dentro y se siga un estilo de vida saludable. La alimentación es una estrategia necesaria para mantener un buen estado de salud de la piel y de nuestro organismo. Factores que influyen en el aspecto de la piel Hay muchos factores, internos y externos, que afectan al estado de la piel y que influyen en su aspecto. En algunos factores no podemos influir, pero en muchos otros sí. Factores internos (endógenos): Genética. Hormonas. Procesos específicos como la diabetes… Factores externos (exógenos): Radiación UVA: años de exposición al sol sin protección desembocan en unos daños crónicos inducidos por la luz y el envejecimiento prematuro de la piel. Temperatura : las temperaturas extremas y la velocidad de cambio entre ellas ejercen un impacto sobre la salud de la piel. Influencias químicas: detergentes, disolventes, lacas y pinturas, etc. Higiene excesiva: las duchas o baños demasiados frecuentes, durante demasiado tiempo y con agua demasiado caliente dan lugar a una pérdida de los factores hidratantes naturales de la piel. Estrés: el estrés sin control puede hacer que la piel sea más sensible y sufrir problemas como el acné. Sedentarismo. Falta de sueño: un buen sueño nocturno aporta a las células la posibilidad de regenerarse y facilita la regeneración de la piel.  Tabaquismo: el humo del tabaco es una gran fuente de radicales libres que dañan la piel haciendo que aparezca más envejecida. Consumo de alcohol : produce una deficiencia de oxígeno que hace que lleguen menos nutrientes a la célula, acelerando la pérdida de elastina y colágeno y marcando la ojera con un color azulado. ¿Qué nutrientes y alimentos necesita la piel para estar sana? Agua La piel necesita mantener unos niveles hídricos apropiados para gozar de buena salud. La elasticidad y luminosidad de la piel de todo nuestro cuerpo depende en gran medida de su contenido hídrico. La deshidratación le afecta en forma de sensación de tirantez, falta de flexibilidad, pérdida de suavidad, escozor y descamación , que se ven agravados con el paso del tiempo, por lo que se puede decir que la deshidratación es la primera etapa de envejecimiento y la hidratación la primera necesidad de la piel. Una buena hidratación se consigue mediante el agua de los alimentos que ingerimos y el agua de bebida. La mayoría de las verduras y frutas tienen más de un 90% de agua en su composición, por lo que es interesante incluir estos alimentos en la dieta. El agua mineral es, sin duda, el mejor hidratante, sin olvidar que debemos tomar cerca de 1, 5 litros de agua al día. Grasa La piel ha de mantener un equilibrio adecuado entre los lípidos epidérmicos y la hidratación para mantener una barrera de protección frente al medio externo. Esta   barrera selectiva precisa de lípidos para mantenerla compacta, hidratada y sana. A partir de los 30 años la piel produce menos lípidos y esto propicia que quede más vulnerable a los agentes externos. Se necesitan dos tipos de lípidos para realizar una eficaz función de barrera, reestructurar la membrana celular y disminuir la pérdida de líquidos; Son: colesterol y ácidos grasos mono y poliinsaturados presentes en: aceite de oliva, aguacate, aceites de semillas, frutos secos oleaginosos y pescado (sobre todo azul). Proteínas La principal proteína presente en la piel es el colágeno . Esta proteína permite flexibilidad y gran resistencia a la tracción. El colágeno se encuentra en la carne y la gelatina , pero también será importante aportar otras fuentes ricas en proteínas que resulten fundamentales en la renovación y buen aspecto de la piel, como: pescado, huevos, lácteos, legumbres y frutos secos.   Vitaminas liposolubles Vitamina A: ejerce un papel esencial en la renovación de la piel y de las mucosas. Está presente sólo en los alimentos de origen animal como: hígado, grasas lácteas (nata y mantequilla), yema de huevo y lácteos completos. Pro-vitamina A o beta-caroteno : posee una acción antioxidante importante y se transforma en vitamina A en nuestro organismo. Abunda en: verduras de hoja verde, de coloración rojo, anaranjado o amarillento y en ciertas frutas como: albaricoques, cerezas, melón, melocotón, nectarina. Vitamina E: de acción antioxidante, neutraliza la acción dañina de los radicales libres que en verano aumentan debido a los rayos solares y que son una de las causas de las denominadas «manchas de envejecimiento». La encontramos en: aceites vegetales, frutos secos, germen de trigo, aceite de onagra o prímula y en el germen de cereales.    Vitaminas hidrosolubles Vitamina C: su potente acción antioxidante y relacionada con la producción de colágeno ayuda a mantener la piel tersa y sin arrugas. Se encuentra en: frutas y verduras frescas como: ensalada, pimientos, kiwi, cítricos, melón, fresas, moras, frutas tropicales, col, tomate. Ácido fólico o vitamina B9 : relacionada con la renovación celular, se encuentra mayoritariamente en la verdura de hoja verde, las legumbres verdes, diversidad de frutas, hígado y la levadura de cerveza. Vitamina B2 o riboflavina : actúa contra la seborrea. Se encuentra en la leche y sus derivados (yogur, queso…), huevos, carnes, pescados, hígado, legumbres y frutos secos (almendras, nueces…). Vitamina B3 o niacina: participa en la síntesis de la queratina. Se encuentra en: carnes, pescados, vísceras y cereales integrales y frutas desecadas (melocotón, orejones, higos, dátiles, etc.) Vitamina B6 o piridoxina : está relacionada con el metabolismo del cinc, mineral que forma parte de la epidermis. Abunda en: pescados azules, carnes, huevos, frutos secos, plátano, espinacas, levadura de cerveza y germen de trigo. Minerales Selenio : mineral con acción antioxidante. Se encuentra en: carne, pescado, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras. Zinc: forma parte de la epidermis y está presente en los siguientes alimentos: carnes, vísceras, pescado, huevos, cereales integrales y legumbres. Hierro: su déficit suele causar piel pálida por la disminución de la hemoglobina circulante. Se encuentra en: vísceras, carnes, pescados y huevos, levadura de cerveza, frutos secos y desecados… Azufre: mineral indispensable en la síntesis de queratina y también ejerce una acción anti-seborreica. Abunda en: huevos, leche y derivados, cereales integrales y levadura de cerveza.
Influencia de los Oligoelementos en la Salud
Artículo especializado

Influencia de los Oligoelementos en la Salud

Los oligoelementos son cuerpos químicos simples cuya concentración es menor o igual a 0,01% del peso seco del cuerpo humano . Resultan indispensables para la actividad normal de las células y cientos de procesos vitales, pero nuestro organismo es incapaz de sintetizarlos, por lo que debemos obtenerlos del medio ambiente . Su importancia no se debe a su cantidad disponible sino a su calidad reactiva y a su potencial energético. ELEMENTOS EN EL ORGANISMO Para hacernos una idea de qué representación tienen los elementos en nuestro organismo, en la siguiente tabla se clasifican los diferentes compuestos que forman parte de nuestra estructura corporal: ELEMENTOS CONSTITUYENTES Carbono, Hidrógeno, Nitrógeno, Oxígeno. Representan el 96,3% de los átomos del organismo. ELEMENTOS PLASTIFICANTES (oligoelementos) Aluminio, Azufre, Calcio, Cloro, Cobre, Fósforo, Magnesio, Potasio, Sílice, Sodio. Representan el 3,60% de los átomos del organismo.   ELEMENTOS CATALIZADORES (oligoelementos) Cobalto, Cromo, Estaño, Hierro, Manganeso, Molibdeno, Níquel, Selenio, Zinc, Vanadio. Representan menos del 0,01% de los átomos de nuestro organismo, son los llamados “elementos traza”. Dentro de estos elementos descritos anteriormente se consideran los oligoelementos como esenciales dado que responden a las siguientes condiciones: Están presentes en todos los tejidos de los organismos vivos. Su concentración en los tejidos es relativamente constante. Una carencia o bloqueo de su acción provoca diversos tipos de problemas fisiológicos. Pueden corregirse enfermedades mediante una aportación complementaria de estos elementos. Breve historia Su importancia biológica comenzó a darse a conocer a finales del siglo XIX gracias a las investigaciones del químico y biólogo francés,  Gabriel Bertrand , quien demostró la necesidad de los oligoelementos en sus intervenciones en procesos de crecimiento y reproducción. Posteriormente, en 1932, el médico Jacques Menetrier basándose en las investigaciones de Bertrand, verificó el papel que juegan los oligoelementos en los cambios orgánicos y en la salud. Confirmó que su carencia lleva a enfermedades y que su administración en pequeñas dosis mejora números trastornos funcionales . Desarrolló un estilo de diagnóstico y terapéutica que se conoce con el nombre de medicina funcional y cuya originalidad terapéutica reside en la utilización de los oligoelementos. Papel de los oligoelementos en el organismo Los oligoelementos tienen un papel muy importante dentro del metabolismo dado que actúan como cofactores . Un cofactor es una sustancia que actúa como colaborador imprescindible de las enzimas . Y las enzimas son las encargadas de facilitar la realización de las distintas reacciones bioquímicas en el organismo, de manera que, si éstas no están presentes, las reacciones bioquímicas o metabólicas pueden darse, pero con una velocidad tan lenta y un gasto de energía tan grande, que pueden llegar a ser incompatibles con la vida. Por este motivo, cuando los oligoelementos no funcionan de la manera correcta, tampoco las enzimas lo hacen y esto se traduce en una serie de alteraciones en el metabolismo, que en la persona se pueden expresar como una disfunción (alteración leve de la función de un órgano) o, en estados más avanzados, como una enfermedad concreta. Oligoterapia La oligoterapia es una terapia reguladora que proporciona al organismo el o los oligoelementos necesarios que se encuentran limitados en el cuerpo en etapas iniciales de enfermedad , así como en tendencias recurrentes a enfermar o incluso en situaciones de debilidad para que los procesos que no se están dando de la manera correcta vuelvan otra vez a la normalidad. La principal ventaja de la oligoterapia es que, al utilizar sustancias propias de todos los seres vivos y en las concentraciones fisiológicas (normales para el funcionamiento del organismo), carecen por completo de toxicidad o contraindicaciones.  Para garantizar que los oligoelementos se absorban adecuadamente hay que cuidar su forma de administración, habitualmente se presentan en ampollas y se toman por vía sublingual, unos minutos bajo la lengua y después ingiriéndolo, preferentemente fuera de las comidas. En condiciones normales, esos oligoelementos se obtienen a través de la alimentación y en general, los alimentos contienen la cantidad suficiente para cubrir las necesidades diarias. Sin embargo, existen malos hábitos y situaciones ambientales que pueden influir negativamente en su desequilibrio: El consumo excesivo de fibra vegetal (sobre todo la suplementada y aislada de los alimentos) impide la adecuada absorción de ciertos minerales como: hierro, calcio y magnesio. Por ejemplo, el salvado de trigo tan útil para los problemas de estreñimiento. La mezcla de algunos alimentos genera competencia negativa de algunos oligoelementos. Por ejemplo, los alimentos ricos en calcio compiten con el zinc, el magnesio con el calcio y el hierro con el zinc. Mala alimentación. La polución atmosférica. La presencia de metales pesados como el plomo, el mercurio o el cadmio dentro de nuestra cadena alimentaria. Estrés, problemas psicológicos… Algunos oligoelementos Cada oligoelemento tiene unas funciones diferentes en el organismo y por tanto una acción distinta cuando se administran. A continuación, detallamos algunos con sus funciones fisiológicas a modo de ejemplo: Cobre. Tiene utilidad en los casos de infertilidad, en el acné, en todas las alergias (asma, rinitis, sinusitis alérgica, dermatitis alérgica, etc.), en gripes recurrentes, en las enfermedades infecciosas repetidas, en el reumatismo y en el vitíligo. Se encuentra en nueces y semillas, frutas secas, vísceras, legumbres y mariscos. Flúor. Es útil para las uñas quebradizas, caída del cabello, osteoporosis, raquitismo. Tienen flúor las aguas fluoradas, té, café, pescados y mariscos. Litio. Tiene utilidad en estados depresivos o maníaco-depresivos, en las personas ansiosas, en el insomnio de origen ansioso, en las personas irritables y en las personas con epilepsia. Los crustáceos y moluscos son buenas fuentes. Fósforo . Es el oligoelemento de la energía vital. De utilidad en los niños con trastornos del crecimiento, en el estrés, en las contracturas musculares dolorosas, en la fatiga física o emocional. Son buenas fuentes el queso, sardinas, marisco, chocolate, huevo, yogur y carnes. Azufre . Es de gran utilidad en las personas con acné, en el asma, en los eczemas crónicos, en el estreñimiento, en las enfermedades del hígado y de la vesícula biliar y los episodios de urticaria. Ajo, cebolla, brócoli, repollo son ricos en azufre. Zinc . Es de gran utilidad para los trastornos de fertilidad, impotencia y/o frigidez, por ello ha sido llamado el oligoelemento reproductor. Igualmente es útil en los casos de acné, pérdida de la memoria, el gusto o el olfato. Se encuentra en el germen de trigo, nueces, ostras, pescados y carnes. Silicio . Es el oligoelemento que aporta rigidez, utilizado en las fracturas que demoran en consolidarse y en la osteoporosis. Está en las hortalizas de hoja verde, zanahorias, tomates, cacahuete, almendra, avena.  
Alimentos de Otoño
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Alimentos de Otoño

Llega el otoño, hace más frío, se acortan los días, oscurece antes y hay menos horas de luz solar. Todos estos cambios, propios de esta estación, afectan no solo a nuestra rutina diaria, también a nuestro cuerpo, provocando un desequilibro hormonal. Se produce más melatonina y menos serotonina, haciendo que nos sintamos más cansados y con menos vitalidad. Muchas personas cuando llega el otoño sienten un bajón del estado anímico y no desaparece hasta que logran reajustar el cuerpo de nuevo. Para combatir mejor la apatía se recomienda descansar, respetando un mínimo de horas de sueño y realizar ejercicio físico al aire libre, los días de sol, para favorecer la secreción de serotonina. Además, la alimentación también es fundamental y esta estación nos brinda de alimentos más energéticos y ricos en vitaminas y minerales para mejorar el ánimo y recuperar la energía. Tres alimentos de temporada imprescindibles con muchas propiedades Setas . Es el alimento estrella de la temporada, aportan muy pocas calorías, pero son una buena fuente de proteínas vegetales . Contienen vitaminas, entre las que destacan las vitaminas del grupo B que ayudan a combatir el estrés y el cansancio. Entre los minerales, el más abundante es el selenio , que actúa como excelente antioxidante y ayuda a descontaminar el organismo de metales pesados. Por sus múltiples propiedades, las setas es un grupo de alimentos muy recomendado en esta estación ya que ayuda a reforzar el sistema inmunitario. En la cocina pueden prepararse asadas, salteadas, plancha, hervidas o al vapor. Pueden formar parte del relleno de guisos o pasta, en ensaladas tibias, platos de arroz, revueltos o como guarnición. Uva . Es la fruta de otoño por excelencia y nos aporta energía en forma de azúcares simples (glucosa y fructosa) ayudando así a combatir el cansancio o falta de vitalidad. Su composición varía dependiendo de si se trata de uvas blancas o negras, pero ambas concentran sustancias con propiedades antioxidantes que son las responsables del color, aroma y textura y previenen las enfermedades cardiovasculares y la degeneración celular. Destacan el resveratrol y la antoniacina en las uvas negras que le dan el color morado, y la quercitina en las uvas blancas. También son una fuente rica en minerales y vitaminas , siendo el potasio el mineral más abundante y, entre las vitaminas, abunda la vitamina B6 y el ácido fólico. En la cocina no debe limitarse a consumir la uva únicamente como fruta fresca ya que puede formar parte de múltiples recetas en forma de compota, pastel, en ensaladas o como guarnición de carnes o pescados. Sardina . Pescado azul que acaba su temporada en otoño y en esta estación está en su óptimo nivel nutricional. Contiene grasas saludables y es una fuente de omega 3 , ácido graso poliinsaturado que debemos incorporar a través de la dieta ya que el organismo no lo puede generar por sí mismo. Entre sus múltiples propiedades, el omega 3 destaca por su acción cardiosaludable, ya que ayuda a fluidificar la sangre reduciendo el nivel de colesterol y triglicéridos en sangre, manteniendo una buena coagulación sanguínea y protegiendo las arterias. También favorece el buen funcionamiento del sistema inmunológico regulando la respuesta inflamatoria con una acción antiinflamatoria. Para aprovecharnos de todas estas cualidades, se aconseja comer pescado azul, mínimo dos veces por semana y, la sardina al ser uno de los pescados con menor cantidad de mercurio por su pequeño tamaño, es una buena elección. En la cocina se puede preparar a la plancha, brasa, parrilla, horno o fritas. Marinadas o en escabeche puede formar parte de múltiples platos como en ensaladas, platos de pasta o arroz, pastel de patata, rellenos de pasta. ¿Por qué es importante el consumo de alimentos de temporada? Son más sabrosos. Conservan mejor el sabor y sus aromas. Son más nutritivos Aportan mayor variedad a nuestra mesa. Son más baratos A continuación, encontrarás un listado con los productos de otoño como guía para elaborar un menú semanal de temporada: Frutas : aguacate, caqui, granada, chirimoya, kiwi, manzana, mandarina, pera, uva, higo, membrillo y moras (a principios de otoño). Verduras : acelgas, alcachofa, berenjena, brócoli, calabaza, col lombarda, coles, coliflor, endibia, puerro, boniato, setas y hongos. Frutos secos: almendras, nueces, avellanas, anacardos, castañas. Legumbres : lentejas y garbanzos. Pescados y mariscos : besugo, caballa, jurel, bonito del norte y rayado, sardinas, salmonetes, doradas, gambas, pulpos, berberechos, navajas, mejillón. Carne : cerdo ibérico, ternera, cordero, ciervo, codorniz, conejo, liebre, ganso, perdiz, pato. Ejemplo de un día completo con alimentos de temporada Desayuno : Vaso de bebida de almendras (sin azúcares añadidos). Tostada de pan integral con humus, rodajas de tomate y aguacate. Media mañana: Bol de yogur natural con moras y picada de avellanas y nueces. Comida : Potaje de garbanzos y acelgas. Sardinas a la cazuela en horno con patata y berenjena. Higos. Merienda: Queso con membrillo. Cena: Crema de calabaza al curry. Revuelto de setas. Macedonia de frutas de otoño: mandarina, granada, pera, manzana, uva.
Alimentos de Primavera
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Alimentos de Primavera

