Actualizado el día 13 de Julio de 2021
El dolor de pecho o torácico es uno de los motivos más frecuentes de consulta en los servicios de urgencias. Sus causas pueden ser muy diversas, desde patologías banales, problemas musculares y óseos del tórax por traumatismos y también causas graves como problemas cardiovasculares o pulmonares.
El dolor de pecho es una sensación desagradable de opresión, punción o ardor, que se nota en la zona del tórax. Principalmente se suele atribuir a una afectación cardíaca, lo que implica una situación grave que precisa una visita urgente al médico. En ocasiones, el dolor se puede irradiar a otras zonas cercanas como el cuello, la mandíbula, los hombros y la espalda y puede ir acompañado de náuseas, sudoración, mareo, falta de aire y palpitaciones, entre otros síntomas.
La valoración clínica le debe servir al médico para averiguar cómo y cuándo aparece el dolor, si es intenso, agudo o punzante, si guarda relación con los movimientos o la respiración, si es debido a un golpe, así como si se tienen antecedentes de enfermedades cardíacas o pulmonares, entre otras. Además, la exploración física, incluirá la auscultación pulmonar, la toma de tensión arterial, el pulso y la medición de oxígeno.
Los problemas y patologías que pueden determinar la aparición de dolor en el pecho incluyen el infarto agudo de miocardio, la angina de pecho, pericarditis (inflamación del tejido que recubre el corazón), afección de las arterias coronarias y arritmias, entre otras.
El dolor de origen cardíaco suele ser opresivo, localizado en el centro del pecho y puede irradiarse al brazo izquierdo, a ambos brazos o a otras zonas como la espalda, el cuello y la mandíbula.
Para valorar el estado cardíaco el médico puede realizar un electrocardiograma (ECG) para registrar la actividad del corazón y descartar el infarto de miocardio u otras patologías.
Además, un análisis de sangre será útil para determinar los niveles de enzimas que hay en el músculo cardíaco que señalan que se ha producido un infarto.
Cuando se produce dolor en el pecho y se sospecha de una afección cardíaca hay que acudir rápidamente a urgencias o llamar al 112.
Puedes acceder a la consulta de un especialista o si tienes alguna duda urgente puedes chatear de forma inmediata con un cardiólogo.
Cuando se produce un aneurisma o debilitación de la pared aórtica este puede causar dolor en el pecho. Si se llega a producir la rotura de la arteria aorta puede aparecer dolor en el pecho que es irradiado a la espalda. Ante cualquier sospecha hay que acudir a urgencias o llamar al 112.
Existen problemas gastrointestinales como la gastritis o el reflujo gastroesofágico que también pueden causar dolor de pecho.
Los síntomas de la gastritis suele ser un dolor de tipo ardor o quemazón que puede estar acompañado de náuseas, vómitos y sensación de saciedad cuando se ha comido poca cantidad de comida.
El reflujo gastroesofágico puede incluir ardor en el pecho después de comer que empeora por la noche, dificultad para tragar y regurgitación, náuseas y eructos frecuentes, tos crónica y ronquera.
En primer lugar, el médico realizará una entrevista para conocer los síntomas y el tipo de dolor del paciente, lo que unido al historial clínico determinará el tipo de pruebas a realizar.
Si existe sospecha de gastritis, una de las causas que la puede originar es la bacteria Helicobacter pylori, por lo que se puede realizar una prueba para detectar la bacteria. Otra prueba frecuente es una endoscopia, que consiste en la introducción de un tubo flexible con una cámara hasta el estómago para comprobar las características de la mucosa gástrica y descartar, por ejemplo, una úlcera.
Para averiguar si se trata de reflujo, se puede llevar a cabo un estudio gástrico por medio de una endoscopia, una PHmetría, una manometría esofágica o una radiografía del aparato digestivo superior.
En ocasiones, el dolor en el pecho puede deberse a otros problemas gastrointestinales, como problemas de esófago que derivan en dificultad para tragar, ardor de estómago e inflamación de órganos abdominales, como es el caso de la pancreatitis.
Para el diagnóstico de la pancreatitis se pueden llevar a cabo diferentes pruebas, incluyendo un análisis de sangre para detectar niveles elevados de enzimas pancreáticas, una ecografía abdominal o una resonancia magnética para detectar la inflamación del páncreas o anomalías en otras estructuras cercanas.
Los problemas musculares y esqueléticos determinados por traumatismos, malas posturas, ejercicios mal realizados o lesiones pueden determinar la aparición de un dolor localizado en el pecho.
Una radiografía, una resonancia magnética o una ecografía del tórax puede identificar la presencia de algún traumatismo o lesión.
La aparición de un dolor punzante en el pecho al respirar se puede deber a afecciones pulmonares como neumonía, pulmonía, o embolia pulmonar (obstrucción de una arteria pulmonar).
Para su diagnóstico, el médico examinará al paciente, pudiendo realizar pruebas como un análisis de sangre para la detección del dímero D, sustancia que está elevada cuando se producen coágulos. Otras pruebas que se pueden realizar incluyen una ecografía o radiografía torácica, una angiografía pulmonar para medir el flujo sanguíneo y una prueba de esfuerzo para valorar la capacidad pulmonar. Un TAC también puede ayudar a determinar si existen coágulos sanguíneos en las arterias pulmonares o coronarias.
Las crisis de ansiedad o estrés también pueden determinar la aparición de opresión y dolor en el pecho. Se trata de un síntoma molesto, que puede confundirse con una angina de pecho y aparecer acompañado de sensación de ahogo, inestabilidad y nerviosismo.
Los estudios señalan que en caso de dolor de pecho con la anatomía intacta la psicoterapia puede ser beneficiosa, especialmente las intervenciones cognitivo-conductuales.
Otras causas que pueden determinar la aparición de dolor en el pecho son la anemia (disminución de la hemoglobina encargada de transportar oxígeno en la sangre), la policitemia (exceso de glóbulos rojos que hace que la sangre sea más espesa) y el herpes Zoster, entre otras afecciones.
Una vez determinada la causa del dolor el tratamiento puede incluir, entre otros:
La angina de pecho es un síntoma de una enfermedad coronaria. Es un dolor opresivo en el pecho acompañado, también de dolor en brazos, hombros, mandíbula, espalda o cuello y puede manifestarse como una indigestión. La causa es que la sangre no irriga con normalidad al músculo cardíaco y no le aporta suficiente oxígeno, por la acumulación de placas de grasa en el interior de las arterias.
El dolor de pecho por ansiedad es un síntoma molesto que puede confundirse con una angina de pecho y aparecer acompañado de sensación de ahogo, parestesias (adormecimiento de las extremidades), sensación de inestabilidad y nerviosismo.
Sí, se puede reflejar el dolor de pecho a la espalda debido a que en la zona del tórax están los pulmones, el corazón, las costillas y otros huesos, el esófago, y los nervios de la zona, que pueden reflejar o propagar el dolor a la espalda. También los problemas de cuello, mandíbula y hombros se pueden manifestar con dolor en la espalda.
Puedes acceder a la consulta de un especialista o si tienes alguna duda urgente puedes chatear de forma inmediata con un cardiólogo.
Bibliografía