Con la llegada de la primavera nos enfrentamos de nuevo a un cambio de clima. El frío empieza a despedirse llegando temperaturas más agradables y más horas de luz. Condiciones que promueven la reactivación de procesos vitales, metabolismo e incluso funciones de limpieza y desintoxicación del organismo de los excesos acumulados durante el invierno. Durante el proceso de adaptación podemos tener sensación de fatiga y debilidad generalizada que suele diagnosticarse como  astenia primaveral . Si la sufrimos, además de nutrirnos mejor, es importante salir al aire libre, practicar ejercicio físico y establecer contacto social. La naturaleza es sabia y nos ofrece durante esta temporada gran variación de frutas, verduras y hortalizas ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales que facilitan el proceso de puesta en marcha.  En esta época apetecen preparaciones sencillas, poco grasas y cocciones livianas dando preferencia a los productos frescos para evitar la pérdida de vitaminas y minerales por el calor.   Además, con el buen tiempo se incrementa el tiempo dedicado al ejercicio y se deberá asegurar una buena hidratación mediante zumos, caldos, batidos de vegetales y frutas, que los convierte en un complemento hídrico idóneo para esta estación con temperaturas más altas. Tres alimentos de temporada imprescindibles y con muchas propiedades Fresa : son frutas que aportan muy pocas calorías y cuyo componente más abundante, después del agua, son los hidratos de carbono (fructosa, glucosa y xilitol). Destaca su aporte de fibra , que mejora el tránsito intestinal. En lo que se refiere a otros nutrientes y compuestos orgánicos, las fresas y los fresones son muy buena fuente de vitamina C y ácido cítrico (de acción desinfectante y alcalinizadora de la orina), ácido salicílico (de acción antiinflamatoria y anticoagulante), ácido málico y oxálico, potasio y en menor proporción contienen vitamina E, que interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad. Se pueden tomar como postre sin añadirles nada, acompañarlas con lácteos (yogur, kéfir o cuajada); endulzadas con miel cruda, azúcar o sirope o con alguna crema casera para dar un toque especial. También se pueden “aliñar” con vinagre, zumo de limón, lima o naranja. Si las queremos vestir con algo más elaborado se pueden congelar y hacer helado casero, una mousse o gelatina, incorporarlas en ensaladas o utilizarlas en salsas vinagreta, entre muchas más opciones. Espárrago : están constituidos sobre todo por agua y fibra. Su contenido en azúcares y en grasas es muy bajo. En cuanto a su contenido vitamínico, destaca la presencia de folatos, provitamina A (betacaroteno) y de las vitaminas C y E , de acción antioxidante importante. También están presentes vitaminas del grupo B como la B1, B2, B3 y B6. En cuanto a minerales , presentan cantidades importantes de potasio, hierro, fósforo y yodo, además de calcio y magnesio, aunque en menor proporción. Los espárragos blancos contienen menor cantidad de vitaminas que los verdes, sobre todo su aporte de folatos y de vitamina C. Por otra parte, los espárragos en conserva contienen menos minerales debido al tratamiento que sufren para su procesado. Se pueden consumir como aperitivo o entrante, o mezclarlos con otras verduras para un acompañamiento de carne o pescado. Otras opciones son en tortillas, revueltos o frittata de verduras, en quiche o pizza vegetal. Albaricoque : es una fruta pequeña, delicada y dulce que hay que recoger y comer madura ya que sólo así se pueden apreciar todos sus aromas y matices. Su aporte energético es bastante bajo dada su elevada cantidad de agua y modesto aporte de hidratos de carbono. En cuanto a su contenido nutricional resalta su contenido en becaroteno (provitamina A), C, B9, B3, B2, B1 y B6. De los minerales destaca el potasio, fósforo, calcio, hierro, selenio y zinc. El albaricoque tiene una carne jugosa de sabor dulce y con un ligero punto de acidez, algo que lo convierte en una fruta versátil, ideal para la elaboración de tartas, sorbetes, macedonias y mermeladas , o simplemente para tomarla al natural en cualquier momento del día. Además, tanto en forma fresca como la desecada es apta para cocinar, pudiéndose acompañar platos salados como carnes y pescados como en versión dulce en repostería. ¿Por qué es importante el consumo de alimentos de temporada? Son más sabrosos. Conservan mejor el sabor y sus aromas. Son más nutritivos Aportan mayor variedad a nuestra mesa. Son más baratos A continuación, encontrarás un listado con los productos de primavera como guía para elaborar tus menús semanales de temporada. Frutas : kiwi, manzana, cereza, ruibarbo, albaricoque, higo, fresas, frambuesas, limón, melón, almendras.   Verduras : alcachofas, espárragos, acelgas, zanahorias, coliflor, berro, espinacas, nabo, puerros, patatas, rabanitos, judías verdes, calabacín, remolacha. Frutos secos: almendra. Legumbres : lentejas y habas. Pescados y mariscos : salmonete, bacalao, mújol, anchoa, centollo, calamar, gamba. Carne : cordero, pularda, capón, codorniz, oca, ganso y pavo. Ejemplo de menú de temporada Desayuno : Té rooibos. Panqueque de harina de almendra con frambuesas y miel cruda. Media mañana: Licuado de: zanahoria, remolacha y albaricoque. Comida : Alcachofas al horno con zumo de limón. Bacalao con tomate natural y olivas negras. Melón con menta fresca.   Merienda : Yogur griego con fresas cortadas y canela.    Cena : Endibias, rabanitos y anchoas aliñadas. Quiche de puerros, espinacas y queso de cabra. Compota de manzana con canela.
Alimentos de Verano
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Alimentos de Verano

Todos sabemos que nuestra alimentación en verano no es la misma que en invierno, ya que nuestro cuerpo necesita   menos calorías y más agua. Las altas temperaturas propias de estas fechas hacen necesario que nos hidratemos más de lo habitual. Las frutas y verduras de esta época se caracterizan por un elevado contenido en agua, antioxidantes y un importante aporte de  fibra , que hacen que nuestro organismo reciba todos los nutrientes necesarios para abrir nuestro apetito sin que las digestiones sean pesadas. Tres alimentos de temporada imprescindibles y con muchas propiedades: Melón . Forma parte de la familia de las cucurbitáceas, lo que lo emparenta con el pepino, la calabaza y el calabacín. Junto con la sandía es una de las frutas más apetecibles en verano. El 80% de la composición de esta fruta es agua , y las escasas calorías que aporta se debe a su contenido moderado de azúcares . La cantidad de betacaroteno, de acción antioxidante, depende de la intensidad del pigmento anaranjado en la pulpa. Los minerales que aporta en mayor cantidad son el potasio, el magnesio y el calcio. Son una de las frutas frescas más ricas en sodio (10 miligramos/100 gramos de producto, frente a los 4 miligramos/100 gramos de media del resto de frutas). La forma más habitual de consumir el melón en su estado natural es como fruta de sobremesa. Sin embargo, se presta muy bien a infinidad de preparados tanto dulces como salados. Es ideal para elaborar compotas, mermeladas, cremas, sorbetes o zumos, y cada vez es más frecuente su empleo en aperitivos a modo de tentempié. También permite preparar ensaladas veraniegas y macedonias. Tomate . Pertenece a la familia de las solanáceas. Es muy poco energético apenas llega a 20 calorías por 100 gramos. Su componente mayoritario es el agua, seguido de los hidratos de carbono. Se considera una fruta-hortaliza , ya que su aporte de azúcares simples es superior al de otras verduras, lo que le confiere un ligero sabor dulce. Es una fuente interesante de fibra , minerales como el potasio y el fósforo, y vitaminas C, E, provitamina A y vitaminas del grupo B (especialmente B1 y B3). Además, presenta un alto contenido en carotenos como el licopeno, pigmento natural que aporta al tomate su color rojo característico. El  alto contenido en vitaminas C, E y carotenos lo convierten en una importante fuente de antioxidantes. En la actualidad el tomate es uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo y, pese a su temporalidad de verano, la elaboración de conservas permite que se encuentre disponible todo el año. Se puede introducir en la alimentación de un sinfín de maneras, de forma natural en ensaladas, guarniciones o bien como ingrediente de sofritos, guisos, salteados, asados… También está presente como ingrediente estrella del famoso gazpacho, salmorejo y tomates rellenos. Judía verde. Es hortaliza por fuera y legumbre por dentro ya que se considera botánicamente una legumbre, pero se consume como hortaliza. Presenta un bajo aporte calórico, menos de 30 calorías por cada 100 gramos. Este contenido calórico se debe a la presencia de hidratos de carbono presentes en sus semillas. Son una buena fuente de fibra . Entre sus minerales destaca la presencia de potasio y calcio, y en menor proporción, yodo, fósforo, hierro, cromo y magnesio. Éste último forma parte de la molécula de clorofila, pigmento al que las judías deben su característico color verde. Cabe decir que las judías verdes son una de las verduras más pobres en sodio.  En cuanto al contenido en vitaminas de las judías verdes, son buena fuente de vitamina C, folatos, y provitamina A o betacaroteno, así como de B2 y B6, presentes en menor cantidad. No hay que consumirlas crudas, pues contienen una sustancia llamada faseolina, con cierta capacidad tóxica que desaparece con la cocción. La judía verde es muy poco exigente en la cocina, pues con lavarla y cortarle las puntas puede disfrutarse en su punto en unos pocos minutos de cocción. A esta verdura le sienta bien un salteado rápido tipo wok, o un hervido con un chorro de buen aceite de oliva o bien con una sencilla vinagreta o una mayonesa casera puede servir para acompañar cualquier menú o entrante. ¿Por qué es importante el consumo de alimentos de temporada? Son más sabrosos. Conservan mejor el sabor y sus aromas. Son más nutritivos Aportan mayor variedad a nuestra mesa. Son más baratos A continuación, encontrarás un listado con los productos de verano como guía para elaborar tus menús semanales de temporada. Frutas : albaricoque, nectarina, grosella negra, cereza, higo, fresa, frambuesa, grosella, ciruela, mora, arándano, sandía, melocotón, melón, uva, pera, manzana. Verduras : rabanito, alcachofa, berenjena, acelga, brócoli, zanahoria, pepino, pepinillo, calabacín, hinojo, habas, judías verdes, guisantes, patatas, tomate, apio, apio nabo, alubias, maíz, puerro, pimiento, remolacha, col, coles de Bruselas, coliflor, calabaza, espinacas. Pescados y mariscos : rape, lenguado, merluza, raya, trucha, atún, anchoas, caballa, sardinas, jurel. Carne : productos de caza como: liebre, codornices, conejo y jabalí. Ejemplo de menú de temporada Desayuno : Infusión fría de frutos rojos con limón.   Bol de macedonia: melocotón, fresas, kiwi y arándanos con yogur natural entero, copos de avena finos y semillas de chía.   Media mañana: Batido de mango con leche de coco. Comida : Ensalada de sandía, queso feta y olivas negras. Pollo al horno con romero y guarnición de rúcula. Infusión templada. Merienda : Un par de higos frescos con cuatro avellanas. Cena : Carpacho de calabacín con melocotón y almendra laminada.   Dorada a la sal con rodajas de patata y cebolla tierna asada. Sorbete casero de frambuesas.
Alimentos de Invierno
Artículo especializado

Alimentos de Invierno

El invierno es sinónimo de frío, bajan las temperaturas, los días son más cortos y nos hacemos más vulnerables a resfriados y gripes, poniendo a prueba nuestro sistema inmunológico. Para combatir el frío, nuestro cuerpo nos pide alimentos más calóricos y concentrados en nutrientes que nos proporcionen energía y calor interno. Una alimentación saludable, rica en vitaminas del grupo B, vitaminas A, D, C y minerales como el cobre, zinc y hierro contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de prevenir el cansancio y la fatiga. La naturaleza en esta estación nos ofrece alimentos de temporada que nos aportan todas estas propiedades, muchos resultan más energéticos y tienen un efecto más saciante. Tres alimentos de temporada imprescindibles con muchas propiedades Caqui . También se conoce como palo santo, en alusión a que suele madurar para la festividad de todos los santos, en noviembre. En invierno está en su óptima maduración y su sabor dulce característico es debido a su alto contenido en hidratos de carbono, destacando la glucosa y fructosa. Esto la convierte en una de las frutas con mayor aporte calórico que nos aporta energía para resistir el frío. El caqui posee taninos en la pulpa, que le otorgan un poder astringente, pero estos taninos disminuyen con la maduración del fruto, y le otorgan un efecto contrario y actúan como laxante natural cuando está en su punto óptimo. Respecto a su contenido en vitaminas destaca por ser una fruta rica en betacaroteno o provitamina A , pigmento que le da su color naranja rojizo, y vitamina C , que aporta a esta fruta un potente efecto antioxidante que ayuda a reforzar las defensas y el sistema inmunitario frente a infecciones propias de esta estación. Entre los minerales, el más abundante es el potasio y, al ser bajo en sodio, resulta muy recomendable para aquellas personas con afectaciones cardiovasculares. Es una fruta que una vez madura se abre con facilidad y su pulpa se puede comer con cuchara. En la cocina tiene múltiples recetas y no debe limitarse su consumo únicamente como fruta fresca madura, puede emplearse en pasteles, flanes, mermelada, en compota como acompañamiento de carnes, en ensaladas. Brócoli . Con el invierno llega la época de las verduras crucíferas (coles de brusela, col rizada, lombarda, coliflor, rábano, colirábano, nabo, colinabo, brécol o brócoli, berro, rúcula, mostaza). Este grupo destaca por su contenido de glucosinolatos , compuestos que el cuerpo metaboliza en isotiocianatos, potentes antioxidantes que previenen la degeneración celular. El antioxidante que destaca en el brócoli se denomina sulforafano y ha demostrado tener una acción anticancerígena si se cocina de forma correcta, ya que es soluble en agua y sensible al calor, de modo que, si hacemos una cocción prolongada, reducimos a la mitad su concentración. Además, el brócoli aporta a nuestro organismo una gran variedad de vitaminas y minerales, convirtiéndose en una de las verduras más nutritivas. Destaca la provitamina A y la vitamina C, además de la vitamina E que favorecen el buen estado de nuestras mucosas y fortalece el sistema inmunitario. También contiene una cantidad nada despreciable de ácido fólico, hierro, magnesio, calcio y vitamina K que hace que sea un alimento ideal para embarazadas o personas con anemia ferropénica donde sus demandas están aumentadas. Entre sus múltiples propiedades tiene una acción antimicrobiana por acción del azufre que ayuda a combatir infecciones propias del invierno. En la cocina se aconseja consumir al dente para aprovechar todos sus componentes nutricionales y utilizar una cocción rápida (vapor, salteado, microondas, wok). También se puede consumir en crudo y forma parte de múltiples platos en pasta, en arroz, en puré, sopas, salteado con otras verduras, en ensaladas, en guisos y como guarnición. Piñones . El invierno es época de frutos secos, nuestros mejores aliados para combatir el frío, aportándonos energía y nutrientes esenciales. El piñón se conoce como fruto seco, pero en realidad es una semilla . Se diferencia de los demás frutos secos en que contiene más proteínas aún siendo un alimento mayoritariamente graso, destacando la presencia de ácidos grasos esenciales, especialmente el ácido graso omega 3 y ácido graso omega 6 , fundamentales para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, la salud de nuestro cerebro y nuestro sistema cardiovascular. Son un gran aporte de fibra, vitaminas y minerales , entre los que destaca la vitamina E y el zinc, potentes antioxidantes, que ayudan a aumentar las defensas de forma natural convirtiendo el piñón en un alimento estrella para el invierno. También es rico en ácido fólico y en menor cantidad contiene vitamina A y del grupo B. Entre los minerales encontramos el hierro, potasio, fósforo y magnesio, haciendo del piñón un alimento muy completo y versátil en la cocina. Puede tomarse en crudo formando parte de ensaladas, purés, salteados de verduras, guisos, acompañamiento de carnes y pescados, con legumbres, con arroz, con pasta. También en postre como bizcocho, coca, magdalena. ¿Por qué es importante el consumo de alimentos de temporada? Son más sabrosos. Conservan mejor el sabor y sus aromas. Son más nutritivos Aportan mayor variedad a nuestra mesa. Son más baratos. A continuación, encontrarás un listado con los productos de invierno como guía para elaborar un menú semanal de temporada: Frutas: caqui, chirimoya, mandarina, naranja, pomelo, kiwi, limón, manzana, uva. Verduras : acelga, alcachofa, ajo, apio, berenjena, cardo, col lombarda, coliflor, Brócoli, endibia, escarola, espinacas, judías verdes, lechuga, nabo, puerro, rábano, remolacha, repollo. Frutos secos : Castañas, ciruelas pasas, dátiles, uvas pasas, piñones. Legumbres : guisante verde, haba verde. Pescados y mariscos : anchoa o boquerón, bacalao, besugo, bonito, caballa, dorada, lenguado, lubina, merluza, mero, palometa pulpo, rodaballo, salmón, sepia, trucha, almeja, mejillón, berberecho, camarón, gamba, cigala. Carne: ciervo, venado, cordero, cochinillo, codorniz, conejo, jabalí, liebre, perdiz, pato, pavo, faisán. Ejemplo de un día completo con alimentos de temporada Desayuno: Bol de yogur natural con copos de avena, ciruelas pasas y uvas pasas. Media mañana: Zumo natural de naranja natural con pomelo y limón. Puñado piñones. Comida : Ensalada de escarola con granada. Arroz caldoso de alcachofas, bacalao y almejas. Caqui. Merienda : Macedonia de frutas de invierno: naranja, kiwi, manzana, uva. Cena : Wok de verduras (brócoli, berenjena, apio, cebolla, puerro) Pavo en salsa de limón. Dátiles rellenos de queso y nueces.
Incidencias del Café en la Salud
Artículo especializado

Incidencias del Café en la Salud

Si existe una bebida tan instaurada en nuestra sociedad que se considera casi una necesidad diaria para los que nos cuesta despertarnos por la mañana, esa es, sin duda, el café. Esta infusión es, junto con el té, una de las más consumidas en el mundo, pues alcanza un consumo diario de casi 1.600 millones de tazas. En concreto, el 80% de la población adulta española realiza un consumo medio de cafeína de entre 200-300 mg/persona/día (dos a tres tazas de café). Así pues, debido a su popularidad y elevado consumo a lo largo de los años, el café sigue siendo objeto de estudio de múltiples investigaciones para valorar sus posibles efectos en nuestro organismo. En este sentido, hay que decir que existen diferentes versiones y conclusiones con mensajes contradictorios que pueden llegar a confundir al consumidor. Así pues, vamos a esclarecer cuáles son realmente las propiedades del café y cuál es su incidencia sobre la salud. Composición del café Más allá de la cafeína, una simple taza de café nos aporta también otros compuestos fenólicos como pueden ser el ácido clorogénico (potente antioxidante relacionado con una cierta capacidad para inhibir el cáncer), aminoácidos, polisacáridos, azúcares, triglicéridos, ácido linoleico, ácidos volátiles (fórmico y acético) y no volátiles (láctico, tartárico, pirúvico, cítrico), vitaminas aporta pequeñas cantidades de magnesio, potasio, vitamina (B3 y colina), minerales (magnesio, potasio) y así hasta 1000 sustancias químicas cuyas concentraciones dependen de la variedad del café (Robusta o Arábica) , su origen, su procesado y del grado de tostado.  De hecho, las distintas preparaciones de un café (en cafetera italiana, de filtro, de émbolo, de vacío, expreso, etc.) van a condicionar el contenido de estas sustancias: a mayor tostado, menor cantidad de compuestos fenólicos. Sin embargo, la cantidad de cafeína en los granos de café (que siempre será mayor en la variedad Robusta que Arábica) se mantiene más o menos estable con independencia del grado de tostado pero varía según la preparación del café ya que, según la Agencia de Normas Alimentarias (Food Standards Agency) del Reino Unido, una taza de café instantáneo contiene de promedio unos 100 mg de cafeína , en cambio, una taza de café filtrado contiene 140 mg de cafeína. Efectos del consumo de café en la salud El café, y en concreto, la cafeína, ejerce múltiples efectos entre los que destacan: estimula el sistema nervioso central , relaja el músculo liso, estimula el músculo cardíaco, estimula la diuresis , y parece ser útil en el tratamiento de algunos tipos de cefalea y en la mejora del rendimiento deportivo. Además, ya sea por los efectos de la cafeína o por la presencia de otras sustancias , existen algunos metaanálisis que sugieren que su ingesta se asocia con una menor incidencia de enfermedades crónicas , incluido el deterioro cognitivo, enfermedad de Parkinson, hígado graso no alcohólico, enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y cáncer de hígado. A continuación, vemos algunos ejemplos. Café y riesgo de muerte prematura Uno de los estudios más recientes y polémicos realizados al respecto ha querido demostrar que el consumo de al menos tres tazas de café al día reduciría el riesgo de muerte prematura . Sin embargo, la calidad de estos estudios es tan baja (se trata de estudios observacionales) que no permiten afirmar a ciencia cierta si el café puede aumentar o reducir el riesgo de muerte, enfermedad cardiovascular o cáncer ya que establecen una correlación, pero no una relación de causalidad. Café e hipertensión Por otra parte, aunque sí está comprobado que existe un aumento momentáneo de la tensión arterial cuando se consume café, no se ha relacionado un mayor riesgo de sufrir hipertensión con un consumo crónico y moderado de café. Café y salud ósea La cafeína interviene en la absorción del calcio (mineral implicado en el mantenimiento de una buena salud ósea) en el sentido de que disminuye su absorción en el tracto digestivo y además aumenta su excreción urinaria y fecal, lo que puede producir un balance negativo de calcio . Sin embargo, aunque un elevado consumo de café se asocia con una pequeña reducción de la densidad ósea, no se ha encontrado una asociación evidente entre su consumo y un mayor riesgo de fracturas Café y cáncer Estudios recientes afirman que el consumo de café no está asociado con riesgo de padecer cáncer y que incluso podría actuar como factor protector en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer como el de mama y el de colon. Café y enfermedades que contraindican su consumo Existen ciertas patologías en las que el consumo de café está totalmente contraindicado. Entre ellas destacamos: arritmias, ansiedad, colon irritable, personas con predisposición a padecer cáncer de vejiga y páncreas, Entonces, ¿es seguro el consumo de café en la población sana? A pesar de todo lo expuesto hasta ahora, podríamos afirmar que el consumo de café parece seguro dentro de los patrones habituales de consumo, con algunas limitaciones en mujeres embarazadas, adolescentes y niños. Para ser más concretos, la Food and Drug Administration (FDA) establece que:    En adultos sanos (excepto mujeres embarazadas) el consumo diario de cafeína no debería ser superior a 400 mg al día (unas tres o cuatro tazas). En niños y adolescentes no se aconseja un consumo mayor a 2,5 mg de cafeína al día por kilo de peso corporal. En concreto, por franjas de edad, en niños de cuatro a seis años el consumo de cafeína debería estar limitado a 45 mg al día, en niños de siete a nueve años a 62,5 mg al día y en niños de 10 a 12 años en 85 mg al día. En mujeres en período de preconcepción, embarazo o en época de lactancia las recomendaciones varían entre 200 y 300 mg al día , aunque lo ideal sería limitar el consumo de cafeína a 200 mg al día (debido a que un alto consumo de cafeína se ha visto asociado a bajo peso al nacer). Dicho esto, podríamos concluir que el factor protector o de riesgo del consumo de café podría estar relacionado con la dosis: El consumo de tres a cuatro tazas al día de café tiene más probabilidades de beneficiar nuestra salud que de perjudicarla. Por el contrario, el consumo abusivo de cafeína sí puede producir efectos adversos tales como deshidratación (por su acción diurética), insomnio, taquicardia , ataques de ansiedad, estrés en personas susceptibles, además de propiciar una dependencia física y psicológica.
Importancia de la Microbiota en la Salud
Artículo especializado

Importancia de la Microbiota en la Salud

En los últimos años y debido a los grandes avances científicos en temas relacionados con la salud gastrointestinal , se ha confirmado que existe una estrecha relación entre las patologías digestivas e inmunitarias más prevalentes hoy en día y la composición de nuestra microbiota intestinal.  Por ello, es importante conocer no sólo qué funciones tienen estos microorganismos que habitan en el intestino sino qué alimentos tomar para ejercer un efecto positivo en nuestra salud. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. ¿Qué es la microbiota intestinal? Se denomina microbiota al conjunto de microorganismos que colonizan un huésped y conviven con él de forma que ambos obtienen beneficios de esta relación. Aunque en nuestro cuerpo existen diferentes tipos de microbiota (oral, vaginal, de piel, del tracto urinario, etc.), nos centraremos en la que ejerce mayores funciones en nuestro organismo: la microbiota intestinal. La microbiota intestinal (comúnmente llamada flora intestinal) contiene 100 billones de bacterias (10 veces más que las células de nuestro cuerpo) que se encuentran a lo largo de nuestro intestino.  Su diversidad y su composición varía a lo largo del tracto intestinal, siendo más homogénea (y con menos cantidad) al inicio del intestino y aumentando su cantidad y diversificación en el colon y el recto . En este último tramo se encuentran más de mil especies diferentes que representan el 70% de las bacterias del cuerpo humano y cuyo peso puede llegar hasta 1-2 kg. NUESTRA MICROBIOTA ES ÚNICA Sólo un tercio de nuestra microbiota intestinal es común a la mayoría de la gente, mientras que el resto de microorganismos son específicos en cada persona, por lo que podemos decir que la composición de la microbiota es única para cada individuo y puede caracterizarnos como si de un DNI se tratase. Además, su composición también puede variar en función de factores endógenos (genéticos) o exógenos (edad, dieta, tipo de parto, obesidad, fármacos, tabaco, estrés, etc). De hecho, cuando se desarrollan cambios en la composición microbiana, se produce una “disbiosis”, que provoca que la comunidad bacteriana beneficiosa se dañe y se inicie un estado inflamatorio individual, precursor a su vez de distintas enfermedades como desórdenes funcionales del intestino, hígado graso, enfermedad inflamatoria intestinal (EII), alergias, obesidad o diabetes. Por ello es básico llevar a cabo estilos de vida saludables (dieta y ejercicio) que promuevan restablecer la composición de la microbiota intestinal. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. ¿Qué funciones desempeña en nuestro organismo? Los millones de bacterias que conforman nuestra microbiota intestinal juegan un papel esencial en la modulación de diferentes funciones de nuestro sistema digestivo. Entre estas funciones destacamos: Ayuda al cuerpo a digerir ciertos alimentos que el estómago y el intestino delgado no son capaces de digerir a través de la actividad de las enzimas digestivas Colabora en la síntesis de vitaminas del complejo B y K Desempeña un papel importante en el sistema inmune: diversos estudios han demostrado que diferentes bifidobacterias inducen cambios en las respuestas inmunitarias favoreciendo la disminución de los síntomas abdominales de los pacientes con síndrome del intestino irritable (SII) Ayuda a combatir las agresiones de otros microorganismos perjudiciales, manteniendo la integridad de la mucosa intestinal.   Inhibe la adhesión y crecimiento de las bacterias patógenas intestinales y mejora la respuesta inmunológica disminuyendo la inflamación.  Dichas bacterias patógenas presentes en el tracto gastro-intestinal pueden estar involucradas no sólo en el desarrollo de cáncer sino también en la evolución de la enfermedad y en la respuesta al tratamiento, aunque todavía se desconocen muchos aspectos sobre la relación entre microbiota y cáncer. Además, las últimas investigaciones en la materia han demostrado que la microbiota juega un papel importante en las acciones de las neuronas del SNE (sistema nervioso entérico), influyendo en el neurodesarrollo cerebral en edades tempranas de la vida (tanto prenatal como postnatal). Por ello, se ha visto que las alteraciones de la microbiota intestinal pueden afectar la percepción del dolor, la reacción al estrés, la neuroquímica y otras alteraciones del eje gastro-cerebral. Consejos para cuidar la microbiota intestinal Ahora que conocemos la importancia de mantener una correcta flora microbiana intestinal, debemos saber que es posible modular la composición de dicha flora para evitar cualquier trastorno asociado a la disbiosis. Es posible a través de antibióticos que eliminen las bacterias nocivas (como la Helicobacter pylori , responsable de muchas gastritis) o a través de la ingesta de prebióticos y/o probióticos , dos elementos con beneficios para la salud digestiva. Los probióticos son bacterias que incrementan la reserva de bacterias beneficiosas en detrimento de las bacterias nocivas, ayudando así a mantener el equilibrio de nuestra microbiota intestinal cuando se ha visto afectada ya sea por una mala alimentación, por el uso excesivo de antibióticos o por otros factores externos como el estrés. Algunas de estas especies bacterianas probióticas son el Lactobacillus o Bifidobacterium y pueden encontrarse en distintos alimentos (como yogures y leches fermentadas) o en complementos alimenticios. Los prebióticos son ingredientes no digeribles (fibra soluble) que promueven el crecimiento y la actividad de un número limitado de bacterias beneficiosas para la salud. Los alimentos que contienen prebióticos de forma natural son los vegetales y frutas como el ajo, la cebolla, el puerro, los espárragos, las alcachofas, los tomates, los plátanos, las ciruelas o las manzanas. También son fuente de prebióticos los cereales como el salvado y los frutos secos como las almendras. Además, podemos encontrar prebióticos agregados a los ingredientes que conforman los alimentos funcionales (yogures o leches enriquecidas en prebióticos). Por el contrario, las grasas saturadas presentes en bollería industrial, embutidos grasos , productos prefabricados y algunos helados o los edulcorantes artificiales son alimentos que ejercen efectos negativos en nuestra microbiota. Además, hay que tener en cuenta que las carnes de animales que han recibido tratamiento antibiótico también pueden afectar la composición de nuestra microbiota aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades intestinales. Por último, destacar que la práctica regular de deporte también podría contribuir de forma directa o indirecta a una mayor diversidad de nuestra microbiota intestinal y, por ende, a mejorar la salud gastrointestinal. Por tanto, y para concluir, podríamos decir que para un correcto funcionamiento de nuestra microbiota intestinal, debemos llevar a cabo una alimentación equilibrada a base de verduras, frutas, cereales integrales (pan, arroz, pasta), frutos secos, productos fermentados (kéfir, yogures, chucrut, etc.), sin olvidarnos de la práctica regular de ejercicio físico. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta.
Dieta sin gluten: pros y contras
Artículo especializado

Dieta sin gluten: pros y contras

Hace ya unos años que se habla de la moda de las dietas sin gluten, donde se afirma que eliminarlo ayuda a adelgazar, mejora la salud, entre otras cosas, en personas sanas. Y ello sin tener en cuenta que quien debe excluir totalmente esta proteína por necesidad son las personas celíacas, ya que éstas padecen una intolerancia permanente al gluten, así como las que padecen alergia al gluten o sensibilidad al gluten (de difícil diagnóstico). Es importante que antes de iniciar una dieta sin gluten se consulte con un nutricionista cualificado, para que sean cuales sean los motivos para retirar el gluten de la alimentación, pueda elaborar unas pautas para seguir una alimentación equilibrada , que no comporte ningún déficit nutricional. ¿Qué es el gluten? El gluten es una proteína amorfa que se encuentra en la semilla de muchos cereales como son el trigo, cebada, centeno, triticale, espelta, posiblemente la avena, así como sus híbridos y derivados. Representa un 80% de las proteínas del trigo y está compuesta por gliadina y glutenina. Carece de valor nutricional, pero tiene un alto valor tecnológico. Esta proteína es la responsable de la elasticidad de la masa de harina y confiere la consistencia y esponjosidad de los panes y masas horneadas. Por este motivo es apreciada en alimentación, por su poder espesante. En el horneado, el gluten es el responsable de que los gases de la fermentación queden retenidos en el interior de la masa, haciendo que ésta suba, impulsándola hacia arriba. Después de la cocción , la coagulación del gluten es responsable de que la masa no se desinfle una vez cocida. Seguir una dieta sin gluten en personas sanas, ¿es perjudicial? El gluten no es una proteína indispensable para la salud, no aporta ni vitaminas ni minerales, es decir, carece de valor nutricional . Uno de los problemas que podría ocasionar su eliminación de la dieta sería que la aportación de fibra se viese comprometida o se abusara de productos procesados y, por tanto, aumentase el contenido de azúcares, grasas y calorías de la dieta. En el caso de la fibra, se recomienda suplir este déficit con el consumo de frutas, verduras, hortalizas, legumbres, semillas y frutos secos. Respecto al tema del aumento de azúcares, grasas y calorías, se aconseja prescindir o no abusar de los productos específicos sin gluten procesados . Actualmente hay una línea de investigación según la cual, al eliminar alimentos con gluten también se eliminan otros nutrientes que sirven de alimento a las bacterias que residen en el colon. Todavía no se sabe bien el motivo, pero se intuye que si estas bacterias son beneficiosas podrían contribuir al buen funcionamiento del sistema inmunitario , ayudar a la disminución de las alergias que se puedan sufrir y tener posibles efectos beneficiosos en el aparato digestivo, e incluso en el sistema nervioso central. Otra investigación apunta al tubo digestivo, en el cual residen células que detectan la presencia de bacterias y de gluten . Si se elimina el gluten de la alimentación y después se vuelve a introducir, podría ser que las células digestivas no la reconociesen, y la capacidad de procesar esta proteína se viese afectada, lo que derivaría en problemas digestivos. Atención a las posibles carencias No hay motivo aparente para que una persona que no tenga enfermedad celíaca, alergia al gluten o sensibilidad al gluten, deje de incluirlo en su alimentación; la decisión de evitar su consumo no debería ser perjudicial siempre y cuando se sustituyan los alimentos con gluten por alimentos equivalentes saludables (no productos procesados), para no tener deficiencias nutricionales. Estas posibles deficiencias podrían ser: Los panes y cereales fortificados son una importante fuente de vitaminas del grupo B. Sin embargo, los panes hechos con tapioca, arroz blanco u otras harinas sin gluten no suelen estar fortificados con vitaminas. El trigo integral es una fuente importante de fibra dietética, necesaria para que los intestinos funcionen correctamente. Para suplir la falta de esta fuente de fibra, habría que ingerir arroz integral, quinoa, trigo sarraceno, muchas frutas y verduras. Más grave resulta aún eliminar esta proteína de la alimentación de los niños, puesto que los granos enteros que contienen gluten poseen una  gran cantidad de nutrientes muy relevantes , como vitaminas B, antioxidantes, hierro, selenio y magnesio. Además, si se eliminan los productos con gluten se reducen mucho las calorías que necesitan los niños para crecer. Otro peligro es sustituir los alimentos con gluten por otros a base de arroz, ya que muchos de ellos son ricos en arsénico. Este químico puede ser letal en grandes cantidades, pero también dañino en pequeñas porciones. Tal y como se ha indicado antes, los productos sin gluten generalmente contienen más azúcar y grasa para que mejore su sabor. Un estudio reciente concluyó que los productos sin gluten no pueden considerarse sustitutos de los que sí tienen gluten, puesto que su contenido calórico es significativamente mayor y tienen una composición nutricional diferente a sus homólogos.  UNA DIETA SIN GLUTEN, ¿ADELGAZA? Muchos de los alimentos que contienen gluten pueden ser alimentos bastante calóricos: como la bollería industrial, las pizzas, los cereales de desayuno, la pasta rellena o condimentada con salsas, el pan, etc… Es evidente que, si se evitan estos productos industriales y se reemplazan por alimentos frescos y saludables, s e ayudará a controlar las calorías ingeridas y por lo tanto, repercutirá en nuestro peso. Pero esto es independiente de si contiene gluten o no. Incluso podría darse el caso contrario, ganar peso. Y esto es debido a que muchas personas sustituyen los alimentos que contienen gluten por productos procesados sin gluten , los cuales se elaboran con grandes cantidades de azúcar y de grasas, para darles mayor palatabilidad. Riesgos de seguir una dieta con gluten, ¿los hay? Las únicas personas que de manera inmediata pueden sufrir las consecuencias de seguir una dieta con gluten son las que presentan enfermedad celiaca y alergia al gluten . Cuando un celiaco ingiere alimentos que contienen esta proteína (cereales como el trigo, la cebada y el centeno) su sistema inmune reacciona destruyendo las vellosidades de la mucosa de su intestino delgado. En estos diminutos pliegues se asimilan nutrientes esenciales para su organismo, como minerales y vitaminas; y el deterioro de la pared intestinal puede ocasionar graves complicaciones para su salud. TE INTERESA… El gluten no sólo está presente en los cereales y derivados, también lo está en una gran cantidad de productos procesados incluyendo cerveza, dulces, embutidos, bebidas, salsas, aderezos… De hecho, más de la mitad de los productos que se comercializan actualmente contienen gluten como espesante o aglutinante, o en forma de contaminación cruzada.
Diabetes: Novedades en la Medicación
Artículo especializado

Diabetes: Novedades en la Medicación

La diabetes mellitus es una enfe rmedad crónica de causa metabólica caracterizada por hiperglucemias mantenidas (niveles elevados de glucosa en sangre). Con frecuencia suele diagnosticarse tras el hallazgo casual en un reconocimiento médico rutinario sin la percepción de síntomas por parte del paciente. Te explicamos más sobre esta enfermedad y cuándo hace falta medicarse, revisando en este punto las novedades añadidas al arsenal terapéutico. Sin embargo, también puede debutar dando lugar a unos síntomas característicos: La famosa tríada de la diabetes : poliuria (aumento de la frecuencia miccional) + polifagia (aumento del apetito) + polidipsia (aumento de la sed). Visión borrosa, pérdida de peso, cansancio, etc. A pesar de que no profundizaremos en el diagnóstico quiero añadirte que no sólo analizamos la glucemia (nivel de glucosa en sangre) en ayunas. Pueden ser precisos otros parámetros como la glucemia al azar (sin ayuno), la glucosa en orina (glucosuria), una sobrecarga de glucosa o la hemoglobina glucosilada (es un parámetro que estima la media de las determinaciones de glucemia de los últimos 2-3 meses). Para realizar la confirmación diagnóstica es preferible repetir el mismo test que se utilizó en la primera ocasión. Otra aclaración importante es la clasificación de la diabetes mellitus. Puede tratarse del tipo 1 o del tipo 2. Diabetes mellitus tipo 1 (DM1): es una enfermedad metabólica crónica que cursa con hiperglucemia secundaria a un déficit absoluto de insulina. Se subdivide en tipo 1A (autoinmune por anticuerpos que destruyen las células beta pancreáticas) y tipo 1B (de causa desconocida). Su prevalencia es de 1-1,5%/1.000 habitantes.  Es la diabetes asociada a niños, adolescentes y algunos adultos. Su tratamiento farmacológico es la insulina. Diabetes mellitus tipo 2 (DM2): es la diabetes del adulto por excelencia, sobre todo en mayores de 45 años. Se asocia a la presencia de otros factores de riesgo como obesidad, sedentarismo, dislipemia, hipertensión arterial , ovario poliquístico, etc. Su tratamiento suele iniciarse con pastillas, aunque a lo largo de su evolución suele precisarse la combinación de varios principios activos orales u orales con insulina para el control adecuado de los niveles. Diabetes tipo 2 En este artículo vamos a hacer referencia a la diabetes tipo 2, por su gran prevalencia en nuestro medio. Antes de planificar un tratamiento médico debemos analizar los hábitos del paciente: su actividad física, su dieta, y su entorno familiar y social .  Es posible que sea necesario modificar algunos de ellos, haciendo especial hincapié en la dieta. Los pacientes deben recibir una educación nutricional exquisita (si es posible por parte de un nutricionista experto). El objetivo del adiestramiento dietético es modificar los hábitos alimenticios para un mejor control metabólico. La dieta a recomendar debe ser equilibrada y variada. El paciente debe conocer las características y calorías de los alimentos y ser capaz de compensar pequeñas transgresiones. Sabemos perfectamente que es imposible seguir una dieta estricta constantemente, pero debemos saber compensar las pequeñas fluctuaciones. Es importante planificar unos objetivos de control a corto y largo plazo de forma que el paciente se vea implicado. Dentro de los objetivos no sólo debemos monitorizar los niveles de glucemia y hemoglobina glicosilada. Especial relevancia tiene el control de los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, dislipemia, obesidad, tabaquismo, sedentarismo). ¿SABÍAS QUE? Más de la mitad de los diabéticos fallece como consecuencia de una enfermedad cardiovascular. El riesgo cardiovascular se duplica en hombres diabéticos y se cuadriplica en mujeres diabéticas. ¿Modificar hábitos y tratamiento farmacológico? Una vez informado y concienciado el paciente de su enfermedad deberemos determinar si la modificación de hábitos es suficiente para corregir las cifras glucémicas o si, por el contrario, es preciso introducir un tratamiento farmacológico. Valoramos los siguientes factores determinantes: Valores glucémicos: si se trata de cifras de hiperglucemia leve es posible que con la modificación de la dieta y la práctica de ejercicio consigamos normalizarla. Sin embargo, en la mayoría de casos vamos a necesitar incorporar algún fármaco vía oral e, incluso, algún tipo de insulina. Perfil del paciente: el tratamiento es personalizado. Valoramos las preferencias del paciente (siempre que sea posible), su posibilidad de cumplimiento, su edad, si es obeso, sus niveles glucémicos y la rigidez que se precisa en función de sus comorbilidades (presencia de otras patologías añadidas).  En pacientes con pluripatología vamos a ser mucho más exigentes con los objetivos a perseguir. Los posibles efectos adversos de los fármacos a manejar pueden ser condicionantes. Los más temidos son las fluctuaciones de peso y las hipoglucemias. Terapia farmacológica En caso de que se decida iniciar una terapia farmacológica, ¿por cuál empezamos? El fármaco de primera elección es la Metformina. Su dosis debe ajustarse (lo llamamos titular la dosis). Monitorizaremos los niveles de glucemia y los posibles efectos adversos. Si mejora la glucemia y es bien tolerado seguiremos con esta pauta. Si no es suficiente para controlar la glucemia y/o no es bien tolerado debemos pensar en un cambio (en el primer caso asociaremos otro fármaco y en el segundo lo cambiaremos por otro). Cuando se requiere un tratamiento combinado (por inadecuado control glucémico) valoraremos las otras familias de fármacos como pueden ser las sulfonilureas, las glitazonas, los inhibidores de la enzima DPP-4, los Análogos de la GLP-1 …. Las últimas novedades añadidas al arsenal terapéutico son las combinaciones fijas de dos fármacos en la misma pastilla, los inhibidores de la SGLT-2 y las insulinas de acción prolongada. Tratamientos combinados Respecto a los tratamientos combinados suponen una gran ventaja de cara a la comodidad del paciente pues debe tomar menos pastillas diarias y ello facilita el cumplimiento. Los inhibidores de la SGLT-2 son unos fármacos que actúan favoreciendo la eliminación de glucosa a través de la orina. Insulinas Respecto a las insulinas de nueva generación diremos que la tendencia actual es el manejo de la diabetes con insulinas de liberación prolongada combinadas con fármacos orales. Suelen ser de una única administración diaria (normalmente nocturna). Cualquier combinación es posible (desde la triple terapia con tres fármacos vía oral hasta la combinación de dos fármacos y una insulina prolongada pasando por la combinación de dos insulinas). Es posible que, el tratamiento final sea la insulinización exclusiva. Recordarte que los efectos secundarios más frecuentes y temidos de las insulinas son las hipoglucemias y el aumento de peso . Es importante que el paciente y sus familiares conozcan e identifiquen los síntomas de la hipoglucemia y sepan tratarla inmediatamente. Dado que la diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica y progresiva, será preciso modificar el tratamiento de los pacientes a lo largo de su evolución de una manera escalonada. La secreción pancreática de insulina se reduce en los diabéticos con el paso del tiempo por lo que será necesaria la administración de insulina exógena en los estadios más avanzados de la enfermedad. En general, si los objetivos glucémicos individualizados no se alcanzan en tres o seis meses, se debe intensificar o modificar el tratamiento hasta conseguir controlar los niveles. Se trata de personalizar el tratamiento para cada paciente diabético como si de un traje a medida se tratara.
Qué se consigue con las Dietas Detox
Artículo especializado

Qué se consigue con las Dietas Detox

En los últimos años se han hecho un hueco en cualquier medio de comunicación, miles de “celebrities” siguen sus directrices y su fama sigue en auge, pero… te has preguntado alguna vez: ¿qué tienen en común las dietas detox y si son realmente “detoxificantes”?  Para dar respuesta a éstas y otras preguntas, nos centraremos en evaluar este tipo de dietas para conocer sus efectos reales y, de paso, ser conscientes de los pros y contras que tienen. ¿Cómo identificar una dieta detox? La verdad es que, a día de hoy, ante la excesiva y múltiple oferta de dietas, es difícil discernir si nos encontramos ante una propuesta saludable o ante una dieta milagro. La falta de información rigurosa y los conflictos de interés desvían la realidad hasta el punto que podemos llegar a creer en cualquier “método” que promueva una depuración total de nuestro organismo a base de zumos, alimentos milagrosos y pautas sin ninguna evidencia científica. Por ello, es importante saber cómo identificar una dieta “detox”, cuáles son sus puntos clave y quién está detrás de su promoción, para luego poder tomar decisiones reflexionadas teniendo en cuenta esta información previa: La filosofía detox propone unas pautas que se llevan a cabo en un corto espacio de tiempo (días, semanas o, como máximo, un mes) ya que prometen un “atajo rápido” para bajar de peso o depurar nuestro organismo. Por ello, los planes detox salen a la luz precisamente en períodos postvacacionales (primavera, otoño), para compensar los excesos acumulados durante el verano o durante las fiestas navideñas (donde se consume una mayor cantidad de alimentos ricos en azúcares, grasas saturadas o alcohol). Además, su promoción también aumenta en los meses anteriores al verano, aprovechando que somos más vulnerables a caer en este tipo de dietas para llevar a cabo la famosa operación bikini. No existe una “dieta detox” única, sino que existen diferentes tipos o programas con un denominador común : la restricción calórica a través de una alimentación basada en la ingesta de ciertos alimentos y en la prohibición de muchos otros. Entre las más comunes encontramos: Dietas a base de zumos , batidos o licuados de frutas y verduras. Dietas limitadas a un cierto tipo de alimentos cómo frutas y verduras y en las que se prohíben ciertos componentes como el gluten o la lactosa. Dietas exentas de proteínas (ya sean animales o vegetales) como carnes, pescados o legumbres. Dietas basadas en la ingesta de zumos o batidos prefabricados por una marca concreta y que promueven el uso de suplementos vitamínicos con supuestas alegaciones antioxidantes o depurativas. Estas dietas prometen múltiples beneficios para nuestro organismo entre los que encontramos: restaurar la energía vital, perder peso, descansar mejor, limpiar nuestro hígado y mejorar los síntomas de ciertas patologías crónicas como la artritis, la fibromialgia y la fatiga crónica. No es necesario decir que estas atrevidas alegaciones carecen de sustento científico y que, ante una concreta enfermedad, debemos ponernos en manos de un médico especialista para evitar riesgos y complicaciones . Por último, detrás de la palabra “detox” se esconde una elevada carga comercial ya que muchas de estas dietas promueven productos sin evidencia científica, pero con un elevado coste que no justifica sus potenciales beneficios. Además, en la mayoría de los casos, estos métodos cuentan con el apoyo de personalidades mediáticas, que no profesionales cualificados, para favorecer su publicidad y ganar dinero a costa de la vulnerabilidad de las personas. ¿Estamos realmente intoxicados? Si analizamos bien el tema, la palabra “detox” significa “desintoxicar”, con lo que, previamente debemos conocer si nuestro organismo “intoxicado” de alguna forma. Efectivamente, podemos sufrir una intoxicación por el consumo de drogas o alcohol, o por haber ingerido accidentalmente algún producto tóxico . Pero esto no tiene nada que ver con que tengamos “toxinas” en el cuerpo que él mismo no es capaz de eliminar. Al contrario: la piel, los pulmones, el hígado, los riñones y el intestino, entre otros, son órganos capaces de filtrar y evacuar diariamente sustancias nocivas que se hayan podido almacenar en nuestro cuerpo a través del sudor, orina o heces. Si bien es cierto que podemos llegar a almacenar en nuestro tejido graso ciertas sustancias como el BPA (bisfenol A) o los metales pesados (mercurio), estas toxinas se pueden eliminar biológicamente con el paso de los años y no a través de una dieta detox de tres días. FALSAS PROMESAS ¿Es realmente efectiva una dieta detox? Según la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria), el término “detox” o “depurativo”, no está tan sólo desautorizado para utilizarlo en un tipo de dieta o producto, sino que no se han hallado evidencias científicas para afirmar que dichos métodos puedan realmente producir efectos beneficiosos para nuestra salud. Así pues, una dieta detox, por sí sola, no purifica nuestro organismo, ni mejora nuestro sistema digestivo ni fortalece nuestro sistema inmunológico por mucho que necesitemos creer en ello. Riesgos y perjuicios La promesa detox no es tan sólo ineficaz, sino que puede llegar a producir ciertos efectos secundarios : en un informe realizado por la EFSA se alerta de que el abuso de batidos verdes presentes en la mayoría de estas dietas podría incrementar el riesgo de padecer piedras en el riñón (sobre todo en niños y en personas con cierta predisposición a padecer cálculos renales) por el excesivo contenido en ácido oxálico de algunas verduras que lo componen (espinacas, remolacha o acelgas) y por el hecho de consumirlas en forma cruda (la cocción de vegetales puede reducir entre un 30 a 87 % el contenido de oxalatos). En concreto, una ración de 250 ml de estos batidos puede contener hasta 180 mg de ácido oxálico, cantidad que se considera crítica para la formación de piedras en el riñón. Además, si la dieta se basa exclusivamente en licuados de vegetales tomados de forma cruda tenemos tres problemas : Carencia de fibra en dichos licuados (ya que en su elaboración se elimina la piel y la pulpa de frutas, aprovechando sólo los jugos de éstas), lo que puede conllevar un aumento del consumo de azúcar propio de la fruta, alteraciones del tránsito intestinal y una falta de saciedad por la misma inexistencia de fibra y por el simple hecho de no masticar ningún alimento Mayor riesgo de contaminación bacteriana por el hecho de consumir vegetales crudos. Bacterias como Salmonella, E. coli y Listeria pueden estar presente en vegetales crudos y, aunque su riesgo de infección es mínimo si lavamos e higienizamos los alimentos, su riesgo puede aumentar si sólo los consumimos en forma cruda y en grandes cantidades   Déficit de vitaminas y minerales derivada del bajo consumo de proteínas. Aunque en las frutas y verduras contienen muchísimas vitaminas antioxidantes (A, C, E), no podemos obtener minerales como el calcio o el hierro o vitaminas de grupo B con la única ingesta de licuados vegetales, hecho que puede conllevar problemas de desmineralización, disminución de la masa muscular, anemia, deterioro mental o contracciones musculares involuntarias entre otros. Entonces, ¿para qué sirven las dietas detox? Principalmente, podríamos decir que el hecho de llevar a cabo una dieta detox en la que abundan vegetales y frutas puede ser una forma ocasional de familiarizarnos y ayudar a incluir  el consumo de estos grupos de alimentos en nuestra dieta diaria. No obstante, esta inclusión no debería desplazar el consumo de otros grupos de alimentos que realizan funciones indispensables para nuestra salud como las proteínas (carnes, pescados, legumbres), los cereales integrales o las grasas saludables. Por otro lado, el supuesto éxito de una dieta detox puede radicar no sólo en el hecho de que se tomen muchas frutas o verduras sino en dejar de consumir alimentos poco saludables como el alcohol, la bollería o los embutidos…. aunque esta recomendación no es única y exclusiva de los métodos detox: la dieta mediterránea ya promueve estas directrices desde hace años, si bien su concepto no sea tan marketiniano. En conclusión, si te estás planteado hacer una dieta detox, piensa en su relación coste/beneficio y valora antes la posibilidad de ponerte en manos de profesional que estudie tu caso concreto y que pueda pautar una dieta saludable y, sobre todo, con sentido común.
Funciones y Cuidados de Nuestra Flora Intestinal
Artículo especializado

Funciones y Cuidados de Nuestra Flora Intestinal

La flora o microbiota intestinal se puede considerar como un órgano que se adquiere después del nacimiento, y que contribuye de manera importante en los procesos de degradación y absorción de los nutrientes de la dieta , y también cumple funciones inmunológicas y protectoras en el organismo. ¿Qué es la microbiota intestinal? Es el nombre que recibe hoy la población de microbios que vive en nuestro intestino . Está compuesta por una gran diversidad de bacterias que cumplen múltiples funciones. Tanto su composición como sus funciones están influenciadas por factores externos como el medio ambiente y la nutrición, entre otros. En la actualidad se sabe que la microbiota intestinal involucra una gran diversidad de especies, de hecho se dice que existen más bacterias en la flora intestinal que células en el cuerpo. Más del 95% de esta microbiota está compuesta por bacterias que mantienen una relación de simbiosis con el ser humano y pueden dividirse en cuatro familias principales: Firmicutes , Bacteroidetes , Proteobacterias y Actinobacterias . La piel, la cavidad oral, el tracto vaginal y el tracto gastrointestinal son tejidos con las condiciones idóneas para permitir el crecimiento de estos microorganismos, pero es el tubo digestivo el que alberga casi el total de estas bacterias. La mayoría de ellas no son patógenas (no originan enfermedades) y son imprescindibles para que se realice una buena absorción de nutrientes, además de ejercer una importante barrera de defensa confiriendo integridad a la mucosa intestinal, favoreciendo la resistencia de la infección o proliferación de determinadas bacterias patógenas (parásitos y virus). Composición de la microbiota intestinal Sólo un tercio de la microbiota intestinal es común a la mayoría de la gente, mientras que los otros dos tercios son específicos en cada persona. Aunque cada uno de nosotros tiene una microbiota única, ésta cumple las mismas funciones fisiológicas, con un impacto directo en nuestra salud. A pesar de que estamos en contacto permanente con microorganismos en el medio ambiente, la composición de la microbiota intestinal se mantiene estable. Sin embargo, se conoce muy poco sobre los factores que contribuyen a preservar este equilibrio, estos podrían ser los factores del propio huésped (individuo), las bacterias y el uso de antibióticos. Existen diferencias tanto en la concentración como en el tipo de microorganismos que la componen a lo largo de todo el tracto gastrointestinal. La composición puede variar de manera temporal como consecuencia de una importante contaminación bacteriana en la dieta o debido a condiciones patológicas tales como infecciones gastrointestinales, uso de medicamentos como antibióticos y antiácidos o estados de inmunosupresión . ¿Qué funciones desempeña? Aunque cada uno de nosotros tiene una microbiota única, ésta cumple las mismas funciones fisiológicas que se pueden dividir en tres grandes grupos: metabólicas, protectoras e inmunológicas. Funciones metabólicas El tracto gastrointestinal es uno de los órganos, desde el punto de vista inmunológico, más activos del cuerpo humano. La mayoría de sus funciones están moduladas por la acción de la microbiota intestinal, entre las cuales la principal es la de ahorro de energía mediante la fermentación de carbohidratos como la fibra de los vegetales y los oligosacáridos. Además, gracias al proceso de fermentación, produce ácidos grasos de cadena corta que funcionan como fuente de energía para las células. La microbiota es también capaz de sintetizar algunas vitaminas como la B y la K.   Funciones protectoras e inmunológicas El efecto protector de la microbiota ante agentes patógenos se divide en dos: resistencia a la colonización y estimulación del sistema inmune. En pacientes sanos, la microbiota residente evita la colonización y/o sobrecrecimiento de patógenos. Las células epiteliales del intestino son capaces de funcionar como una barrera importante contra productos microbianos presentes en el intestino. Al mismo tiempo, permiten el paso de nutrientes, electrolitos y agua de la luz intestinal hacia el torrente sanguíneo. La microbiota estimula la función inmune. Las interacciones entre la mucosa gastrointestinal, la microbiota y el tejido del sistema linfático son fundamentales para la defensa contra la invasión de patógenos y la infección. La microbiota es también un factor importante en la fisiopatología de múltiples trastornos patológicos, incluyendo el síndrome de intestino irritable, el cáncer de colon y las enfermedades inflamatorias del intestino (Crohn y colitis ulcerosa).  ¿Qué es la disbiosis intestinal? Es el desequilibrio que se provoca en la microbiota, debido a una inadecuada alimentación, una dieta pobre en fibra, procesos inflamatorios, situaciones de estrés y, sobre todo, al uso de antibióticos de forma indiscriminada, que pueden eliminar la flora intestinal fisiológica. La alimentación tiene un papel fundamental en la composición y funcionamiento de la microbiota. Es importante llevar una dieta equilibrada y variada (rica en alimentos vegetales, alimentos fermentados…) para nutrir a los miles de microorganismos que habitan nuestro intestino, y que puedan llevar a cabo las funciones antes mencionadas. Además, añadiendo alimentos con prebióticos y probióticos también se puede mejorar la microbiota intestinal. Los probióticos son bacterias vivas y levaduras que residen en nuestro cuerpo y que, al ser administradas en cantidades adecuadas, podrían aportar un beneficio para la salud, especialmente para la del sistema digestivo. Éstos están destinados a mejorar la población de bacterias beneficiosas intestinales que se encuentran en el intestino, ya que promueven su desarrollo. Los mejores alimentos con probióticos son el kéfir, yogur natural, natto, tempeh, chucrut, miso, pan de masa madre, té Kombucha, kimchi… También se pueden encontrar como complementos alimenticios. Los prebióticos son el sustrato alimenticio de los probióticos. Son un tipo de hidrato de carbono llamado oligosacáridos (se encuentran en la composición de diversas hortalizas y frutas, y en la leche materna) que nuestro intestino no puede digerir, y que favorece el crecimiento de especies beneficiosas sobre las nocivas.
Gases: Consejos para Evitarlos
Artículo especializado

Gases: Consejos para Evitarlos

¿Alguna vez has tenido problemas para ajustarte el cinturón a pesar de no haberte excedido en la dieta? ¿Todo abdomen distendido es por acúmulo de gases? ¿Está relacionado con alguna enfermedad? Antes de nada, vamos a explicar por qué se producen los gases y después daremos consejos y pautas para prevenir y aliviar. El meteorismo (también llamado flatulencias, gases…) es un p roceso provocado por un acúmulo excesivo de gas intestina l. Conduce a una distensión o abombamiento abdominal con sensación de tensión en la pared que puede llegar a provocar dolor. Este exceso de aire intestinal puede provenir de la ingesta, de la fermentación o metabolismo de los alimentos en el trayecto colónico o de la disminución de su eliminación fisiológica. Cuando el cúmulo es importante se hace necesaria su expulsión en forma de eructos o ventosidades para aliviar las molestias que ocasiona. Es una situación que provoca gran incomodidad o malestar. Es muy prevalente en nuestro medio a pesar de no ser nocivo para la salud. ¿Hay enfermedades que predisponen al acúmulo de gases intestinales?   Existen muchas entidades médicas asociadas al meteorismo. Tenemos que decir que en la mayoría de ellas destaca la aerofagia (tragar aire en exceso) como principal causa. Podríamos mencionar las siguientes enfermedades típicamente asociadas: Enfermedades relacionadas con la malabsorción intestinal : enfermedad celíaca e intolerancia alimentaria a la lactosa o a la fructosa. Trastornos funcionales (por alteración de la motilidad intestinal) como el síndrome del intestino irritable o el megacolon Trastornos digestivos: obesidad, diverticulitis, estreñimiento, diarrea, sobrecrecimiento bacteriano o alteraciones en la flora bacteriana del colon (por ejemplo, tras la ingesta de antibióticos por un cuadro infeccioso), parasitosis… ¿Cuáles son los síntomas típicos del meteorismo? Se caracteriza por la distensión o abombamiento abdominal (que identificaremos fácilmente por provocar aumento del perímetro abdominal habitual), los ruidos intestinales aumentados, los eructos y las ventosidades. ¿Cómo se llega al diagnóstico? Los síntomas son muy característicos. La función del médico es descartar posibles síntomas de alarma que pudieran hacernos pensar en otras patologías. La exploración abdominal muestra una distensión abdominal con un claro timpanismo o acúmulo de aire al percutir la pared abdominal. A la auscultación encontraremos unos ruidos abdominales aumentados (como cuando tenemos apetito). ¿Qué tratamiento debemos hacer por nuestra parte? Básicamente debemos intentar reducir los gases ingeridos y para ello debemos tener conocimiento de los alimentos más ricos en gases (llamados alimentos flatulentos) para intentar evitarlos. Así mismo debemos tener presentes unos hábitos de conducta durante la ingesta. Al disminuir la cantidad de aire que ingerimos conseguiremos disminuir el aire acumulado. ¿Qué alimentos debo evitar si noto meteorismo? Mencionamos aquellos alimentos que más se asocian al acúmulo de gas. No quiere decir que estén prohibidos, pero deberías tenerlos en cuenta, si es tu caso. Legumbres: habas, alubias, garbanzos, lentejas y guisantes. Verduras: col, coliflor, coles de Bruselas, repollo, alcachofas, nabos, espinacas, acelgas, lechuga, espárragos, pepino, pimiento. Evita la menestra o el panaché de verduras. Hortalizas : cebolla cruda, patatas, rábanos. Cereales: cereales integrales, arroz, pan y harinas integrales. No comas más de 150 gramos de pan al día ni más de dos platos de pasta a la semana. Frutas: pasas, albaricoque, plátano y ciruela. Otros: chocolate, bebidas gaseosas, refrescos de cola, cerveza, vino tinto. ¿Cuáles son las modificaciones del hábito alimentario a tener en cuenta? No tomes más de un vaso de leche al día y disminuye el consumo de yogurt y quesos frescos. Evita el azúcar. Toma preferentemente frutas maduras y peladas : melocotón, albaricoque, piña, manzana, pera, melón, sandía, kiwi, etc. Evite pasas, albaricoque, plátanos y ciruelas. Limita el uso de tomate, apio y zanahoria en las ensaladas. El tomate tómalo preferentemente pelado. ¿No sería más fácil saber lo que puedo tomar? Si te va a servir de ayuda, te indicamos los alimentos que menos flatulencia provocan y, por tanto, los que mejor se toleran: Carnes (vaca, ternera, pollo, pavo, cordero lechal) y pescados (blancos y azules). Cocina con poca grasa. Evita fritos o rebozados. Huevos escalfados , pasados por agua, duros o en tortilla francesa. Toma todos los zumos de frutas naturales y sin gas que te apetezcan. Condimenta preferentemente con aceite de oliva o con soja. Aparte del control de los alimentos, ¿puedo tener en cuenta otras acciones? Bebe poca cantidad de líquido durante las comidas (agua, vino, zumos), sin gas y sin utilizar porrón, bota, botijo o paja para aspirar. Ello quiere decir que entre las comidas debemos compensarlo bebiendo mucha agua. Come lentamente , masticando y ensalivando bien los alimentos. Procura no hablar demasiado cuando tengas alimentos en la boca. Evita hacer ruidos deglutorios al beber. Evita chupar caramelos y mascar chicle . Potencian la ingesta de aire. No fumes , practica ejercicio físico y disminuye tu estado de estrés. Puede ocurrir que, a pesar de ser cuidadosos con la ingesta, tu intestino siga acumulando aire.  En ese caso debo aconsejarte que acudas a visita médica. Existen fármacos que evitan el acúmulo de aire o facilitan su expulsión. No es lo más deseable, pero en momentos de acúmulo excesivo pueden aliviarte tus síntomas. Cuando las molestias son muy persistentes y rebeldes a todo tipo de tratamiento debes acudir al digestólogo. El especialista suele solicitar pruebas de intolerancia, análisis de sangre, cultivo de heces o pruebas de imagen para descartar un problema subsidiario que precisaría un tratamiento específico. Como es evidente, cuando detectamos que el meteorismo es secundario a una enfermedad concreta (por ejemplo, a una intolerancia al gluten) deberemos centrarnos en el tratamiento específico de esa enfermedad de base. Teniendo en cuenta esta pincelada estoy segura de que mejorarán tus síntomas. En breve te habituarás a comer los alimentos más flatulentos y evidenciarás mejoría de tus síntomas. En cuanto notes que el cinturón no te molesta es que tu meteorismo ha mejorado.
La mejor Dieta en la Menopausia
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La mejor Dieta en la Menopausia

Con la llegada de la menopausia, cada mujer presenta distintos síntomas y vive esta etapa de forma diferente. En cualquier caso, podemos pasarla de la mejor manera si seguimos una serie de pautas que facilitarán, en el caso de que resulte complicada, convertirla en una etapa más llevadera . Sobre la menopausia… La menopausia se define como desaparición definitiva de la menstruación, después de 12 meses sin sangrado (amenorrea) y sin causa patológica. Cuando hablamos de menopausia, en términos médicos, hacemos mención a la última menstruación. Sin embargo, se suele confundir con el climaterio, que hace referencia a la fase o etapa de la vida en la mujer en que disminuye la función ovárica provocando un descenso de los niveles de hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) y, como consecuencia, la aparición de una serie de síntomas. El climaterio suele durar como promedio entre 10-15 años y engloba distintas fases, teniendo como referencia la última menstruación o menopausia: Premenopausia (periodo que abarca los años previos a la menopausia, entre dos y siete aproximadamente). Postmenopausia (periodo que sigue a la menopausia y dura aproximadamente 10-15 años hasta llegar a la vejez). Perimenopausia (periodo delimitado a los dos años previos y dos años posteriores a la menopausia). Síntomas de la menopausia Los síntomas propios de la menopausia empiezan a aparecer con el descenso hormonal . El grado o molestia de cada uno de los síntomas puede ser vivido y descrito de distinta forma en cada mujer. Entre todos ellos destacan: la aparición de sofocos, los cambios en el estado anímico, el insomnio, la falta de energía, la afectación de la memoria y concentración, y el aumento de peso inducido por una disminución del gasto energético en reposo. Con la menopausia se produce una pérdida de la masa muscular y una redistribución de la grasa corporal, acumulándose mayoritariamente en el abdomen, siendo un factor de riesgo cardiovascular que favorece la hipertensión. El descenso estrogénico también facilita la retención de líquidos y alteraciones en la regulación o homeostasis del calcio, produciendo una pérdida de masa ósea o descalcificación, que lleva asociada un aumento del riesgo de osteoporosis. La dieta como aliado para prevenir problemas derivados de la menopausia En esta etapa, seguir unas recomendaciones dietéticas puede ser de ayuda para prevenir problemas derivados de la menopausia, además de conocer qué alimentos son los más recomendados y desaconsejados en cada situación. Para reducir factores de riesgo cardiovascular Evita el exceso de grasas saturadas (carnes grasas, charcutería, quesos grasos, yogur enriquecido con nata, productos precocinados y bollería industrial). Si se combina con ejercicio físico ayudará a frenar la acumulación de grasa, sobre todo abdominal. Aumenta el consumo de pescado y disminuye el de carne. Consume un máximo de cuatro huevos a la semana y no más de una yema diaria. Introduce alimentos integrales en tu alimentación diaria (fruta entera, verdura, cereales integrales, legumbres, arroz integral, pasta integral). Come a diario verduras u hortalizas (como plato principal o acompañamiento). Se recomienda consumir tres piezas de fruta al día y dos raciones de verduras y hortalizas , siendo preferiblemente una ración en crudo (hortalizas o ensaladas). Limita la ingesta de azúcar, sal y bebidas alcohólicas. Disminuir el riesgo de osteoporosis Se recomienda consumir un mínimo de dos raciones de productos lácteos al día por su aporte de calcio. Una ración de lácteos equivale a: un vaso de leche desnatada o semidesnatada (si tomas bebida vegetal debe ser enriquecida en calcio para poder llegar a las necesidades diarias) o dos yogures naturales o bien 80 g queso fresco 0%. Otras fuentes de calcio: los frutos secos (almendras, nueces, avellanas etc.) y las legumbres (soja, judía blanca, garbanzos, guisantes…) son también buenas fuentes. Si se tiene sobrepeso u obesidad, estos alimentos se deberán consumir en cantidades o raciones más controladas. Otras fuentes : semillas de sésamo y pipas de girasol, y pescados cuya espina también se come (especies pequeñas o enlatadas como sardinas, anchoas…) pues se acumula en los esqueletos de los animales. También destacan las almejas, berberechos y gambas, así como las verduras de hoja verde (espinacas, col rizada, berro, brócoli…). Se recomienda comer alimentos ricos en vitamina D , ya que esta vitamina liposoluble ayuda a fijar el calcio en los huesos. La vitamina D se encuentra en la fracción grasa de ciertos alimentos como en los pescados (pescado azul), caviar, cereales para el desayuno enriquecidos, yogur y huevo. La vitamina D también la sintetiza el organismo a través de los rayos ultravioletas del sol, por ello realizar actividad física de forma regular al aire libre, preferiblemente un ejercicio de impacto (andar, subir escaleras, correr…), además de favorecer la pérdida de peso, le ayudará a absorber mejor el calcio de la dieta porque su piel sintetizará vitamina D. El alcohol y el tabaco disminuyen la densidad mineral ósea y aumentan el riesgo de padecer osteoporosis. Para conciliar el sueño Deja transcurrir un tiempo entre la cena y la hora de acostarse. El margen recomendable es el que precisa el organismo para la digestión, entre hora y media y dos horas. Además, acostarse inmediatamente después de cenar facilita la subida del contenido ácido del estómago al esófago provocando reflujo, ardor, náuseas y ganas de vomitar. Este malestar no deja dormir bien o interrumpe el sueño a media noche. Evita comidas abundantes o especiadas : los principios activos que contienen las especias aumentan la temperatura corporal, por lo que cuesta más dormir. Las cenas abundantes y grasas (embutidos, quesos, salsas o frituras) causan una mayor secreción de ácido clorhídrico, lo que produce acidez de estómago , que será mayor si la cena se acompaña de alcohol y café. Consume infusiones relajantes entre las que se encuentran: tila, pasiflora, azahar, melisa, te sin teína. Evita alimentos diuréticos por la noche (espárragos, endibias, apio, cebolla, sandía, melón…) El triptófano es un aminoácido esencial (componente básico de las proteínas) necesario para la formación de melatonina y serotonina. Ambos neurotransmisores participan en el ciclo del sueño. En la dieta, el triptófano se encuentra en alimentos tan variados como: la leche, el plátano, la carne o el pescado. Una alternativa saludable es consumir un vaso de leche caliente antes de acostarse. Evitar la retención de líquidos Aumenta la cantidad de líquidos en forma de agua, caldo o infusión hasta llegar a un mínimo de 1,5 litros al día. Esta ingesta es necesaria para eliminar el exceso de líquidos acumulado y mejorar la circulación de la sangre. Las frutas más diuréticas son: la piña, la pera, el níspero, el melón, la sandía, el melocotón, la manzana, la naranja y la fresa. Las verduras más diuréticas son la cebolla, el apio, los espárragos, la alcachofa y el calabacín. Descansa con los pies en alto . Ponerse un cojín debajo del colchón a la altura de los pies favorece el retorno venoso y activa la circulación. En el momento de la ducha, realiza movimientos circulatorios con el agua fría, desde los pies a la cintura.
La importancia de una Alimentación Preventiva
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La importancia de una Alimentación Preventiva

En términos de salud, la prevención es fundamental y, se mire por donde se mire, resulta muy beneficioso actuar de forma preventiva, para disminuir de esta forma el riesgo de sufrir determinados problemas de salud. Desde el punto de vista de la nutrición, estamos viendo como cada vez más estudios científicos corroboran la relación entre ciertos alimentos (y especialmente ciertas formas de alimentación) y algunos tipos de cáncer, problemas cardiovasculares y diabetes tipo 2. Cáncer Aunque la genética influye en el riesgo de padecer cáncer, se sabe que son los factores no hereditarios los que más determinan su aparición, según afirma la Sociedad Americana contra el Cáncer. Las múltiples asociaciones y sociedades científicas de estudio del cáncer concluyen en los mismos principios para evitar el cáncer, que fundamentalmente se basan en buenos hábitos de alimentación y ejercicio, y en evitar la exposición a factores que predisponen a su desarrollo. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha establecido el Código Europeo Contra el Cáncer que, entre otras, nos da las siguientes pautas: No fumar ni consumir ningún tipo de tabaco, y evitar el humo de tabaco tanto en el hogar como en el trabajo. Mantener un peso saludable . Hacer ejercicio a diario y limitar el tiempo que se pasa sentado. Realizar una alimentación saludable : Consumiendo gran cantidad de cereales integrales, legumbres, frutas y verduras. Limitando los alimentos hipercalóricos (ricos en azúcar o grasa) y evitando las bebidas azucaradas. Evitando la carne procesada y limitando el consumo de carne roja y los alimentos con mucha sal. Limitar el consumo de alcohol , aunque lo mejor para la prevención del cáncer es evitar del todo las bebidas alcohólicas. Por tanto, evitar el tabaco, mantener un peso saludable y un nivel de actividad física adecuada a lo largo de la vida y llevar una alimentación equilibrada se consideran factores importantes para reducir el riesgo de desarrollar cáncer durante la vida de una persona. Además, estas mismas conductas también se relacionan con un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes. Diabetes Los casos de diabetes tipo 2 van en aumento, y no sólo en adultos. Mientras que la diabetes tipo 2 se consideraba una enfermedad muy rara en la infancia hasta hace pocos años, actualmente los casos no paran de crecer paralelamente a los de obesidad, puesto que es uno de los riesgos asociados. La gran mayoría de los casos de obesidad se asocian con un exceso en la ingesta calórica y una insuficiente actividad física, especialmente en los niños. Este incremento de peso produce a corto y largo plazo una mayor resistencia a la insulina y una hiperinsulinemia o, lo que es lo mismo, una mayor secreción de insulina para compensar dicha resistencia. Con todo ello, estamos contribuyendo al desarrollo de la diabetes tipo 2 . Se sabe que el riesgo de desarrollar obesidad, resistencia a la insulina y, en consecuencia, diabetes, está influido por la cantidad y el tipo de grasa que se ingiere con la dieta. Se ha relacionado una mayor resistencia a la insulina con un consumo elevado de grasas de origen animal . También se observa esta alteración cuando el consumo de grasas representa más del 40% de la energía total ingerida. Los ácidos grasos monoinsalturados son el tipo de grasa más recomendable para contrarrestar la disminución de grasas saturadas. Sobre los alimentos ricos en hidratos de carbono, debemos destacar la importancia de escoger variedades integrales que, al incorporar fibra, van a ocasionar menor respuesta insulínica. Con todo ello, debemos tener en cuenta que, desde el punto de vista de prevención, es fundamental mantener un estilo de vida activo , realizar ejercicio físico si puede ser, a diario, y una ingesta calórica ajustada a nuestras necesidades, de manera que se evite un exceso de grasas saturadas e hidratos de carbono simples, especialmente en forma de azúcares añadidos. Gripe y resfriados Cada invierno surge de nuevo la duda: ¿podemos hacer algo para evitar los resfriados, gripe u otros virus típicos de las estaciones frías? Aunque nos pese, no existe ningún alimento en concreto que, tomado en una determinada dosis o de una determinada forma, consiga aumentar las defensas de nuestro organismo. Bueno, sí que hay uno, la leche materna, así que siempre que se pueda es interesante optar por la lactancia materna. Para los que ya somos mayorcitos, la noticia positiva es que existen hábitos que sí tienen relación con la inmunidad, se trata de velar por la seguridad alimentaria de nuestra dieta y por la higiene personal y evitar el sedentarismo, el alcoholismo, el tabaquismo y el estrés, dormir suficiente, mantener un peso adecuado y llevar una alimentación saludable. Así pues, no nos basamos en ningún alimento en concreto, sino en la alimentación en general. La EFSA (European Food Safety Authority) reconoce que algunas vitaminas (A, B 6 , B 12 , C y D) y minerales (cobre, folato, hierro, selenio, zinc) intervienen en el funcionamiento del sistema inmune. Ello se traduce en que mantener niveles adecuados de estos micronutrientes sí se puede atribuir al buen funcionamiento del sistema inmunitario. De lo contrario, un exceso de estas vitaminas y minerales podría tener efectos perjudiciales.   Una de las vitaminas que está más en boca en cuanto a reducir resfriados es la vitamina C. Sin embargo, no existen evidencias sobre los efectos que pueda tener en cuanto a la prevención del resfriado común . Sí se han visto resultados positivos en personas expuestas a esfuerzo físico intenso durante un corto periodo de tiempo. Cardiovascular La alimentación es en gran medida la responsable de los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Los nutrientes que ingerimos a través de la dieta van a influir sobre las grasas en nuestro organismo, lo que repercute en las enfermedades cardiovasculares. En este sentido, debemos tener en cuenta que la ingesta de ácidos grasos saturados se relaciona con un incremento del colesterol total y los triglicéridos. Los ácidos grasos saturados que presentan mayor incidencia en los niveles de grasas en sangre son el palmítico y el mirístico, presentes en el aceite de palma y coco, grasas lácteas y algunas carnes. El consumo de ácidos grasos monoinsaturados se relaciona con una disminución en los niveles de colesterol LDL, es posible que incremente o mantenga igual los niveles de HDL y parecen no influir sobre los niveles de triglicéridos. En cuanto a los ácidos grasos poliinsaturados, influyen disminuyendo los niveles de colesterol o triglicéridos o, en el caso del omega-3, no se considera que influya sobre el colesterol total ni el LDL. Los ácidos grasos trans o grasas hidrogenadas se relacionan con un incremento del colesterol LDL y, en consecuencia, con el colesterol total. Respecto a la ingesta de colesterol se considera que influye poco sobre los valores de colesterol sanguíneo , su efecto es menos relevante que el de los ácidos grasos saturados, por lo que a nivel preventivo se considera mucho más relevante la reducción de la grasa saturada que la de colesterol.   Por otra parte, la ingesta de fibra soluble y fitoesteroles tiene efectos positivos, contribuyendo a disminuir el colesterol LDL y con ello el colesterol total, mientras que los hidratos de carbono simples y el alcohol se relacionan un incremento de los triglicéridos en sangre . En conclusión… Con todo ello, podemos concluir que se considera adecuado seguir una alimentación saludable que nos proporcione los nutrientes necesarios para mantener un peso adecuado , siendo rica en verduras, hortalizas y frutas, con presencia de otros alimentos vegetales como por ejemplo legumbres, cereales integrales y frutos secos, limitando el consumo de carnes rojas, derivados cárnicos y productos procesados con alto contenido en grasas saturadas y/o azúcares y/o sodio y evitando el consumo de alcohol.  
Beneficios de la Hidroterapia
Artículo especializado

Beneficios de la Hidroterapia

Utilizar el agua con fines curativos no es algo nuevo. Se trata de una terapia que ha sido utilizada durante décadas como parte de un tratamiento integral en el caso de diversas afecciones de salud, desde casos de artritis severa hasta terapias post quirúrgicas de rodilla o cadera.   Tipos de hidroterapia Hidroterapia térmica Se juega con la temperatura del agua: caliente, templada o fría. El agua caliente tiene un efecto predominantemente relajante, aunque también puede servir como sedante. Mejora la circulación sanguínea ya que promueve la vasodilatación y actúa como analgésico para ciertas partes del cuerpo. Mientras que el agua templada actúa sobre todo como calmante muscular, el agua fría mejora la circulación y tiene un efecto antiinflamatorio. Hidroterapia química En este caso, se complementan los efectos sanadores del agua añadiéndole sustancias químicas. Se pueden distinguir dentro de esta categoría: agua clorudada (ricas en cloruro, que si se ingiere estimula las funciones orgánicas), sulfatada (ingerida tiene efectos laxantes y diuréticos, mientras que sobre la piel resulta beneficiosa para el sistema respiratorio y locomotor), ferruginosa (beneficiosa para la anemia y enfermedades dermatológicas) y sulfurosa (para afecciones articulares y enfermedades respiratorias, así como inflamaciones alérgicas). También se contempla los usos de aceites esenciales con cada uno de sus propiedades. Hidroterapia mecánica Aquí las variantes se basan en el modo en el que se aplica el agua sobre el cuerpo. De esta forma, podemos distinguir: empuje, compresión, resistencia hidrodinámica y presión. Cuando se aplica por empuje, se refiere a los beneficios de la hidroterapia que obtenemos al sumergirnos en el agua, debido a que el movimiento de nuestro cuerpo es más fácil. Cuando utilizamos la compresión, aplicamos agua a presión ayudando a nuestra circulación. La resistencia hidrodinámica hace referencia a hacer ejercicio en el agua y por último, la presión, se refiere a los chorros propiamente dichos, que sirven para relajarnos o estimular el sistema nervioso. Técnicas Existen diversas formas de aplicar los beneficios curativos de la hidroterapia a los pacientes. Sus diferentes modalidades y técnicas son: Lavados Afusiones : Acción de verter agua, fría por lo común, desde cierta altura sobre todo el cuerpo o una parte cualquiera de él, como medio terapéutico. Compresas y fomentos : Pueden ser frías, para el tratamiento de luxaciones y contusiones, o calientes para procesos inflamatorios crónicos. Algunos fisioterapeutas utilizan hierbas en las compresas, para potenciar los efectos curativos. Baños: pueden ser parciales o totales. Su nivel de temperatura es variable, ajustándose a la función que se le quiera dar. Dentro de los baños, destacan los baños simples que se aplican en una bañera o tanque, teniendo como objetivo la relajación muscular. Tenemos también, los baños parciales que son ejercidos sobre una parte específica del cuerpo y los baños de contraste, que se realizan variando la temperatura del agua, cada cierto rato. En los baños galvánicos, una técnica un poco más compleja, se aplica el agua combinada con electricidad, para lo cual se requerirá la asistencia de un fisioterapeuta. Duchas: El objetivo de este método es concentrar la acción del agua sobre una zona determinada, combinando la presión y la temperatura. Chorros: Esta técnica, se caracteriza en que el agua es expulsada por un solo orifico, a diferencia de las duchas. Baños de remolino Masaje subacuático Tanques Piscina Natación Envolturas terapéuticas: el paciente es cubierto con uno o varios tejidos, que pueden ser de lino o de lana.  Las envolturas pueden estar secas o húmedas, mas no mojadas. Esta terapia es conveniente realizarla por las mañanas. Una vez terminada, el paciente deberá ser secado y abrigado en la cama por espacio de una hora, a fin de mantener el calor en el cuerpo. Las envolturas pueden humedecerse con agua fría y caliente. Las de agua fría disminuyen la temperatura corporal, estando aconsejadas para combatir la fiebre, los hematomas y esguinces. Las envolturas húmedas calientes tienen un tiempo de aplicación, que puede ir de los 30 a los 35 minutos. Estas envolturas, usualmente, se mezclan con sustancias químicas que maximizan sus efectos terapéuticos. Se recomiendan para tratamientos de reumatismo y rigidez articular. Los llamados emplastos son envolturas similares a las anteriores, combinadas con barro, resina o fango. Normas básicas de hidroterapia Debemos tener en cuenta que no se pueden practicar aplicaciones de agua fría sin un calentamiento corporal previo . Después de la aplicación, es importante abrigarse y hacer ejercicios  a ser posible. En el caso de que las aplicaciones se realicen con agua caliente, siempre se debe utilizar un poco de agua fría al final de la sesión. El agua fría, aplicada durante poco tiempo, reforzará los efectos curativos ejercidos por el agua caliente. La hidroterapia no debe realizarse ni antes ni después de las comidas bajo ninguna excepción. También debe evitarse el consumo de alcohol, tabaco o café durante las horas cercanas a la terapia. Es posible que algunos pacientes no se adapten orgánicamente al tratamiento, lo que manifestarán con palpitaciones, mareos o frío prolongado. En cualquiera de esos casos, la aplicación deberá suspenderse. Efectos fisiológicos de la hidroterapia Con agua a temperaturas calientes: Analgesia: se da por elevación del umbral de sensibilidad de los receptores del dolor y disminución de la velocidad de conducción nerviosa, disminución de la contractura muscular y la liberación de encefalinas y endorfinas. Aumento de la temperatura y la vasodilatación capilar : si se hace una inmersión la temperatura de la piel se eleva entre 0.5 y 3 grados C, produciendo un aumento de todas las funciones orgánicas por sobrecalentamiento. Efecto sedante : gracias a la acción del calor sobre las terminaciones nerviosas. Aplicaciones muy calientes y cortas puedan provocar insomnio y aplicaciones calientes prolongadas pueden provocar cansancio o fatiga. Efecto antiespasmódico : las aplicaciones cortas calientes aumentan el tono y mejoran el rendimiento muscular. Las aplicaciones de larga duración entre 36 y 38ºC disminuyen el tono, combaten la contractura y la fatiga muscular. Efectos sobre el tejido conjuntivo : aumento de la elasticidad y disminución de la viscosidad. Con agua en temperaturas frías: Descenso de la temperatura local de la piel y tejidos subyacentes. Estimulación de los Vasoconstricción cutánea. Disminución de la pérdida de calor. Prevención de edema por descenso de la permeabilidad. Retrasa el proceso de cicatrización en aplicaciones prolongadas. Reduce la excitabilidad de las terminaciones nerviosas libres. Aumenta el umbral del dolor (aumenta entonces la tolerancia al dolor) Aumenta el umbral de estimulación de los huesos musculares (receptores sensoriales). Aplicaciones frías de corta duración estimulan y aumentan el tono. Indicaciones Analgesia Antiinflamación Vasodilatación Relajación muscular Efecto antiespasmódico Un medio de calentamiento para mejorar el ejercicio Incrementar la movilidad articular Aumento del flujo sanguíneo cutáneo Desbridamiento (aseo quirúrgico para eliminar tejido muerto) Tratamiento de quemaduras y heridas Estimulación del sistema vascular periférico Contraindicaciones Procesos infecciosos Mal estado general Insuficiencia coronaria Insuficiencia orgánica grave Insuficiencia circulatoria Una gran labor de la hidroterapia la vemos en el tratamiento de la fibromialgia , donde los síntomas o manifestaciones clínicas incluyen molestias corporales generalizada, dolor, trastornos del sueño, fatiga, ansiedad, son mejorados a gran escala con el uso terapéutico del agua. En pacientes con limitación de movimiento ya sea por parálisis o por dolor, este tipo de terapia ayuda a mejorar su condición, al igual que en casos donde el sistema osteomuscular es el afectado, ya que las propiedades del agua proporcionaran una pronta recuperación. La prescripción por parte del profesional sanitario será decisiva en la elección del tipo de terapia según la afección de cada individuo, así como de la duración y frecuencia de la misma. El no cumplimiento de sus pautas puede resultar contraproducente para la salud.
Descubre los Hidratos de Carbono de Calidad
Artículo especializado

Descubre los Hidratos de Carbono de Calidad

Si te decimos “hidratos de carbono ” seguramente podrás relacionarlos con pasta, pan… sabrás que son una parte importante de la dieta… pero quizás poco más. En este artículo te explicaremos todo sobre ellos: qué son, dónde se encuentran, por qué es importante su consumo, y cuáles son los hidratos de carbono de calidad y por qué conviene consumirlos en detrimento de los que no lo son… En fin, que al escuchar o leer el concepto “hidratos de carbono” de nuevo, seguro que sabrás decir muchas más cosas. Indispensable en una dieta equilibrada Hablamos de una dieta equilibrada cuando contiene la energía y los nutrientes en cantidad y calidad suficientes para conservar la salud. Uno de estos nutrientes son los hidratos de carbono, que constituyen la principal fuente energética inmediata del organismo y pueden almacenarse como sustancias de reserva. Para asegurarnos una alimentación equilibrada, rica en hidratos de carbono de buena calidad, la dieta debería estar compuesta mayoritariamente por legumbres, cereales integrales, frutas y verduras , disminuyendo e incluso eliminando de la alimentación los cereales refinados (carecen de las partes realmente nutritivas y de la fibra dietética) y los dulces (azúcares simples). Conozcamos más sobre los hidratos de carbono y dónde se encuentran los que nos convienen más. Nutriente orgánico Un nutriente es una sustancia química necesaria para que las células de un organismo produzcan la energía empleada en las funciones de crecimiento, reparación y reproducción, metabolismo, entre otras. Estos nutrientes se encuentran en los alimentos y son necesarios para cumplir las funciones vitales. Los nutrientes pueden ser orgánicos e inorgánicos: Entre los inorgánicos tenemos el agua, que constituye más del 60% de nuestro cuerpo, y es utilizada como medio para la descomposición de alimentos. Entre los nutrientes orgánicos se encuentran los hidratos de carbono, que constituyen la principal fuente energética inmediata del organismo y pueden almacenarse como sustancias de reserva. Además de las grasas y las proteínas. Tipos de hidratos de carbono También llamados glúcidos o carbohidratos, debido a su composición: carbono, hidrógeno y oxígeno, los hidratos de carbono se dividen en glucémicos (los cuales se digieren en el sistema digestivo dando lugar a la glucosa que se absorbe en el intestino delgado, como puede ser el almidón) y no glucémicos (los cuales no son digeridos y pasan directamente al intestino grueso donde son fermentados por la flora intestinal, un claro ejemplo es la fibra dietética). Los HC glucémicos se dividen en: Simples (azúcares) Son los monosacáridos y los disacáridos de sabor dulce y de rápida absorción intestinal y se dividen en: Monosacáridos: los más conocidos son la glucosa (constituyente fundamental en todos los HC, se almacena en el hígado y en el músculo en forma de glucógeno), la fructosa (se encuentra en la fruta y en la miel, se absorbe en el intestino, pasa al hígado donde se metaboliza rápidamente a glucosa) y la galactosa (forma parte del disacárido de la lactosa). Disacáridos: los más conocidos son la lactosa (es el azúcar de la leche), maltosa (azúcar de malta, localizado en el grano de la cebada) y sacarosa (es el azúcar común obtenido de la remolacha o caña de azúcar). Complejos También llamados polisacáridos. De sabor escasamente dulce y de absorción intestinal lenta . Los más conocidos son el almidón o fécula (reserva energética de los vegetales, se encuentra en cereales, tubérculos y legumbres), y el glucógeno (principal reserva de energía del organismo que se almacena en el hígado y en el músculo). En los HC no glucémicos encontramos la fibra dietética, que incluye los componentes más importantes como la celulosa, hemicelulosa, pectina, agar, gomas, mucilagos, etc. Recordemos que éstos no pueden ser degradados por enzimas digestivas y pasan directamente al intestino grueso, donde serán fermentados por la flora intestinal. ¿Qué funciones tienen los hidratos de carbono? Su principal función es la energética (cada gramo aporta 4 kcal), a través de la utilización de la glucosa. Ésta es la única fuente de energía para el cerebro, que en circunstancias normales consume alrededor de 100 gramos al día para satisfacer sus demandas energéticas. Reserva de energía : los hidratos de carbono son almacén y reserva de energía en forma de glucógeno que se moviliza rápidamente para generar glucosa cuando es necesario. Ahorran proteínas : al usarse los hidratos de carbono como gasolina, se deja a un lado el uso de las proteínas con este fin, ya que éstas pueden ser utilizadas para muchas otras funciones. Forman parte de tejidos importantes: los hidratos de carbono son partes imprescindibles en tejidos conectivos y nerviosos. Además, también se encuentran en las moléculas del ADN y trifosfato de adenosina (ATP), una molécula necesaria para obtener energía. Evitan la formación de los cuerpos cetónicos : cuando el cuerpo no tiene suficientes carbohidratos para obtener energía, utiliza la grasa en su lugar, que produce unos desechos que son conocidos como cuerpos cetónicos. Reguladora:  la celulosa (fibra dietética) se encarga de regular el tránsito intestinal, teniendo además de éste otros efectos beneficiosos para la salud como: disminuir el estreñimiento ablandando las heces y aumentando su volumen, aumentar la sensación de saciedad, enlentecer el vaciado de estómago, disminuir la absorción del colesterol, disminuir la subida de azúcar en sangre, proteger contra el cáncer de colon y enfermedades cardiovasculares. Alimentos ricos en hidratos de carbono Podemos encontrar hidratos de carbono en diversos alimentos, y en una dieta equilibrada el consumo de hidratos de carbono complejo debe suponer la mitad de las calorías totales diarias. Se pueden obtener de las siguientes fuentes de alimentos: Cereales: en el arroz, el trigo, el maíz, la avena, el mijo, la quinoa y el trigo sarraceno (estos dos últimos son pseudocereales), entre otros, se encuentra un gran potencial de hidratos de carbono de absorción lenta. Se recomienda su consumo en grano completo para preservar todos los nutrientes y la fibra dietética; tanto de los cereales como sus derivados (pan, pastas, cereales de desayuno). Pan de grano completo: además de hidratos, nos aporta gran cantidad de proteínas de origen vegetal y poca grasa. Este alimento es uno de los primeros que suelen suprimirse en las dietas para perder peso, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su consumo. Pastas integrales : macarrones, espaguetis, tallarines… Deben acompañarse con vegetales y proteínas magras, y pertenecen al grupo de hidratos de carbono de absorción lenta. Legumbres: como las judías, lentejas o los garbanzos. Son una gran fuente de energía, pues tienen un alto contenido de hidratos de carbono complejos, más de la mitad de su composición. Tubérculos y raíces : la más consumida de este grupo es la patata, ya que el 75% de su composición es almidón, un carbohidrato de absorción lenta. También son buenas opciones la batata o boniato, la yuca, etc. Frutas y verduras : la fruta es el carbohidrato más dulce, pues nos aporta fructosa, pero el que menos cantidad de hidratos de carbono posee. Sin embargo, junto a las verduras, ricas en almidón, aportan una gran cantidad de minerales y vitaminas indispensables para el organismo. Azúcar simple: como el de caña, remolacha, miel o melaza. Aporta una gran cantidad de energía debido a su rápida absorción. Tanto para los adultos como para los niños, el consumo de azúcares simples se debería reducir, según la OMS, a menos del 10% de la ingesta calórica total. Y una reducción por debajo del 5% de la ingesta calórica total produciría beneficios adicionales para la salud . Por lo tanto, para llevar una alimentación equilibrada, rica en hidratos de carbono de buena calidad, la dieta debería estar compuesta mayoritariamente por legumbres, cereales integrales (de grano completo), frutas y verduras, disminuyendo e incluso eliminando de la alimentación los cereales refinados (carecen de las partes realmente nutritivas y de la fibra dietética) y los dulces (azúcares simples).
¿Por qué se produce intolerancia a la lactosa?
Artículo especializado

¿Por qué se produce intolerancia a la lactosa?

¿Sabías que la cantidad de lactosa tolerada por cada persona es variable y que, por tanto, las recomendaciones dietéticas deben ajustarse a las necesidades y tolerancia de cada cual? Alrededor del 20% de la población española sufre intolerancia a la lactosa (IL), si bien no se encuentran cifras oficiales ya que existen muchos casos de intolerancia a la lactosa de distinta intensidad sin diagnosticar al no considerarse una patología. Alergia e intolerancia alimentaria: diferencias Aún hoy es muy común confundir la alergia alimentaria y la intolerancia alimentaria, de manera que es habitual utilizar ambos términos como sinónimos, cuando en realidad son muy diferentes. Se considera que existe alergia alimentaria siempre que aparece una reacción inmunológica , sea ésta mediada o no por anticuerpos, como respuesta a la ingesta de un alimento o aditivo. La manifestación clínica cursa con: Problemas para respirar, opresión en la garganta, ronquera, tos Dolor de estómago, vómitos. Urticaria, inflamación. Disminución de la tensión arterial, anafilaxia. En muchas ocasiones, la reacción alérgica aparece aun cuando la persona haya ingerido sólo una pequeñísima cantidad del alimento, o a veces incluso con solo tocarlo o inhalarlo. La intolerancia alimentaria es una reacción adversa en la que no se puede demostrar ninguna reacción de hipersensibilidad del sistema inmunológico. Esta intolerancia se debe a la acción de alimentos o aditivos que contienen determinadas sustancias que causarán una alteración de la mucosa digestiva, o bien síntomas por su consumo excesivo. Estos síntomas son: Náuseas y gases. Retortijones abdominales. Diarrea. Dolor de cabeza. Sensación de nerviosismo e irritabilidad. ¿Qué es la lactosa? La lactosa es un azúcar presente en todas las leches de los mamíferos : vaca, cabra, oveja y en la humana; y también puede encontrarse en muchos alimentos preparados (natas, cremas, postres, helados…) y en ciertos medicamentos. Se le llama azúcar de la leche, un disacárido natural compuesto de glucosa y galactosa. ¿Qué es la lactasa? La lactasa   es una enzima producida por el intestino delgado que desdobla la lactosa en sus dos componentes básicos (glucosa y galactosa) para que éstos puedan ser absorbidos por nuestro organismo. Ésta es la última enzima en aparecer y madurar en el bebé que está a punto de nacer. Muestra su máxima actividad en el momento de nacer y durante el periodo de lactancia, y empieza a descender su actividad tras el destete. Cuando la persona tiene un déficit de esta enzima, la lactosa de la dieta no puede ser digerida de manera correcta en el intestino delgado, por lo que pasa directamente al intestino grueso, donde es fermentada por la flora bacteriana, provocando náuseas,  diarrea , calambres, gases e hinchazón del vientre . Esta situación se conoce como intolerancia a la lactosa. ¿Qué síntomas presenta la intolerancia a la lactosa? Para identificarla, se debe tener en cuenta que en la mayoría de las ocasiones suelen aparecer uno o varios de los siguientes síntomas de manera simultánea tras la ingesta de productos que contengan lactosa; pueden presentarse entre 30 minutos y 2 horas después : Náuseas Hinchazón abdominal Dolor abdominal Distensión abdominal Ruidos abdominales Gases (como hidrógeno, dióxido de carbono y metano) Diarrea Heces con olor fétido Pérdida de peso En algunos casos también puede aparecer  estreñimiento , esto es debido a una disminución de la motilidad del intestino como consecuencia de las bacterias productoras de metano. La intensidad de los síntomas no solo va a depender del umbral de cada persona, sino también de la cantidad de lactosa ingerida, el tipo de lácteo que se haya tomado, la motilidad intestinal, de la actividad de la lactasa, la capacidad que tenga el colon de absorber el agua, el consumo junto con otros alimentos y de la actividad de la flora intestinal. Diagnóstico de la intolerancia a la lactosa El diagnóstico debe ser médico. El digestólogo cuenta con una serie de pruebas que le permiten valorar la LNP (deficiencia primaria de lactasa) mediante test genético o biopsia intestinal ; y la mala digestión (incapacidad de digerir la lactosa) mediante test de hidrógeno, test de tolerancia a la glucosa y test de gaxilosa . Pero el diagnostico final de IL es difícil porque no todas las personas con LNP+mala digestión sufren IL (es decir, no padecen síntomas). Por lo tanto, el medico especialista debe tener en cuenta los síntomas “subjetivos” detectados por el paciente como diarrea, hinchazón, gases , etc. Como ya hemos dicho anteriormente hay varios factores (algunos relacionados con el consumo de alimentos y otros con la propia fisiología de cada persona) que influyen en la aparición o no de los síntomas y su intensidad. ¿Qué tratamiento dietético seguir si se padece intolerancia a la lactosa? El único tratamiento para la IL es la reducción o eliminación de la lactosa , adaptada al nivel de tolerancia de cada persona. Tal y como he comentado, la lactosa es un azúcar presente en todas las leches de los mamíferos, y, por tanto, también en todos los derivados lácteos y productos que contengan leche. La cantidad de lactosa presente en los alimentos lácteos es variable, por ejemplo, mientras que la leche presenta un contenido mayor, los yogures y quesos son tolerados por personas con intolerancia parcial a la lactosa. Se deben excluir de la dieta la leche y los todos los derivados lácteos , además de aquellos productos que en su composición contienen leche o algún derivado lácteo. En su lugar, se puede optar por lácteos exentos de lactosa (leche, yogur y queso) o por bebidas o postres vegetales (avena, soja, kamut, espelta, almendra, arroz) siempre enriquecidos en calcio y vitamina D. Debido a que se limita el consumo de estos productos, se pueden experimentar carencias nutricionales (calcio y vitamina D). Por ello debemos aumentar el consumo de otros alimentos ricos en estos micronutrientes. Alimentos ricos en calcio (excluyendo los lácteos) Frutos secos y semillas : sésamo y tahini (pasta de sésamo), nueces, semillas de girasol y de calabaza, avellanas, almendras, pistachos, castañas. Frutas secas : higos secos, dátiles, uvas pasas. Verduras frescas: de hoja verde como el brécol, repollo, grelos, nabizas, apio, espinacas, perejil, puerro, col rizada, etc. Algas marinas: hiziki, arame, wakame, kombu y agar-agar. Cereales integrales : avena, arroz, cebada, trigo. Legumbres : garbanzos, guisantes, judías blancas y pintas, habas, soja, lentejas. Brote de alfalfa y germinados de cebada o trigo. Bebidas vegetales : arroz, soja, avena, almendras, avellanas, sésamo, chufas. Pescados azules : bacalao, caballa, salmón, sardinas, angulas, langostinos y arenques frescos. Alimentos ricos en vitamina D Pescados azules : bonito, arenques, salmón, anchoas, sardinas, trucha, caballa, atún. Huevos Productos enriquecidos en esta vitamina . Además, es aconsejable una exposición controlada a los rayos de sol , ya que así contribuiremos a la síntesis de vitamina D en la piel. También es recomendable practicar de forma regular ejercicio físico (adaptado a las características de cada persona) para favorecer el mantenimiento de la densidad ósea. ¿SON NECESARIOS LOS SUPLEMENTOS DE LACTASA? En la farmacia se pueden encontrar suplementos de lactasa en forma de pastilla o cápsula que permiten consumir productos lácteos. Se recomiendan para un uso esporádico, cuando se come fuera de casa y no se puede controlar la preparación de las comidas. Estos suplementos aportan la lactasa que se necesita para digerir la lactosa de una comida en concreto, por lo tanto se debe tomar cada vez que se haga una comida, ya que el efecto es momentáneo. El problema está en encontrar la dosis adecuada, que como ya he mencionado antes, dependerá de varios factores, pero especialmente de la relación entre el nivel de enzima lactasa y la cantidad de lactosa ingerida. ¿SABÍAS QUE…? La lactosa se tolera mejor si se ingiere con otros alimentos que si se toma de forma aislada. La lactosa se tolera mejor si se distribuye su ingesta a lo largo de todo el día (con otros alimentos) que si se ingiere en una única toma. Algunos medicamentos pueden contener lactosa. Consúltelo con su médico. Puede haber alimentos que habitualmente no contienen lácteos, pero se les ha agregado lactosa en alguna etapa de su preparación. Por ello es aconsejable leer atentamente las etiquetas de los productos y preguntar en restaurantes, y así evitarlos.
Afrontar Correctamente la Diabetes Infantil
Artículo especializado

Afrontar Correctamente la Diabetes Infantil

En España se calcula que hay cerca de unos 30.000 niños menores de 15 años con diabetes (95% de los casos de tipo diabetes tipo 1). Te explicamos más acerca de esta enfermedad y cómo afrontarla en los más pequeños. Qué es La diabetes mellitus (DM) comprende un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por unos niveles de azúcar (glucosa) en sangre elevados. El nivel de glucosa en sangre se denomina glucemia o glicemia. La hormona humana encargada de la regulación de la glucemia es la denominada insulina, sintetizada en el páncreas. Esta hormona actúa como “una llave” que permite abrir “las puertas” de la membrana o pared celular, para que la glucosa entre en los diferentes tipos de células y, así, puedan satisfacer sus necesidades de energía para poder realizar sus funciones. ¿Es muy frecuente? La DM es una enfermedad frecuente. Puede ser considerada uno de los principales problemas de salud pública en el mundo occidental .  La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que hasta el 50% de las personas que padecen diabetes están sin diagnosticar. Causas Cuando una persona sana come, el páncreas inmediatamente libera la insulina y ésta aumenta rápidamente en sangre para hacerse cargo de gestionar todo el azúcar que está entrando y acumulándose en el torrente sanguíneo.   Cuando se produce un defecto de producción de insulina, o se produce un fallo en la acción de la misma (es decir, casos en los que se encuentra en concentraciones normales, pero no es efectiva) o bien, ambas cosas a la vez, se generará un aumento de los niveles de glucemia, dando lugar a la hiperglicemia o hiperglucemia. De no controlarse adecuadamente esta situación, la presencia permanente de hiperglicemia puede provocar lesiones en la función de diversos órganos corporales, especialmente los ojos, los riñones, los nervios, el corazón y los vasos sanguíneos. Tipos de diabetes La diabetes tipo I es característica de personas jóvenes . Tiene una base autoinmune en unos casos y desconocida, en otros. En España se calcula que hay cerca de unos 30.000 niños menores de 15 años con DM (95% de los casos de tipo DM 1). Se calcula que cada año aparecen unos 1100 casos nuevos. Cómo se produce Aunque el origen es esencialmente desconocido, se acepta que la historia natural de la DM es la siguiente: en una persona genéticamente predispuesta (componente hereditario), actúa un factor desencadenante desconocido que motiva una respuesta autoinmune (defensas que atacan al propio cuerpo,) destruyéndose con ello, de forma progresiva y selectivamente, las células Beta del páncreas (encargadas de la producción de insulina). La forma más frecuente de DM es la de tipo II (85-90% de los casos totales de DM), principalmente observada en adultos. Se debe a una resistencia de los tejidos a la acción de la insulina junto a un déficit secretor relativo de la misma. Signos y síntomas El cuadro clásico de la DM tipo I comprende los siguientes: Poliuria o exceso de orina . Al estar la glucosa muy alta en sangre, ésta se filtra por el riñón y aparece en la orina, arrastrando con ella una gran cantidad de agua. Es por esta razón que el diabético orina muchas veces. Polidipsia o exceso de ingesta de líquido . Para compensar la pérdida de agua por la orina, se tiene mucha sed, levantándose incluso por la noche varias veces por necesidad de beber. Polifagia o ingesta abundante de alimentos . Al no poder utilizar la glucosa presente en cantidades elevadas en sangre, las células siguen reclamando su fuente de energía y el cerebro trata de compensarlo aumentando la ingesta de alimentos. Pérdida de peso . Aunque se coma más, las células no llegan a recibir la glucosa que necesitan y el paciente, paradójicamente, pierde peso. Otros síntomas como, por ejemplo, fatiga, dolor abdominal, irritabilidad, disminución del rendimiento escolar, visión borrosa, etc. Diagnóstico El diagnóstico de DM p uede realizarse de forma inmediata en Atención Primaria si el paciente presenta la clínica cardinal de hiperglicemia antes mencionada (poliuria, polidipsia…)  y se demuestra una glicemia mayor de 200mg/dL mediante un control de glucemia capilar (en cualquier momento, sin necesidad de estar en ayunas). En el niño que no padece estos síntomas de forma tan evidente, el diagnóstico es analítico y debe establecerse en condiciones basales (ayunas, sin estar cursando ninguna enfermedad y ni recibiendo ningún tratamiento que puede alterar la glucemia). Es importante realizar un diagnóstico lo más precoz posible , para evitar que se desencadene un estado denominado de cetoacidosis diabética, que es un cuadro clínico grave de descompensación metabólica.   Tratamiento El objetivo del tratamiento es conseguir un adecuado control metabólico con glucemias próximas a la normalidad y éste debe implantarse desde el inicio de la enfermedad. Se basa en lo siguiente: educación diabetológica  – dieta – autocontrol insulina – ejercicio. Hoy se propugna un tratamiento intensivo consistente en la administración de múltiples dosis de insulina o en el sistema de infusión continua (buena alternativa terapéutica en la edad pediátrica), realización de múltiples controles de glicemia capilar, automonitorización y  autocontrol, basado todo esto en una educación diabetológica continuada . Los pacientes con DM tipo I no producen suficiente cantidad de insulina para mantener la normalidad metabólica. Por ello, para su manejo debemos administrarla farmacológicamente, tanto para cubrir las necesidades basales como las de la ingesta. El control de la ingesta es parte integral del tratamiento. La dieta o forma de alimentación debe ser semejante a la del niño sano, pero adaptada a la insulinoterapia y al ejercicio . Las tomas deben ser regulares y equilibradas en los distintos nutrientes esenciales. El ejercicio físico (incluyendo tanto actividades y deportes recreativos como competitivos), realizado en condiciones óptimas, puede ayudar a un mejor control de la enfermedad.  Se recomiendan los ejercicios aeróbicos. Además de las ventajas que aporta el deporte a corto plazo (descenso de glucemia, disminución de las necesidades de insulina por aumento de la sensibilidad a ésta…), es beneficioso también a largo plazo sobre el perfil lipídico (nivel de grasas sanguíneas), la tensión arterial y la actividad cardiaca. Para conseguir los objetivos, el personal sanitario debe realizar una educación y motivación continuada, entrenar a los pacientes  en el autocontrol e individualizar los objetivos. Las nuevas posibilidades terapéuticas que se desarrollan o perfeccionan en los últimos años incluyen el trasplante de páncreas , la inyección de células madre pluripotenciales o la prevención de la enfermedad mediante la administración de ‘vacunas’ contra la diabetes mellitus, entre otros ejemplos. Recuerda que… El tratamiento intensivo de la diabetes retrasa la aparición de las complicaciones crónicas de la enfermedad (la neuropatía, la micro y macroangiopatía…) que comprometen, de forma grave,  la calidad y la expectativa de vida de los pacientes.
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Somos conscientes de que los conceptos médicos pueden resultar confusos si no te los explican con claridad. Para evitar esto, le hemos pedido a nuestros profesionales que preparen estas fichas en donde podrás acceder a información relevante sobre enfermedades que te ayudará a entender de una manera sencilla por qué se producen y por qué es necesario su tratamiento.
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Osteopenia
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Osteopenia

¿Qué es la osteopenia? La osteopenia es una disminución de la densidad mineral ósea por la que el hueso se vuelve más poroso, disminuyendo su masa, en la que todavía no se han presentado cambios definitivos en su estructura. La osteopenia es una alteración de diagnóstico densitométrico, es decir, se establece con la realización de una densitometría ósea al paciente, determinando con ello lo que es, según los resultados de esta prueba, la disminución de la densidad ósea comprendida entre 1 y 2.5 desviaciones estándar por debajo del valor de referencia de la población normal. Se puede considerar un paso previo a la osteoporosis, aunque no todo el mundo que presenta osteopenia va a desarrollar una osteoporosis en el futuro. Junto con la osteoporosis, la osteopenia es la enfermedad ósea más frecuente. Afecta en su mayoría a mujeres mayores de 50 años, aumentando su prevalencia según aumenta la edad. La osteopenia es una alteración de una gravedad leve-moderada, siendo un factor de riesgo que se suma a la osteoporosis, la edad, riesgo de caídas… etc, para el padecimiento de fracturas óseas. Causas de la osteopenia La osteopenia viene determinada por el pico máximo de masa ósea que cada individuo tiene y que se suele alcanzar a en torno a los 25-30 años. A partir de los 40 años la masa ósea va disminuyendo, habiendo un desbalance en los procesos de destrucción y producción de hueso que se producen durante toda la vida adulta, determinado por factores genéticos y la disminución de estrógenos en mujeres postmenopáusicas. Síntomas de la osteopenia La osteopenia en sí misma, como la osteoporosis, no produce síntomas claramente achacables a su padecimiento , salvo cuando se producen fracturas o microfracturas óseas. Tratamiento para la osteopenia El tratamiento de la osteopenia está basado en la indicación de realización de medidas generales como realizar ejercicio (andar, correr, nadar…) y administrar en la dieta un adecuado aporte de calcio y vitamina D. Cuando se determina analíticamente que existe déficit de estos dos componentes, el médico puede indicar un tratamiento específico según la carencia que se establezca de vitamina D y calcio en el paciente. En principio, los fármacos que se utilizan para el tratamiento de la osteoporosis no están aprobados para su uso en el tratamiento de la osteopenia, reservándose a los casos de diagnóstico de osteoporosis asociados a un aumento real de riesgo de fracturas. Pruebas complementarias del tratamiento de la osteopenia Se puede realizar una analítica de sangre con determinación de calcio, fósforo y fosfatasa alcalina, entre otros. La prueba complementaria de referencia para poder decir que un paciente tiene osteopenia es la densitometría ósea o DEXA ( Dual Energy X-Ray Absorptiometry ), prueba precisa que utiliza una mínima radiación y es un estudio rápido de realizar. Se establecen los  valores en columna lumbar y cadera, de tal manera que se indica que existe osteopenia cuando los resultados de su índice “T-score” son entre -1.0 y -2.4, desviaciones estándar en comparación a una población de referencia con una densidad mineral ósea normal. Factores de riesgo que pueden desencadenar la osteopenia Los principales factores de riesgo para el desarrollo de la osteopenia son : El déficit de estrógenos asociado a la menopausia. La edad, a partir de los 50 años sobre todo. Cuanto mayor edad tenga el individuo, más riesgo existe de que este padezca osteopenia. Antecedentes familiares de osteopenia, osteoporosis o fracturas óseas. Toma de determinados fármacos como glucocorticoides sistémicos, heparina, anticonvulsivante…etc. Padecimiento de enfermedades como hipogonadismo (testículos u ovarios no funcionales), hiperparatiroidismo, artritis reumatoide, síndrome de malabsorción, enfermedad celíaca…etc. Alimentación deficiente y alteraciones alimentarias derivadas de patologías como anorexia o bulimia. Complicaciones de la osteopenia Desarrollo de osteoporosis. Fracturas óseas, siendo más frecuentes en columna, cadera y antebrazo. Desarrollo de alteraciones biomecánicas como pérdida de altura, deformidad en la columna, dorso-lumbalgias,  etc. Prevención de la osteopenia Realización de ejercicio físico aeróbico como caminar a paso vivo, correr, montar en bicicleta o saltar, por ejemplo. Garantizar una exposición solar diaria en manos, cara y brazos al menos durante 10-15 minutos al día, dos a tres veces por semana. Evitar el consumo de tabaco. Dieta variada y que contenga suficiente aporte de calcio (1gr/día en mujeres premenopáusicas; 1.2-1.5 gr/día durante el embarazo y la lactancia y 1.5 gr/día en mujeres postmenopáusicas). Evitar tóxicos como el alcohol y un exceso de ingesta de café. Especialidades a las que pertenece la osteopenia La osteopenia puede ser valorada y diagnosticada por el médico de atención primaria, el médico reumatólogo y el traumatólogo . En ocasiones, en las revisiones ginecológicas de las paciente en edad postmenopáusica, el ginecólogo también valora realizar una densitometría para diagnosticar la influencia de este proceso fisiológico en los huesos. Preguntas frecuentes ¿Qué debe comer una persona con osteopenia? Es recomendable comer alimentos ricos en calcio como leche, quesos, yogures, yema de huevo, frutos secos, legumbres, espinacas, grelo, brócoli, acelga, cardo, col lombarda…etc. También alimentos que contengan vitamina D como el pescado azul (salmón, sardinas o caballa) ¿Qué es la osteopenia periarticular? Es la pérdida de densidad mineral ósea producida alrededor de las articulaciones. ¿Cuál es el médico especialista en osteopenia? El reumatólogo es el médico especialista en osteopenia y osteoporosis. ¿Qué diferencia hay entre la osteopenia y la osteoporosis? La diferencia entre osteoporosis y osteopenia es la cuantía o importancia de la pérdida total de masa ósea del hueso. Así, se considera osteopenia la disminución de la densidad ósea comprendida entre 1 y 2.5 desviaciones estándar por debajo del valor de referencia de la población normal, y osteoporosis una densidad ósea inferior a 2.5 desviaciones estándar respecto al pico de masa ósea en adultos sanos. ¿Qué es el reuma? El término reuma no es un término médico, es una denominación coloquial para referirse al conjunto de patologías que afectan al aparato locomotor.
Intoxicación Alimentaria
Enfermedad

Intoxicación Alimentaria

¿Qué es una intoxicación alimentaria? Una intoxicación alimentaria es una infección causada por microorganismos (bacterias, virus o parásitos), que entran en nuestro organismo a través de comida que ingerimos. También puede producirse una intoxicación por otras sustancias dañinas, como aditivos, hormonas…etc, presentes en los alimentos. Es una alteración común que puede aparecer en cualquier persona, ya sea adulta y niña, y a cualquier edad. Aunque en muchas ocasiones son alteraciones leves y autolimitadas , también se pueden dar casos de gravedad que pongan en serio peligro la vida del paciente. Tipos de intoxicaciones alimentarias Intoxicaciones por agentes infecciosos : se producen por virus, bacterias o sus toxinas y parásitos. Intoxicaciones por otros agentes químicos y metales . Causas de una intoxicación alimentaria Se han descrito más de 250 agentes diferentes que pueden producir una intoxicación alimentaria. Entre estos destacan las intoxicaciones por bacterias como la Salmonella, Listeria monocytogenes, Escherichia coli, Clostridium perfringens, Yersinia enterocolitica, Vibrio cholera e…etc. También existen virus que pueden producir una intoxicación, como el virus de la hepatitis A, virus del género Norovirus , parásitos como el Anisakis o protozoos como la Cyclospora cayetanensis . Existen otro tipo de agentes que causan una intoxicación alimentaria si están presentes en alimentos ingeridos como sustancias químicas, metales, hormonas…etc. Síntomas de una intoxicación alimentaria Pueden variar según el agente infeccioso que produce la intoxicación, pero, en general, producen síntomas como náuseas, vómitos, diarrea , que puede ser abundante y acuosa, con mucosidad o sangre. Puede existir fiebre, dolor abdominal, cansancio y fatiga. En caso de intoxicación por Clostridium pueden aparecer síntomas neurológicos Tratamiento para la intoxicación alimentaria De forma habitual se pauta un tratamiento de base para la reposición de agua y electrolitos con administración de suero oral o, si los síntomas son muy intensos y persistentes, administración de sueros intravenosos . Habitualmente se indica mantener una dieta absoluta excepto el aporte del suero durante las primeras 12-24 horas para iniciar posteriormente una dieta blanda astringente. Además, se pautan analgésicos como Paracetamol para el control del dolor y la fiebre, antiácidos para proteger la mucosa gástrica, o antiheméticos para disminuir las vómitos y náuseas. En ocasiones se pautan antibióticos para combatir determinados tipos de infecciones bacterianas. Además, se pueden tratar complicaciones o formas específicas de respuesta del organismo. Pruebas complementarias del tratamiento de una intoxicación alimentaria A parte de la exploración física con toma de constantes como la tensión arterial, el pulso, la frecuencia respiratoria y la temperatura, y además de la entrevista clínica para ayuda del diagnóstico y la búsqueda del orígen, se suele realizar pruebas complementarias como: Coprocultivo : con estudio microbiológico de las heces en búsqueda de la posible bacteria que puede producir la intoxicación. Examen microscópico en fresco de las heces : con tinciones específicas que ayudan a encontrar los microorganismos. Identificación de toxinas : de los microorganismos en heces o vómitos. Analítica de orina . Analítica de sangre . Pruebas de imagen : como radiografía de abdomen o TAC abdominal. Factores desencadenantes de una intoxicación alimentaria El factor desencadenante es la ingestión de un alimento tanto sólido como líquido, que esté contaminado por sustancias orgánicas o inorgánicas y que sean potencialmente perjudiciales para el organismo. Factores de riesgo de una intoxicación alimentaria Mujeres embarazadas. Edad: es más frecuente en niños y ancianos. Pacientes con inmunodeficiencia (defensas bajas). Manipulación, preparación o conservación inadecuadas de los alimentos. Complicaciones de una intoxicación alimentaria Deshidratación. Insuficiencia renal por deshidratación. Hipotensión. Síndrome hemolítico urémico. Parálisis muscular. Alteraciones en fetales y abortos en embarazadas. Artritis reactiva. Muerte. Prevención de la intoxicación alimentaria Evitar comer carnes, pescados, huevos o mariscos poco cocinados y/o crudos. Leche y derivados sin pasteurizar. Cocinar en adecuadas condiciones higiénicas: lavado de manos así como limpieza de la cocina y sus utensilios. Cocinar a óptimas temperaturas los alimentos. Refrigerar los alimentos adecuadamente manteniendo la temperatura del frigorífico y la cadena de frío. Meter la comida ya cocinada en torno a las dos horas posteriores de su finalización. Control veterinario según la legislación vigente de los animales de consumo. Lavado de manos frecuente, sobre todo antes y después de ir al baño y antes de cocinar o manipular alimentos Especialidades a las que pertenece la intoxicación alimentaria La intoxicación alimentaria puede diagnosticarse y tratarse por el médico de atención primaria, por los especialistas de los servicios de urgencias hospitalarias, médicos internistas, y los especialistas en aparato digestivo o en enfermedades infecciosas. Preguntas frecuentes: ¿Cuál es la intoxicación alimentaria más frecuente? En la época invernal es frecuente que haya picos de infecciones víricas y, en verano y principios de otoño, es frecuente la aparición de brotes provocados por bacterias, sobre todo por salmonelosis o por infección de Escherichia coli ( E coli ). ¿Qué es la salmonelosis? La salmonelosis gastrointestinal es una de las enfermedades de transmisión alimentaria más frecuente , producida por una bacteria ( Enterobacteria ), que se adquiere por ingestión de comida o bebida contaminada por vía oral, o por contacto con animales o mascotas infectados por la bacteria o por transmisión de persona a persona (oro-fecal). ¿Cuál es la intoxicación alimentaria más peligrosa? Aunque casi todas las intoxicaciones alimentarias pueden desarrollar complicaciones graves que pongan en peligro la vida del paciente, sobre todo en aquellos con patologías de base de gravedad, la toxiinfección por Clostridium con afectación neurológica importante puede considerarse de las intoxicaciones alimentarias más graves. ¿Qué es el anisakis? El Anisakis o Anisakiasis es una enfermedad parasitaria causada por la ingesta de pescado crudo que contenga las larvas de un parásito llamado Anisakis simplex. se produce cuando se ingieren especies de peces o mamíferos marinos infectados, crudos o poco cocidos, contaminadas por el  gusano Anisakis simplex, que parasita la pared gástrica y puede producir en el hombre una infección gastrointestinal o  reacciones alérgicas . ¿Qué es la intoxicación botulínica? Es la toxiinfección alimentaria producida por ingesta de una comida infectada por la toxina producida por la bacteria Clostridium Botulinum . Habitualmente por consumo de conservas en mal estado y en algunos casos por marisco contaminado, también en salazones y ahumados.
Anorexia Nerviosa
Enfermedad

Anorexia Nerviosa

¿Qué es la anorexia nerviosa? La anorexia nerviosa o, anorexia, como se la denomina comúnmente, es un trastorno de desorden alimentario cuya principal característica recae en tener un peso extremadamente bajo (por debajo de lo que se considera saludable), a consecuencia de la propia restricción alimentaria del individuo por miedo a engordar. La persona anoréxica tiene una percepción distorsionada de su peso y su cuerpo, lo que la lleva a evitar el aumento de peso, ingiriendo menos cantidad de comida, provocando el vómito después de comer, o tomando laxantes o diuréticos. La anorexia es una enfermedad común grave que, aunque puede presentarse a cualquier edad, es más frecuente en mujeres adolescentes de clase social media y media-alta, también es común en bailarinas, gimnastas y modelos. Tipos de anorexia Existen dos tipos distintos de anorexia: Tipo restrictivo : es una anorexia o bajada drástica de peso ocasionada por la restricción de comidas y la realización intensa de ejercicio. Tipo bulímico : también denominado purgativo o compulsivo. La reducción de peso se consigue provocando vómitos o ingiriendo laxantes después de darse atracones de comida. Causas de la anorexia nerviosa La anorexia nerviosa puede desencadenarse por la combinación de diferentes factores genéticos, psicológicos y socioculturales como: Depresión. Ansiedad. Obesidad. Pérdidas afectivas. Trastorno obsesivo compulsivo. Insatisfacción personal o corporal. Sucesos traumáticos. Sentimiento de perfeccionismo. Antecedentes familiares. Cultura del país con respecto a los patrones de belleza. Presión por parte de grupos sociales. Síntomas de la anorexia nerviosa Los síntomas de la anorexia a menudo pueden pasar desapercibidos durante bastante tiempo porque el propio enfermo los trate de ocultar. Algunos síntomas físicos presentados son: delgadez extrema, cansancio, mareos, desmayos, ausencia de menstruación, piel seca, dolor de abdomen , presión arterial baja, deshidratación, sensación de frío constante, callosidades en los nudillos por la provocación de los vómitos, anemia, estreñimiento, caída del cabello, problemas dentales y arritmias, entre otros. En cuanto a los síntomas emocionales y de conducta, puede presentarse un régimen estricto o saltarse las comidas poniendo excusas, preocupación por los alimentos, sobre todo los de alta carga calórica, mentir acerca de la comida, acudir al baño siempre inmediatamente después de comer para provocar los vómitos, miedo a engordar, quejarse del aspecto y peso, distorsión de la imagen corporal , irritabilidad, tristeza , falta de apetito sexual, vestirse con muchas capas de ropa, mirarse continuamente al espejo, aislamiento social, baja autoestima…etc. Tratamiento de la anorexia nerviosa El tratamiento más urgente de la anorexia nerviosa es la r ealimentación para intentar alcanzar cuanto antes un aumento del peso (es posible que se necesite una sonda nasogástrica para recibir los alimentos). Educación nutricional para volver a coger buenos hábitos alimenticios y tratar de recuperar la normalidad biológica en los indicadores sanguíneos y regreso de la menstruación. Posteriormente, se tratan de resolver los problemas psicológicos con un psicoterapeuta o grupo de apoyo. Es un proceso largo, ya que primero hay que hacer entender al paciente que tiene una enfermedad y luego proceder a mejorar su autoestima y el resto de problemas psíquicos que se presenten. Si la desnutrición o los desórdenes psíquicos son graves, se debe hospitalizar al paciente para controlar los signos vitales, la deshidratación y otras afecciones, aunque el tratamiento continúe después en el domicilio. También pueden prescribirse algunos medicamentos antidepresivos como parte de ayuda complementaria al tratamiento. Pruebas complementarias de la anorexia nerviosa Algunas pruebas son determinantes para el diagnóstico y ayudan a determinar si existen otras complicaciones derivadas de la anorexia: Análisis de sangre con hemograma completo: para hacer un recuento de la células sanguíneas, medir la cantidad de albúmina y electrolitos, y comprobar la función hepática, renal y tiroidea. Análisis de orina. Evaluación psicológica. Radiografías o pruebas de densidad ósea. Electrocardiografía. Factores desencadenantes de la anorexia nerviosa Algunos de los factores que pueden desencadenar la anorexia nerviosa son el exaltamiento de la delgadez en la mujer que promueve l a cultura occidental y la presión de determinados grupos sociales , algunos actos, como ponerse a dieta, cambiar de casa o de instituto, terminar una relación sentimental, la muerte de un familiar y el estrés emocional. Factores de riesgo de la anorexia nerviosa Las niñas y mujeres adolescentes son más propensas a sufrir esta enfermedad. El paciente que haya tenido un pariente que ha sufrido anorexia en alguna ocasión, corre más riesgo de padecerla por los cambios en los genes específicos y, si ya se ha padecido anorexia previamente o no se reconoce el problema, también es más fácil sufrir recaídas. Complicaciones de la anorexia nerviosa La anorexia puede tener muchas complicaciones, algunas de ellas especialmente graves: No reconocer la enfermedad y convertirla en un estilo de vida. Disminución de glóbulos blancos y aparición de infecciones. Pérdida del conocimiento. Arritmias. Convulsiones. Deshidratación. Debilitamiento de los huesos. Caries dental. Fallecimiento. Prevención de la anorexia nerviosa Algunas recomendaciones útiles para prevenir la anorexia son: Tener buenos hábitos alimentarios: comer siguiendo unos horarios preestablecidos, hacerlo sentado…etc. No aislarse socialmente. Mantener la comunicación con la familia. Evitar mirarse al espejo con frecuencia. Eludir la báscula y pesarse constantemente. Acudir a psicoterapia individual, familiar o con grupos de apoyo. Especialidades a las que pertenece la anorexia nerviosa El diagnóstico y tratamiento de la anorexia nerviosa es multidisciplinar, normalmente es realizado de forma coordinada por la los especialistas en medicina familiar, medicina interna, psiquiatría, psicología, endocrinología y ginecología. Preguntas frecuentes: ¿Cuáles son los tipos de anorexia? En los tipos de anorexia nerviosa se puede diferenciar un subtipo restrictivo , en el cual el enfermo disminuye de peso mediante dietas, una restricción alimentaria y la realización de ejercicio físico intenso o, un subtipo bulímico , compulsivo o purgativo, en el que el enfermo recurre a atracones de comida para después desprenderse de lo comido provocándose vómitos o tomándose laxantes. ¿Qué tipo de enfermedad es la anorexia? La anorexia es un trastorno de la conducta alimentaria, habitualmente con origen neurótico o psiquiátrico. ¿Cuáles son las principales causas de la anorexia? Las principales causas de la anorexia tienen un origen psicológico (trastornos obsesivos, depresión, insatisfacción personal…), s ociocultural (patrones de belleza establecidos en países occidentales y presión de grupos sociales a los que pertenece el individuo) y/o genético (antecedentes en familiares de primer grado). ¿Qué es la anorexia nerviosa purgativa? La anorexia nerviosa purgativa consiste en darse atracones de comida para posteriormente purgarse o eliminar los alimentos ingeridos mediante la toma de diuréticos, laxantes o la provocación auto inducida de vómitos. ¿Qué es la bulimia? La bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria consistente en la toma recurrente y descontrolada de grandes cantidades de comida (atracones), que después provocan en el enfermo un fuerte sentimiento de vergüenza o culpabilidad , derivando en la auto provocación de vómitos o la toma de laxantes para tratar de eliminar los alimentos y calorías ingeridos.  
Hipoglucemia
Enfermedad

Hipoglucemia

¿Qué es la hipoglucemia? La hipoglucemia es una bajada de la cantidad de azúcar en la sangre por debajo de 60 mg/ml. En los recién nacidos son más frecuentes en los niños pretérmino, llegando a ser hasta del 14% de los casos. En los niños a término suele darse como mucho en un 7%. Las hipoglucemias en los diabéticos son más frecuentes en pacientes con insulina o secretagogos que con otros tratamientos hipoglucemiantes. Es una situación urgente de revertir ya que es grave porque puede poner en peligro la vida del individuo. Causas de la hipoglucemia La causa principal de la hipoglucemia es la alteración hormonal a nivel de hipófisis y tiroides . También se puede producir en pacientes normales sin alteraciones hormonales por causa de falta de alimento, exceso de ejercicio , o descarga insulínica en el páncreas. Síntomas de la hipoglucemia Los síntomas son: malestar, cansancio, adormecimiento, temblor, sudoración profusa, palpitaciones, mareos, visión borrosa, dolor de cabeza, convulsiones y trastorno del comportamiento. Tratamiento para la hipoglucemia El tratamiento para la hipoglucemia es dar azúcar de forma rápida. Se puede dar un producto azucarado como pueden ser los zumos de frutas , o también se puede dar directamente un sobre de azúcar disuelto en un vaso de agua. En casos muy difíciles de revertir y en pacientes diabéticos, puede ser necesario darles Glucagón mediante inyección subcutánea. Pruebas complementarias del tratamiento de la hipoglucemia La prueba complementaria será la determinación de glucosa en sangre capilar, hasta normalización de la misma, cada media hora. Factores desencadenantes de la hipoglucemia Los factores desencadenantes de la hipoglucemia son la falta de aporte de hidratos de carbono en la dieta , o el exceso de insulina en la sangre. Factores de riesgo de la hipoglucemia Son factores de riesgo para sufrir hipoglucemia en los pacientes en tratamiento con insulina y con secretagogos como Repaglinida y Glibenclamida . Los largos periodos de ayuno sin ingesta de hidratos de carbono , el periodo neonatal en niños pretérmino que tienen más problemas en regular hormonalmente sus niveles de glucemia, y también en niños a término en especial si son hijos de madres diabéticas. Complicaciones de la hipoglucemia Daños neurológicos. Convulsiones. Pérdida de conocimiento. Coma. Prevención de la hipoglucemia No realizar ejercicio en ayunas. Ingesta adecuada de hidratos de carbono. Control capilar de glucemia. Especialidades a las que pertenece la hipoglucemia En el caso de hipoglucemias neonatales se trata de control con pediatras neonatólogos, en el resto de casos, se controla por el endocrino. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la hipoglucemia en bebés? La hipoglucemia en bebés es la bajada de azúcar que se puede producir en los recién nacidos, más frecuente en niños prematuros, en niños nacidos a término que presentan madres diabéticas en el embarazo, y en niños con retraso en el crecimiento intrauterino. ¿Qué puede ocasionar la hipoglucemia? Las hipoglucemias se producen por el exceso de insulina o por la falta de hidratos de carbono. En personas con tratamiento con insulina o fármacos secretagogos (fármacos que producen la secreción de insulina), se pueden producir hipoglucemias. En los neonatos que no tienen aún una buena regulación hormonal también se produce por parte del organismo un exceso de insulina que es la que causa la hipoglucemia. Las personas que tienen largos periodos de ayuno pueden presentar una hipoglucemia por falta de ingesta. ¿Qué diferencia hay entre hiperglucemia e hipoglucemia? Las hiperglucemias son valores por encima de lo normal de azúcar en sangre (son niveles normales entre 70 y 129 mg/dl). La hipoglucemia son valores por debajo de lo normal de azúcar en sangre . Para tener síntomas de hipoglucemia, la glucosa deberá de estar por debajo de 60 mg/dl. ¿Cuáles son los niveles normales de azúcar en sangre? Los niveles normales de azúcar en sangre son diferentes antes y después de la ingesta, así, en ayunas se consideran normales niveles de entre 70 y 128 mg/ml, por encima de estas cifras se habla de hiperglucemia, cuando se ha consumido alimento se considera que a las dos horas de haberlo ingerido los niveles de azúcar deben estar por debajo de 140 mg/ml ¿Qué es la hipoglucemia reactiva? La hipoglucemia reactiva o hipoglucemia postprandial es la que se produce unas cuatro horas después de comer y no necesita un tratamiento especial, salvo el regular la ingesta de alimentos. Suele ser suficiente con no comer alimentos azucarados con el estómago vacío y  hacer cinco comidas al dia.